Amor sobre hielo [Louis Partridge]

|CAPITULO 4|

«𝐸𝑙 𝑠𝑒𝑛̃𝑜𝑟 𝑛𝑖𝑛̃𝑒𝑟𝑜»

MEGAN

Relámpagos, truenos.

¿A quién no le da miedo eso? Claro a mí, que patético. Jamás he superado mi miedo a los relámpagos, estaba lloviendo muy fuerte y los relámpagos caían, como toda miedosa me escondí entre las sabanas y la lámpara que tenía la encendí, ¿Quién no se ha imaginado cosas? Como una persona en el armario o la puerta. De un momento a otro se apago la lámpara, el golpe contra mi mano y no encendía. Me puse las pantuflas y con la cobija entre mis hombros fui a la habitación de Anthony. Él estaba con su teléfono y recargado en la cabecera de la cama. La opción era dormir en el sillón o a un lado de la cama.

—oye

—¿Qué?

—es que esta lloviendo fuerte y ya sabes...no me gustan los relámpagos

—ah, ¿y qué quieres que haga?

—no lo se

—pues sí, ósea ¿le marco a las nubes para que deje de llover o qué? Ah no, ya se. Deja le digo a Thor que le baje a su pedo

—que gracioso, ya me voy, idiota

—babosa—. Dijo burlón y le saque el dedo de corazón y se hizo el "ofendido". Salí de la habitación y fuí a la de Zach.

En puntitas, una vez que entre, cerré la puerta. Él estaba dormido boca abajo mientras roncaba levemente, me heche al otro lado, con alguno que otro reproche suyo me dejó dormir ahí, su cama es mas suavecita que la mía. Y a diferencia de Anthony, Zach es más cariñoso. Para cerrar los ojos, me cubrí con la sábana que traje a rastras desde mi habitación junto a mi oso: Winnie Pooh.

[...]

—¿Qué estas comiendo? —. pregunté frunciendo el ceño, mientras bajaba las escaleras viendo a Anthony comer MI galleta que escondí en la alacena.

—galleta —. Contesto

—¡esa era MI galleta!

—Ah —.la regreso a su mano. Que asco. —¿te la devuelvo?

Entrecerré los ojos enojada, y se volvió a llevar a la boca y subió las escaleras. Me voy a vengar algún día.

—¿quieres café? —. pregunto Zach una vez que llegue a la cocina, traía un buzo negro y en el gorro estaba su hurón; Zed.

—sí, por favor —. conteste sentándome en la silla de la barra. Con mis manos sobe mis ojos cansados junto con un bostezo, solo quería seguir durmiendo. Zach me entrego el café, él se sentó igual colocando su teléfono en la barra de piedra liza brillante y ver videos de YouTube. El sol ya había salido iluminando más la cocina traspasa los vidrios de cristal donde estaba el jardín trasero y dejando ver la pileta aunque, en esta temporada es muy poco probable que me meta además, ya me imagino a mi madre sacándome de la oreja y regañarme.

—esta caliente —. Advirtió, pero ya me había quemado la lengua y serrar los ojos con fuerza.

Gracias, café.

—¿Por qué no lo dijiste antes? —. mencione entrecerrando los ojos, solo alzo los hombros y siguió viendo la pantalla de su móvil.

Después oír sonar el timbre, no iba a ir, pero al ver a Zach no mover ni un músculo tuve que ir yo. Me levante de mi asiento y camine con mis pantuflas de Stich, abrí la gran puerta negra viendo a un hombre fornido, alto, viste de traje y unas gafas de sol negras y con una maleta a su lado derecho, lo mire de abajo arriba varias veces, confundida. Después reaccione y grite, cerrando le la puerta en la cara antes de que el dijera algo. Me fui a mi cuarto.

—¡Mamá la loca del grillo le cerró la puerta en la cara a un desconocido! —. Grito Zach a mamá en aviso.

Camine hasta mi cuarto escuchando la música de rock de Tony y la puerta estaba entre abierta estaba cargando pesas ¿tan temprano asiendo ejercicio?

Llegué a mi habitación mientras que Paris me seguía y se subió a mi cama, viendo que le daba de comer a los ratones.

—¡chicos bajen, por favor! ¡Quiero que bajen a saludar! —. Grito mamá desde el piso de abajo, supongo que ya le abrió la puerta al hombre. Tome una sudadera y me la coloque y volví a salir de la habitación hasta estar en el piso de abajo. —chicos, él es Owen Barnes un amigo del trabajo, Owen ellos son Anthony, Zach y Megan.

—que tal, niños —. saludo con su voz grave, intimidante a la vez.

¿Niños?

¿amigos del trabajo?, claro.

Dirt...

Oh, cállate, estúpida conciencia.

¿Ahora soy estúpida?

—¿a que va todo esto? —. pregunto Zach, la pregunta que los tres queríamos hacer.

—claro, el Señor Barnes...

—¿Por qué me dices Señor, Barnes?—. Pregunto, en forma de queja u con el ceño fruncido y confundido.

—Owen...—corrigió Mamá, con un tono irritada, rei bajo. —  los cuidara mientras...yo salgo del país por la revista Park del trabajo.

Nos quedamos boquiabiertos, ¿Mamá, salir del país? Jamás lo había hecho, es la primera vez, bueno tal vez sí, pero solo era salir de la cuidad.

—¿y cuando te vas? —. pregunte al fin.

—hoy por la tarde, fue de último momento, no sabía que saldría a fueras y tal lejos —. dijo nuestra madre, con una pisca de comprensión en su rostro a nosotros.

—claro, y contrastaste a tu amigo sacado del gym para que nos cuidara como la tipica niñera, no pudiste contratar a alguien...ejem...no sé, como las ancianitas que cuidan a niños? —. dijo Anthony, no pude ocultar una risita, el tal Owen lo miro de arriba abajo con indignación.

—Tony, hijo, se perfectamente como saldría la situación, la pobre mujer saldrá corriendo en menos de una semana.

—debería ofendernos o alegrarnos? —. pregunto Anthony

Bueno mi madre se ira a New York por dos semanas y que nos dejó bajo la responsabilidad de su amigo Owen, que parece que trabajo en la marina o algo así. Ya había llegado su chofer a recogerla, estaba bajando su última maleta pequeña mientras nosotros estábamos afuera.

—los extrañare mucho —. Nos apretujo a los tres con un abrazo de oso. — Megan, pórtate bien—. Me dijo mi madre, asentí. —Zach, ya no traigas más animales a la casa. —mi hermano sonrió divertido con una muestra de inocencia. —Anthony, cuídalos bien. Los amo mucho, chicos.

—nosotros igual, madre —. Contestamos al unisonó, después se separa para darnos un beso en la mejilla a cada uno.

—pórtense bien, no hagan travesuras —. advirtió mamá. —cómo lo siento no lo hago muy seguido —. le dijo a Owen quien la ayudaba con su maleta. —¿te sabes los números de emergencia?

Valla nuestra madre no nos tiene confianza de dejarnos solos, estaba mas preocupada que yo en mis proyectos de la escuela.

—no te preocupes Jolie, están en muy buenas manos —. Menciono Owen sonriendo.

—pero no olvides que si pasa algo fuera de lo "normal", que tú me hiciste venir a cuidarlos.—dijo, mamá tenía una expresión de como si uniera  hecho el peor error de todos tenía los ojos como plato y pasando mil escenarios de las travesuras que tal vez haríamos o no se tal vez un incidente en la escuela. Owen rio al ver la expresión de mi madre. —estarán bien—. Contesto, mamá puso los ojos en blanco y subió al auto, después nos miro con cariño y nos lanzo un beso, nosotros agitamos la mano despidiéndonos por última vez. Después se fué, y nosotros adentramos a la casa dejando afuera al señor Owen. 

3/Dic/21