Capitulo XIX.

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Will pasó su lengua por la comisura de mi boca lo que hizo que sonriera inconscientemente.

-Tienes una forma peculiar de limpiar las cosas. -dije riéndome.

Will se rió.

-Ya ves.

Le sonreí.

-¿Nos vemos esta noche? -dijo sonriéndome.

Asentí.

-Claro, estoy deseando pasar tiempo contigo. -dije mirándole a los ojos.

-Y yo contigo preciosa. -dijo cogiendome la mano y acariciándomela.

-Podíamos ir a algún sitio si quieres. -dije mirándole.

-Me parece bien, ¿Que propones?

-Mm... Pues no sé. -dije quedándome pensativa.

Will me sonrió.

-Bueno, ¿Que te parece si en vez de salir preparo una cenita romántica? Tu, yo, un buen vino, en mi casa... A solas. Vemos las estrellas, nos damos un baño en la piscina... O en el jacuzzi
... No se, lo que surja. -dijo Will entrelazando su mano con la mía.

Le sonreí.

-Me parece perfecto... ¿A qué hora? -dije pasando mi mano libre acariciando su mejilla.

-A las ocho y media. -dijo sonriéndome.

Sonreí sin dejar de acariciar su cara.

-Ponte guapo... -dije sonriéndole.

Will bajo su mirada a mis labios, sin moverse.

-¿Que miras...? -dije sonriendo.

-Eh... Nada. -dijo levantando de nuevo la mirada.

Reí levemente.

-Ya claro... -sonreí.

-Bueno, en verdad si miro algo... A esta preciosura que tengo delante. -dijo sonriéndome.

Me sonrojé.

-No me digas esas cosas... -dije susurrando.

-Si es la verdad preciosa.

Sonreí.

Will se levantó de la silla y yo me levanté también. Aprovechó para cogerme de la cintura y pegarme a el.

-¿Me das un beso?

Negué mientras pasaba mis manos por su pecho mientras sus brazos abrazaban mi cintura.

-¿Por qué? -dijo mirándome a los ojos.

-Yo no quiero darte un beso... Quiero darte muchos. -dije mirándole a los ojos y sonriéndole.

Will siguió mirándome a los ojos, con la misma dulzura que lo hacía siempre. Se le notaba totalmente enamorado. Eso me hacía sentir por una parte mal ya que sentía que estaba traicionándole... No podía evitar sentir cosas por Diego... Pero también las sentía por Will. La prueba estaba en que no soportaba que ninguna mujer lo tocara o tonteara con él. ¿Estaba enamorándome de el? ¿El cariño se estaba transformando en amor? ¿Por qué cuando me miraba así me perdía en su mirada? Estaba totalmente confundida. ¿Que era lo que de verdad sentía por cada uno de ellos?

-Marina... -dijo susurrándome sin dejar de mirarme de la misma forma.

-Di... Me... -dije susurrandole sin apartar la mirada.

-¿Que pasa? Te noto rara... -dijo susurrando y rozando su nariz con la mía.

-No me pasa nada... Solamente estaba pensando. -dije susurrando y rozando sus labios.

-¿De verdad? -dijo susurrando sobre mis labios.

Asentí mientras cerraba los ojos y lo besaba lentamente. Will me lo siguió despacito, mientras subía una de sus manos por mi espalda hasta llegar a mi pelo. Metió sus manos por este y me acarició con las yemas de sus dedos. Seguimos besándonos lentamente. Cuando el beso terminó, me separé un poco de su boca.  Mi aliento chocaba contra esta. Will sonrió y volvió a besarme lentamente.

De repente, la puerta sonó. Will se separó de mi boca y me miró.

-¿Esperas a alguien? -dijo susurrándome.

Negué.

-¿Quién es? -dije en alto sin separarme de Will.

-Soy Jose Marina, ¿Puedo pasar?

Rápidamente me separé de Will y este se sentó en la silla en la que antes estaba sentado. Me acerqué a la puerta y abrí.

-Hola, pasa pasa. -dije sonriéndole.

Jose entró. Venía con dos cafés en la mano.

-Vengo con dos cafés porque como no has venido a la cafetería pensé que estarías ...

Antes de acabar la frase, Jose miró a Will.

-Ay perdón, no sabía que estabas reunida con el señor Will, me voy si eso.

-No no, claro que no, siéntate. El señor Will ya se iba, ¿Verdad? -dije mirando a Will.

-Asi es. Bueno Marina, lo dicho. Luego nos vemos. Hasta luego chicos. -dijo Will levantándose y acercándose a la puerta.

-Adios señor Will. -dijo Jose.

-Adios. -dije mirándole

Will salió.

-Muchas gracias por traerme un café, eres muy amable. -dije sentándome en mi silla.

Jose se sentó en la otra y me miró.

-¿Como llevas el trabajo? -dijo cogiendo uno de los cafés y dándole un sorbo.

-Bueno, bien. Cansada si te soy sincera. ¿Y tú cómo lo llevas? -dije cogiendo mi café.

-Bueno bien también. -dijo bebiendo.

Sonreí.

-Estoy emocionada por la cena de empresa, nunca he ido a una. -dije sonriendole.

-Está guay, seguro que te va a gustar. Siempre hay mucha gente y el señor Will se lo curra mucho. -dijo bebiendo café.

-Estoy segura de que será genial. ¿Tú vas a ir, no?

Jose asintió. Le sonreí. Estuvimos hablando un rato más y después Jose se fue. Trabajé durante toda la mañana hasta que fue la hora de salir.

Cuando acabó mi jornada laboral, me marché a casa. Allí comí y descansé un buen rato. Estaba agotada.

Más tarde, comencé a prepararme para ir a ver a Will. Elegí un vestido blanco de palabra de honor, ajustado hasta la rodilla. De zapatos, unas sandalias blancas. Me puse también un abrigo azul marino y unos aros dorados. Tras esto, salí de casa y me dirigí en coche hacia la de Will.

Cuando llegué, la puerta se abrió directamente. Había una puerta pequeñita y al lado, una más grande para que pasará el coche. Esta última fue la que se abrió. Entré y conduje hacia un espacio para aparcar.

Cuando aparqué, bajé del coche. La casa de Will era increíble. Era una gran mansión. Caminé por el jardín hasta llegar a la puerta de dicha casa. Antes de llamar, de esta, salió Will. Llevaba una americana negra, una camisa negra, unos pantalones negros y unos zapatos negros. Tenía que admitir que estaba guapísimo.

-Hola preciosa, te estaba esperando. -dijo sonriéndome y haciéndose a un lado para que pasara.

Sonreí y pase dentro. Ahí me quité el abrigo y lo posé en un sillón que había en la entrada.

Nada más entrar, Will cerró la puerta y, acto seguido, me abrazó por la espalda.

-¿No piensas darme un beso? -dijo susurrando en mi oído.

Sonreí y de un solo movimiento, Will me giró haciendo que quedáramos mirándonos. Antes de decir nada, Will me besó lentamente. Se lo seguí durante varios segundos.
Tras esto, me separé un poco de su boca.

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