Capitulo 21. Hora de hablar.

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Flores.

Es lo único que me llega junto con mi correspondencia desde la ultima vez que hablen con Evan.

Una semana. Es lo que llevamos sin hablarnos. No se como la esta pasando el, pero yo no he estado muy bien que digamos.

No consigo dormir. Y si, se que eso me lo estoy buscando yo misma solo por no acceder a hablar con el.

Pero creo que ya es la hora.

No tiene sentido estar tanto tiempo enojada con el si siquiera saber la razón por lo que lo hizo.

Salgo del edificio de mi ex lugar de trabajo. Si, renuncié. No estaba dispuesta a seguir trabajando en la empresa del hombre que me mintió. Ahora voy camino hacia las pequeñas escaleras que conducen a la calle con mis cosas en las manos.
Y como si fuera envocado, ahí venia el subiendo a todo prisa y si percatarse de mi.

Nuestros se cruzaron en el momento justo, cuado estuvo en el mismo escalón que el mio.

Respiraba agitadamente y su boca estaba ligeramente abierta. Creo que el cansancio y la sorpresa no le permiten hablar.

- Angie... - Oh no, me equivoque.

- ¿Si?

- Que bueno verte por aquí. ¿Que haces con esa caja? ¿Son tus cosas? - Pregunta mirando dentro de ella.

- Si, y no es tu incumbencia.

- Angie, te debo una explicación. Creo que es el momento de hablar.

- ¿Estas seguro? Vi que venias con prisa.

- Lo que tengo que hacer puede esperar.

Eso me convenció un poco mas. Ahora si lo escucharía. Espero quentenga una buena explicación.

- ¿Quieres sentarte? - Me pregunta.

- Si.

Nos sentamos en el mismo escalón y dejo mi caja en un lado mas abajo.

- Se que hice mal. Cometí un error. Debi decirte la verdad. Pero esta jodida inseguridad de que todas las mujeres son iguales y que solo se interesan en mi dinero no sale de mi cabeza. No sabes cuantas veces he pensado que encontre a la mujer correcta y luego solo basta con un mensaje o una llamada que ella reciba para darme cuenta que sólo está conmigo por el dinero.

- Evan yo...

- No Angie, lo se, no me lo tienes ni que decir, pero me di cuenta tarde. Te juro que te iba a decir la verdad, pero espere demasiado cuando estaba decidido, ya lo sabias.

Un silencio incómodo nis rodea por cierto tiempo. No se cuanto tiempo paso en realidad. Senti que era el momento de yo hablar. Es la hora de aclarar todo esto.

- Lamento mucho siempre haya sido así. Pero tienes que entenderme tu también a mi. Tu y Alice me mintieron...

- No, por favor, por lo que mas quieras no metas a Alice en esto, ella no tiene la culpa de nada, no te dijo nada solo porque yo se lo pedí, no arruinen su amistad por mi. No lo vale.

- Ay Evan, eres tan... ¡Agh! Me rindo, no encuentro una palabra que te describa perfectamente.

Me mira extrañado por unos segundo y luego otra vez a sus dedos entrelazados.

- Escucha, yo estoy dispuesta a perdonarte, solo... si prometes decirme la verdad en todo momento. Que nada de esto vuelva a ocurrir.

- ¿Hablas en serio?

- No jugaria con algo así - Sonrío al ver su rostro cambiar rápidamente.

- Te lo prometo.

Toma mi mano lentamente y entrelaza sus dedos con los míos.

Observo nuestras manos y luego a el. Tiene una sonrisa a medias. Esa mirada ¡Dios! Es imposible que salga de mi mente. No se que estaba pensado. Es obvio que me estaba probando pero noto que yo no era igual a aquellas mujeres que tanto le hicieron sufrir, y estaba a punto de convertirme en una mas de ellas, solo por no permitirle contarme su historia.

Gracias a Dios las cosas no terminarán asi, o eso espero.

Lo que si se, es que estoy muy feliz de haber solucionado las cosas. El calor que siento de tan solo tenerlo sentado a mi lado no se compara con nada.

¿Mi objetivo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora