Amarla Por Un Millón de Años (2 T ERE) Sin editar

Capítulo 26

Hasta que la muerte los separe....

Renee Dwyer

Las semanas han pasado y el recuerdo de aquel día sigue estando presente a cada momento, al igual que los deseos de vengarme. Cierro los ojos y se reproducen como una pesadilla que quiere acabar no mi cordura.

Siento como Jack sostiene mi cuello y luego como el frio metal es colocado. No puedo creer que me usara como rehén después de todo lo vivido.

— Grey no cantes victoria porque tengo ojos en muchos lados y ellos podrán actuar con solo mover un dedo. —Ríe, besando mi sien.

—Tranquila, cariño. —Susurra en mi oído. —Nunca te lastimaría. Todo saldrá bien y si no es así, tú te encargaras de vengarme. —Murmura muy despacio para que solo yo lo escuche.

—Jack, por favor. —Suplico siendo consciente que hará una locura y lo perderé.

— Te amo Renee. —Me aprieta más a él.

—Te amo Jack. —Sollozo.

Su voz se eleva para llamar la atención de todos.

—Nadie me detendrá, me iré de aquí. Apártense o la mataré.

Siento como el cuerpo de Jack pierde estabilizad y suaviza su agarre.me doy la vuelta y como en cámara lenta cae al suelo sangrando.

—Jack. —Grito, corriendo para estar a su lado. — ¿Por qué lo hiciste? —Digo abrazándolo.

—Eres tan hermosa, muñeca. —Dice con dificultad.

—Llamen a emergencia. —Digo presionando su cuello para parar la salida de la sangre.

—Mi zorrita preferida. —Dice con una sonrisa. —Te amé desde que te conocí. —Sonríe, temblando.

—También, te amé. —Digo atrayéndolo más a mi cuerpo para darle color.

—Fuiste el fuego que mi vida necesito y lo llenaste de luz. Te amo Renee Dwyer. Te estaré esperando donde vaya. —Dice cerrando los ojos.

—Nos veremos allá, Jack Hyde. —Sollozo.

Los paramédicos me apartan de su lado y no puedo evitar buscar el culpable de todo esto.

Observo desde el auto como las personas llegan con sus costosos trajes y se saludan entre sí.

—Señora Dwyer no deberíamos estar aquí. Nos pueden descubrir.

—Están tan ocupado en su felicidad que no me notara.

—Nuestro señuelo se acercara a nuestro hombre y nos dará acceso al lugar tan pronto usted nos diga.

— Dejemos que celebren su unión para luego actuar. Vamos por algo de comer. —Digo acariciando la bufanda de Jack.

Recuerdo el último encuentro que tuve con el magnánimo Christian Grey y como ese día decidí que si yo no era feliz, él tampoco lo seria.

—Me lo has quitado todo, Christian Grey.

—No hice nada. Ese hombre estaba dispuesto a matarte con tal de salir ileso y debes sentirte agradecida de que estés viva. — Le digo.

—Fuera de aquí, no tienes por qué estar aquí. —Grito.

—Espero que no hayas tenido que ver en los planes de Hyde porque esta vez no tendré contemplaciones contigo.

—Yo tampoco la tendré contigo, Grey.

Vuelvo a acariciar la bufando de Jack, siempre quise ser su esposa, pero el miedo a perderlo por hacerle saber mis deseos me detuvo.

Ese era mi sueño.

—Mi venganza se consumirá hoy, tu muerte no quedara impune.

Nos avisan que todo está listo para nuestra entrada. Con pasos decididos nos encontramos y vestidos de meseros nos mezclamos entre el personal contratado. Mi mirada recorre todo el lugar y puedo ver las sonrisas de los Grey, sonrisa que se borrara dentro de poco.

Escuchamos como el sacerdote pregunta si hay alguien que se oponga a esta unión y sonrío al saber que pronto sabrán que si lo hay.

—Podemos hacerlo cuando diga, señora Dwyer. —Dice Amau.

—Esperemos que los enamorados se den el sí. Disfrutare cuando sean la Sra. y Sr. Grey por breves momentos.

Recuerdo mi boda y podría decir que hubo un despliegue asombroso, fue mucho más elegante, pero que se podría esperar de la insulsa de Anastasia Steele.

Algo sin brillo.

—Yo, Christian, te tomo como mi esposa Anastasia Steele para amarte...

Hago un movimiento dando a entender que ha llegado el momento y los hombres que están a nuestro servicio se dispersan para llegado el momento cubrirme.

—Hasta que la muerte los separe...

Camino sin que las personas tomen mi presencia en cuenta hasta posicionarme en un lugar que pueda tener alcance y poder disparar con facilidad.

—Puedes besar a la novia.

—Nadie pensaría que ese momento llegaría tan pronto, Christian Grey. —Grito. —Despídete de tu Diosa.

Sin esperar disparo...

Veo como ambos caen y luego siento como mis fuerzas me abandonan cuando caigo. Toco mi pecho sintiendo como quema todo, levanto la mirada encontrándome con los ojos marrones de Taylor.

—He cumplido, Jack. —Suspiro.

Me voy tranquila sabiendo que Christian Grey no podrá ser feliz y vivirá con el recuerdo de su amor perdido.