Ya en mi oficina, me puse a mirar los documentos que Will me había dado anteriormente y que aún no me había dado tiempo a mirar.
Tras un ratito, alguien tocó a la puerta.
-Adelante.
Will entró y cerró.
-Hola novata. -dijo poniendo el pestillo.
-Hola señor Will. -dije riendo levemente.
Will se acercó y se sentó en la esquina más cercana a mi de la mesa.
-Bueno, ¿Tienes alguna duda de los papeles que te dí? -dijo mirándome a los ojos directamente.
Me quedé sin palabras. No me salía decir nada, no podía dejar de mirar sus ojos, esa mirada sugerente y atractiva que tanto me gustaba. Noté como Will se inclinaba un poco, acercándose a mí cara.
- Repito, ¿Alguna duda? -dijo susurrándome sin apartar la mirada de mi.
-Eh... Eh... No... Ninguna... -dije bajando mi mirada a sus labios.
Will sonrió al ver que le miraba la boca mientras cada vez estaba más cerca. Cuando estaba cerca de mi boca susurró:
-Me alegro que no tengas ninguna duda porque yo si tengo una...
-¿Cual...? -dije susurrando sin dejar de mirar sus labios.
Will paso su mano por mi cuello, apretando suavemente y haciendo que nuestros labios estuvieran pegados. Cerré los ojos.
-Como puede ser que sea el primer día y tengas alborotada a toda la oficina... A todos los hombres... -dijo sobre mis labios.
Tragué saliva.
-¿Es que a caso usted está celoso...? -dije susurrándole.
-No... Solamente es una duda que me gustaría que me respondieras... -dijo apretando un poco más mi cuello lo que hizo que me saliera un gemido de gusto mientras rozaba mis labios.
-Yo... No lo sé... No tengo esa respuesta... -dije susurrando.
-Deberíamos de encontrarle una... ¿Que tal si se la buscamos esta noche en mi casa?
-Claro... Me parece una gran idea... -dije pasando mi mano por su mejilla.
Justo en ese momento, Will hizo el ademán de besarme. Deseaba que lo hiciera. Pero cuando pensé que lo haría, alguien tocó a la puerta.
-Mierda... -dijo susurrando sobre mis labios.
Miré a Will sin decir nada.
-Pregunta quién es... -dijo sin separarse ni un centímetro de mi boca.
-¿Quién es? -dije nerviosa.
- Soy yo, la secretaria, ya está aquí su cliente.
-Perfecto ahora mismo salgo y le hago entrar, gracias.
Miré a Will a los ojos y el me miró recíprocamente.
-No sabes las ganas que tengo ahora mismo de coger y mandarlo todo a la mierda ya el primer día...
Reí levemente. Will soltó mi cuello y se separó. Se bajó de la mesa y me miró. Se acercó a la puerta negra que conectaba con la otra oficina y se metió en ella.
Me levanté, nerviosa. Me temblaba todo. Ya no eran las ganas que le tenía a Will solamente lo que me tenía así sino que ahora tenía que afrontar a mí primer cliente en este estado.
Me levanté y me miré el espejo que había al lado de la puerta. Me coloqué bien la camisa y abrí la puerta.-¿El señor Rodríguez?
Un señor se levantó y se acercó a mí.
-Si, soy yo.
-Pase señor, adelante. -dije haciéndome a un lado y dejándole pasar.
Cuando el señor pasó, cerré la puerta. Me senté en mi sitio y el se sentó en la silla de enfrente.
Antes de poder articular palabra, alguien tocó la puerta que conectaba la oficina de al lado con la mia. Obviamente, era Will.
-Adelante.
Will entró.
-Buenas, soy William Park, ella es Marina, mi chica en prácticas. -dijo acercándose al señor Rodríguez y estrechando su mano amistosamente.
-Un placer conocerles, soy Fernando Rodríguez. -dijo sonriendonos.
- Bueno señor Rodríguez voy a estar presente esta vez para ayudar a Marina si tiene algún problema, espero que no le moleste.
-Claro que no, que usted esté presente es un honor. -dijo sonriéndole a Will.
Tras esto, empezamos a trabajar. Cuando acabamos, nos despedimos del señor Rodríguez el cual se fue a los pocos instantes.
-¿Que tal? ¿Estás contenta? -dijo Will acercándose a cerrar la puerta y echando de nuevo el pestillo.
-Ha sido genial, a superado mis expectativas. -dije cerrando el ordenador y guardándolo en mi bolso.
-Me alegro de que haya sido tan gratificante. -dijo acercándose al escritorio.
Me puse de pie y observé cómo se acercaba a mí lentamente.
Cuando estaba justo enfrente de mi, me tomó de la cintura y me pegó a él.-A pesar de que se me ha pasado muy rápido no he podido olvidar el momento de antes... Tenemos un asunto sin rematar. -dijo susurrándome.
-Si... Es cierto... Yo tampoco he podido olvidarlo... Pero...
-¿Pero que? -dijo pasando una de sus manos por mi mejilla.
-Mi turno se ha acabado... Y como tengo que ser puntual para entrar a trabajar también lo tengo que ser para irme.. -dije con una sonrisa burlona separándome de él.
Will se mordió el labio y me miró. Yo, mientras tanto, me acerqué a coger la chaqueta y el bolso. Él se me acercó por detrás, abrazándome por la espalda.
-¿Y si te pido que hagas horas extras? ¿Las harías por mi? -dijo susurrándome en el oído.
Cerré los ojos y respiré profundamente.
-Lo haría encantada pero... Hoy no... He quedado para comer...
Will se separó de mi un poco y me giró haciendo que quedara mirándole.
-¿Como que has quedado? -dijo encarando una ceja.
-Si, con Ana mi futura cuñada que ha venido aquí y vamos a comer juntas. -dije mirándole.
-Ah... Vale vale... -dijo acorralándome contra la pared.
-¿Con quien pensabas que había quedado? -dije sonriendole.
-No sé... Pero me parecía raro. -dijo sonriendome.
-Ya ya... -dije riendo.
-¿Nos vemos luego? -dijo acercándose a mí cara.
Asentí.
Por fin nos besamos. Estuvimos varios minutos besándonos lentamente. Will paso sus manos por mi cintura y yo las mías por su cuello mientras él me pegaba a la pared.
Finalicé el beso mordiéndole el labio y le miré.
El cerró los ojos y me volvió a besar lentamente. Se lo seguí de nuevo, al mismo ritmo que el marcaba. Me separé un poco de sus labios-Tengo que irme ya... -dije susurrando.
-Jo yo no quiero que te vayas aún... -dijo susurrándome.
ESTÁS LEYENDO
INMARCESIBLE
Roman d'amourEs la parte 2 de "Dos corazones en juego" pero se puede leer sin necesidad de haberse leído la primera parte. La historia comienza seis años después del incidente. Marina es una mujer ya, hecha y derecha. Estudió para ser azafata y ganarse algo de d...