Amarla Por Un Millón de Años (2 T ERE) Sin editar

Capítulo 11

Todo se salió de nuestras manos

Renee Dwyer

La brisa de otoño golpea mi rostro llevándome a esos recuerdos de la última vez que estuve aquí.

Cometer la estupidez de ser descubierta, es un error que nunca me perdonare. Llevábamos unos meses de casado, pero mi relación con Jack Hyde es de años. Nosotros planeamos ese encuentro y ser la señora Grey por un año y después solicitarle el divorcio llevándome de esa unión una buena proporción de sus millones.

Flashback

—Mi linda zorrita tengo entre manos el mejor de los negocios. —Entra al estudio ondeando un periódico.

Sigo trazando líneas en el lienzo sin prestar atención, conociendo los negocios Jack podría jurar que saldríamos mal parados.

—Puedo imaginar de que se trata. Acostarme con un viejo asqueroso y que me entregue un cheque en blanco.

—No, querida, esta vez no sería un asqueroso anciano. —Su voz de triunfo llama mi atención. —En esta ocasión he pensado el grande. Nuestro nuevo objetivo es Christian Grey.

— ¿Christian Grey? — Le digo con ironía. Teniendo la certeza que podría ser un trabajo complicado por lo importante que es.

Frunce el ceño al escuchar mi tono.

—Sí, ha comprado una de tus mejores pinturas en la exposición pasada. Eso nos dará la oportunidad de atraerlo en la siguiente.

— ¿Crees que Christian Grey viaje a Nueva York solo por ir a mi exposición? — Pregunto arqueando la ceja —Jack, no seas iluso.

—No soy un novato en esto. —Dice con voz dura. —No necesitamos hacer que venga a la exposición, Renee. —Sonríe con malicia. —Estará aquí para esos días por la conferencia que tendrán los empresarios más influyentes y allí se enterara.

Lo observo por un momento meditando sus palabras.

— ¿Qué papel tendrás en todo esto? —Se voltea y me mira.

—Seré tu guardaespaldas.

Bufo.

—Imagino que estará pisándonos los talones a cada paso que debemos si esto llegara a funcionar. ¿No? — Digo con sarcasmo.

—Por supuesto. — Gruñe

Observo detenidamente la imagen que aparece en el periódico y puedo decir que, Christian Grey sería una compañía de la cual disfrutaría. Con esa fuerza que invitaba a llevarlo a ese mundo de lujuria y fascinación seria toda una tentación.

— ¿Cuál es el plan? — Acepto sin dudarlo.

Sonríe de control de todo.

Tiene bien planeado todo y no deja de sorprenderme su cabeza fría. Días después el plan estaba en marcha.

~*~

—Señor Grey, es un honor tenerlo por aquí. — Su mirada se fija en mí, dejándome fascinada por esos increíbles ojos.

— Señora Dwyer — Hace tiempo estuve en una exposición y adquirí una de sus mejores pinturas. —Me regala una cálida sonrisa.

—Me alegro de ello.

Después de ese encuentro empezamos a salir por unas semanas, no puedo negar que me sentía tan bien en su compañía, pero todo esto era una mentira con fecha de caducidad. Debía mantener tranquilo a Jack, no había previsto que todo podría salirse de las manos.