Capítulo XIV

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Salí a toda prisa y me subí al coche intentando asimilar lo que había pasado. No podía creerme que en un momento hubiera pasado todo esto. Puse la radio para distraerme un poco en el camino a la tintorería.
Cuando llegué, bajé del coche y entré por mi abrigo.

Tras esto, me fui a casa. Nada más entrar lo primero que hice fue cambiarme de ropa. Me puse ropa de estar por casa y las zapatillas. Después me puse a cocinar. Decidí preparar pasta, spaghettis con carne picada. Cuando ya la tenía hecha, comí y tras esto, me eché un rato a descansar. Después fui a ver qué me ponía para ir al teatro.

Me puse un vestido blanco y, como chaqueta, el abrigo que había traído de la tintorería. Un abrigo de color beige. De zapatos, unos del mismo color que el abrigo. Me maquillé y me puse unos pendientes de oro que eran bastante grandes, con forma de flor.

Tras un rato, llamaron al telefonillo. Era Jose.

-Hola, ¿Marina?

-Si soy yo, ya bajo. -dije colgando el telefonillo.

Cogí un pequeño bolso del mismo tono que él abrigo y salí. Cerré la puerta y bajé abajo. Ahí estaba Jose esperándome. Iba muy guapo, se notaba que conocía bastante bien la etiqueta y que no me había dicho que le gustaba el teatro por decir.

Abrí la puerta del portal y salí.

-Woaw, que guapa estás Marina. -dijo sonriéndome.

-Tu también estás muy guapo Jose.

Jose me sonrió.

-Bueno, ¿Vamos? -dijo sonriendome.

Asentí. Fuimos a su coche y desde allí nos fuimos al teatro.

Cuando llegamos, había un montón de gente. Entramos juntos y nos sentamos. Teníamos los asientos en la primera fila por lo que estaba muy emocionada. La gente entraba y se sentaba. De repente, alguien pasó por delante nuestra para sentarse y nos saludo.

-Hola chicos.

No podía ser. Era Will. Venía acompañado de la misma mujer de la cafetería. Tanto Jose cómo yo nos levantamos a saludarle.

-Hola señor.

-Buenas tardes. -dije mirándole.

-Que coincidencia que hayamos coincidido aquí ¿No? -dijo Will mirándome directamente a los ojos.

-Demasiada diría yo. -dije seriamente.

José me miró y me dio un codazo.

-Quiere decir que si que es mucha casualidad. -dijo sonriendole.

-Creo que no conocéis a esta bella mujer que hoy me acompaña, os presento a Alicia.

-Un placer, soy Jose.

-Encantada, Marina. -dije mirándola.

-Bueno, nosotros ya nos vamos a sentar, ¿Verdad Will? -dijo Alicia.

-Si claro, de hecho tenemos asientos justo al lado, pero bueno un placer haberles visto. Disfruten de la noche. -dijo Will sentándose en el asiento justo de mi lado.

Me senté en mi sitio y Jose también.
Le sonreí.

-Es un detalle precioso que me hayas traído aquí. Va a ser espectacular. -dije mirando a Jose.

El simplemente me sonrió. Miré a Will de reojo. De repente, apagaron las luces. Iba a comenzar. Me quite el abrigo y me lo puse encima, tapando mis manos. De repente noté como Will metía su mano por debajo de mi abrigo y cogía mi mano. Lo miré y el me miró. Nos miramos a los ojos. El me sonrió. Y sinceramente, a pesar de que me había sentado fatal que se hubiera presentado ahí, yo también le sonreí a medias.

Tras un rato, solté su mano. Miré a Jose.

-Tengo que ir al baño, vengo ahora. -dije acercándome a su oído y susurrando.

El me miró y me sonrió y asintió. Me levanté solamente con el bolso, dejando el abrigo encima de mi asintió y me dirigí al baño. Entré y saqué el teléfono. Me metí al chat de Will.

-¿Como se te ocurre presentarte aquí? ¿Estás loco?

Bloqueé el teléfono y suspiré. Me miré en el espejo y noté como alguien entraba y cerraba la puerta.

-Si necesitas explicaciones, te daré todas ahora mismo.

Me giré y le miré.

-¿Pero como se te ocurre seguirme al baño Will?

-Sabia que venías para escribirme, no hay que ser un genio para saberlo y yo, simplemente, soy un hombre que prefiere arreglar los problemas de tú a tú.

Le miré y reí levemente.

-Eres increíble. De verdad. ¿Por qué has venido? Pensé que habíamos dejado claro todo antes.

-Me apetecía salir con mi amiga. -dijo mirándome apoyado sobre la puerta.

-Ah ya veo ya. -dije echando los ojos en blanco y mirándole.

-Tu misma me has dicho que deberíamos de guardar las apariencias, ¿Si o no?

Me acerqué a él.

-¿Crees que esta es la mejor manera para hacerlo?

Will me miró.

-Tu tienes que salir con otros y yo tengo que mantener mi imagen de don Juan así que esto es así.

Le miré a los ojos.

-¿Y no había más mujeres que te la tienes que traer a ella?

Will me miró y sonrió sin decir nada.

-¿Por qué sonríes? No tiene gracia.

-¿Por qué le tienes tanta manía?

-Porque va detrás de ti a saco, ¿No te das cuenta? Me jode que te coma con la mirada todo el tiempo. -dije pasando una de mis manos por su cintura mientras le miraba a los ojos.

-Yo solamente estoy fingiendo... Igual que tú. Que ella me coma con la mirada es su problema, yo no voy a pasar los límites. -dijo pasando su mano hacia mi espalda mientras enroscaba este en mi cintura.

Le miré.

-No sé que tienes... Pero yo no soporto que tengas cerca a otra... -dije susurrando mientras el me pegaba más a su cuerpo y pasaba su mano libre por mi mejilla.

-Quizás es que tú te estás volviendo loca por mí... Y aún no lo sabes... -dijo susurrando y acercándose a mis labios.

-Yo solo se que... que... -susurré.

Will me besó. Se lo seguí despacio mientras pasaba mis manos por su cuello.

Cuando el beso terminó nos separamos. Le miré a los ojos y le sonreí.

-Tengo que irme ya, no quiero que sospeche nada Jose. Mañana nos vemos en la oficina.

-Vale... No te olvides que te quiero.

-Yo también a ti. -dije sonriendole.

Tras esto salí del baño y me volví a mí sitio. Al rato, volvió Will y se sentó. Cuando el espectáculo acabó, salimos del teatro. En la salida, nos despedimos de Will y de Alicia. Jose me llevó a casa.

Cuando llegamos, aparcó justo enfrente de mi puerta.

-Me lo he pasado muy bien esta noche, muchas gracias por la invitación. -dije desatándome.

-Muchas gracias a ti por aceptarla. Mañana nos vemos.

-Si claro, hasta mañana Jose.

-Hasta mañana Marina.

Bajé del coche y me acerqué al portal. Entré en el y me despedí con la mano de Jose, el cual estaba esperando a que entrara. Jose arrancó y se fue. Subí arriba y me cambié. Me puse el pijama y me desmaquillé. Tras esto, me fui a dormir.

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