Capitulo 18. ¿Porque?

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- Creo que debería de quitarse esa barba - Comenta Julia, compañera de piso y oficina. Es la hora del almuerzo y aprovechamos para charlar mas cómodamente.

- Pienso igual. Deberías de decírselo.

- ¿Yo? Dicelo tu. Es tu jefe.

- También es el tuyo.

- Pero tu eres mas directa con el, no tenemos la misma confianza.

- Y la verdad que no entiendo porque si tienes mas tiempo trabajando con el que yo. Entre el otro día prácticamente.

- ¡Oh, Dios! Si que exageras, esta es tu tercera semana.

- ¿Ves? Tu misma sabes que no tengo ni un mes y mi relación con mi jefe es como si nos conociéramos de años.

- Nuestro caso es diferente... - Murmura muy bajo, quizás intentando que yo no escuche.

- ¿Que? - Quería saber si había oído bien.

- Nada - Me sonríe - Mejor cuentame, ¿Como van las clases?

- Súper bien. Son mas fáciles de lo que pensé. Especial cuando se trata de números.

- Lo dices porque eso es lo tuyo.

- Que bien ya me conoces, querida.

Ríe.

- Sabes que si.

- No se porque pero siento que me ocultas algo.

- ¿Yo? No, nada -. Y ahí estaba nerviosa otra vez.

- Claro que si. Estas muy distinta. Algo te ocurre.

- Estas un poco loca. Mejor hablame sobre Evan. No me has dicho como esta.

- ¿Te das cuenta? Hasta me cambias de tema.

- ¡Solo quería saber! Si no quieres no te pregunto y ya.

- ¡Ay, Julia! Sabes muy bien porque lo digo. Hay algo que me estas ocultando y esta bien si no me quieres decir.

Me levanto y tomo mi plato comenzando a caminar. Se que ella me esta llamando. Pero me siento con todo el derecho a enojarme con ella ya que yo le cuento prácticamente todo y ella a mi nada.

Hoy tengo que volver a la oficina de mi otro jefe a entregarle otros papeles. Solo espero que esta vez si se encuentre para entregárselos personalmente.

La otra vez tuve que explicarle a Claudia, una de sus recepcionista, para que luego ella le dijese todo a el.

Fue muy estresante la verdad.

Camino al ultimo piso, una persona me llama la atención.

Probablemente estoy pensando demasiado en el que ahora lo veo hasta en otros hombres.

Me subo al ascensor y solo se detiene dos veces por una persona que entra y sale al siguiente piso. Salgo de el y justo ahí, nos vemos.

Nuestros ojos se encontraron con tan solo haber dado dos pasos fuera de ascensor. Sus ojos se abren como platos y su rostro refleja sorpresa y miedo a la vez.

Ya se imaginan el mio.

- ¿Que haces aquí?

- Aquí trabajo - Respondo - Mas bien, ¿Que haces tu aquí?

- Eh... te vengo a visitar - Responde muy sonriente.

- ¿Ah vi...? - Mi pregunta es interrumpida por Claudia que llega a nuestro lado.

- Jefe, necesito que firme unos documentos.

Ahí siento como todo en mi cabeza empieza a aclararse.Me mintió. Es el jefe de todos y todas aquí y no me lo dijo.

- Evan. ¿Por que?

- Mi amor - De solo escuchar esa palabra, Claudia giro sobre sus talones y camino rápidamente a su mesa, dejándonos solos nuevamente - Tengo mas de una semana tratando de hablar contigo, esto es lo importante que tengo que decirte desde hace tiempo. ¿Recuerdas?

- Si, pero, ¿porque? ¿porque no me lo dijiste antes? ¿desde un principio? Sabias que iba a entrar a trabajar aquí.

- Si, es que...

- ¡Ahora entiendo porque te pusiste tan nervioso cuando te lo dije!

- Angie, mi vida, mira se que no es fácil...

- No, no es fácil, y ahora ambos tenemos que trabajar, anda, te están esperando, jefe - Digo justo como le dice Claudia.

Entro al ascensor y presiono tantas veces el botón de mi piso que por un momento pienso que lo dejare atascado.

El habla rápidamente juntando sus manos como una plegaria y me pide repetidamente que lo escuche.

Lo ignoro mientras las puertas se cierran. No se si pueda perdonarle esto. Y no solo a el, Alice tendrá que escucharme también.

¿Mi objetivo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora