CAPÍTULO 7

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GRAY ALLEN
 

        
    
   
  

Silencio, frio, oscuridad interrumpida por una luz...

Un coche plateado estaba llegando por mí. Se estacionó frente a mi y yo subí a la parte de atrás. Luego de saludar a Georgina, saludé a Scarlett de copiloto con un beso, pero no saludé a la chica que conducía, no sabía de quién se trataba.

—Gray —me habló Scarlett y luego miró a la chica que conducía—. Ella es Cristina, solía jugar con nosotros cuando éramos niños, espero a ella si la recuerdes —me dijo en un tono burlón.

Maldición, volvía a pasar eso de acordarme de una persona que había olvidado, viéndola nuevamente.

Claro, Cristina.

Cristina era quien nos acompañaba en nuestras aventuras de infantes. Éramos Scarlett, Mike, ella y yo.

Comenzaba a resultarme extraño. Básicamente había olvidado lo que había sido toda mi vida en Beaufort. En California todo era tan diferente, supongo que me llené tanto de aquella ciudad que me olvidé de esta. Conocí a tantas personas, viví tantas cosas que automáticamente en mi memoria, las personas y vivencias que tuve en este lugar, fueron reemplazadas, y eso, me resulta triste.

Quizás solo soy muy distraído.

—¿Cómo te va? —me saludó ella cordialmente y claramente recordándome.

Que vergüenza.

—Hola —respondí tratando de decir algo mas, pero ese algo mas nunca salió.

—No puede ser —intervino Scarlett—. También la olvidaste —Comenzó a reírse.

Cristina nos regaló una cara de confusión y yo solo reía algo apenado.

El auto comenzó a moverse.

—Él tiene la costumbre de olvidarse de todos —habló nuevamente Scarlett—. Se fue a California y se olvidó de sus amigos —Jugueteaba con el tono de su voz.

—Es que —traté de explicar mientras se reían—. Todo fue diferente en aquella ciudad —dije y volviendo a hacer silencio—. Supongo que pasaron tantas cosas en ese lugar que poco a poco fui olvidando este, no lo sé.

Noté que Scarlett se puso seria, se acomodó en su asiento.

Cristina pensó por un momento para luego hablar—: Te comprendo, creaste tantos recuerdos en California que de alguna manera sustituyeron los de Beaufort —hizo una pausa—. También estuve un tiempo allí, esa ciudad es una auténtica locura.

—Me alegra que alguien entienda —le respondí esbozando una sonrisa.

No mentía, ella lo describió de manera perfecta, esa chica era inteligente. Por lo que comienzo a recordar, no siempre fue así, ella era mas que todo la aventurera del grupo, esa de las malas ideas, recuerdo que era imprudente.

Es increíble todo el tiempo que pasó, como todos continuamos con nuestras vidas y como todos de alguna manera hemos cambiado. Ya no somos unos niños, ahora somos unos casi adultos intentando hallar respuestas.

Hoy, después de tantos años, los cuatro nos volvemos a reunir, nuevamente íbamos a disfrutar la cuatro juntos, claro que, ahora está Georgina.

Esto Comenzaba a entusiasmarme.

Luego de unos minutos en la carretera, logramos llegar a la enorme casa de Mike y este no tardó mucho en salir y subir al auto haciendo que Georgina quedara en medio de los dos, el detrás de Cristina y yo de Scarlett.

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