DOS ERRANTES

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A la mañana siguiente, antes de abrir las puertas, tanto Moxxie como Alastor estaban siendo rodeados por los guardias del rey, Alastor con la mirada indicó a Moxxie que se calmara.

- ¿Quiénes son ustedes y a que han venido a este reino? -

Dijo uno de ellos, el joven de cabellos rojos se puso de pie.

-Claro, mi nombre es Alessandro, él es mi hermano Morris, hemos venido a buscar trabajo, vamos de reino en reino ofreciendo mi servicio como cuenta cuentos y él como músico-

En menos de unos minutos el joven hijo mayor del Barón Von eldrich se hizo presente frente a los errantes, a ese no le agradaba nada lo bien parecido que era el "cuenta cuentos".

-No tendrán problema en decir esto frente al rey, correcto-

El joven hizo el ademán para que llevaran a dichos jóvenes ante el rey lo cual lo hicieron de una manera muy cruel, tal como si llevaran ganado.

- ¿Qué hacen en este lugar? -

Dijo Luzbel a sus guardias los mismos señalaron a Alastor y a Moxxie.

-Estos tipos se encontraban a la puerta de nuestro reino, diciendo que vienen a buscar empleo, la verdad sospecho de ellos y sus intenciones-

Lilith recién llegaba al lugar junto con Stolas.

-Seguro que solo de sus intenciones, o teme que la princesa ponga sus ojos en tan atractiva adquisición-

Dijo la misma dejando su lugar al lado de su esposo y tomando un detalle más cercano del aspecto de uno de los visitantes.

-Seviathan, ¿Qué clase de trabajo dijeron ellos que hacían? -

Dijo la reina colocando sus manos sobre los hombros del más alto de los "hermanos".

-Cuenta cuentos y músico, además de decirme que son hermanos-

La reina río suavemente mientras, miró al pelirrojo a los ojos.

-Asegúrame que sois hermanos querido, porque yo realmente no lo creo-

Alastor la miró sin un ápice de duda ni temor.

-Lo somos, los hermanos no siempre se parecen su alteza-

La dama sonrió volviendo al lado de su esposo, el mismo le miró con cierto celo, ya que esa mirada traviesa la delataba, el forastero le parecía agraciado de eso no había ninguna duda.

-No veo mentira en sus ojos querido, es más un cuenta cuentos y un músico en el pueblo serían de agrado de los niños de nuestro pueblo y de nuestra queridísima hija-

La noticia había sido una sorpresa para el joven príncipe, la escoria que habría ordenado acabar con el reino de su madre tenía una dulce hija.

-Su majestad, disculpe mi impertinencia, pero no cree que sería un peligro dejarla cerca de un desconocido-

La reina no tenía ningún inconveniente, después de todo jamás le había agradado el idiota al que su marido había escogido como futuro esposo para su princesita.

-No, el único peligro que creo que estás viendo es la belleza masculina de este joven, por mi parte tienen mi permiso para entretener a los niños. -

Dijo la reina, sabiendo que a su hija le fascinaba pasar tiempo con ellos, cuidándolos o enseñándoles alguna que otra cosa útil, como leer o escribir.

-Bien, la reina no posee objeción y yo tampoco ella conoce su elección.-

Dijo aquel rey dejándolos ir, una vez afuera y lo suficientemente lejos del castillo el príncipe Alastor suspiro.

-Así que una hija, debemos investigar si ese es su punto débil eso debemos atacar-

Dijo Alastor mientras Moxxie le seguía.

-Disculpe, pero será muy difícil llegar hasta ella si es tan preciada-

Dijo Moxxie mientras caminaban sin rumbo fijo, pronto llegaron adonde se encontraban tres hermosas jóvenes con un grupito de niños.

-Buenas tardes-

Dijo coquetamente Millie al notar a ambos caballeros, encantada principalmente por el más bajito.

-Buenas tardes mi nombre es Mox. -

En ese momento Alastor le dio un codazo para que recordara no mencionar su verdadero nombre

-Perdón mi nombre es Morris soy músico y el mi hermano Alessandro él es cuenta cuentos. -

En ese momento la rubia puso su atención, al recién llegado, quedando prendada de él solo al hacer contacto visual.

-Bueno mi nombre es Millie, ella es Vagatha y la preciosa rubia de allá es nuestra amada princesa Charlotte-

En ese momento Vagatha pellizca suavemente a Millie.

-No debes brindar tanta información a los extraños-

Dijo de manera recriminante Vagatha, pero la princesa se colocó al lado de ambas dando su mano a los visitantes, ambos se inclinaron en señal de respeto, Alastor tomó aquella delgada y delicada mano con la suya para depositar un suave beso en el dorso de la mano.

-Un honor para nosotros conocerla hermosa doncella-

La joven se ruborizado ante los modales de aquel fornido y atractivo joven de nombre Alessandro.

-Soy la única que dude que un cuenta cuentos tenga ese físico. -

A Charlotte parecía no importarle lo que balbuceaba Vagatha.

-Puede llamarme Charlie, asi me llaman mis amigos. -

El joven sonrió atrapando completamente a la princesa en esa sonrisa, el mismo se irguió demostrándole a aquella hermosa joven que era más alto que ella, haciéndola sentir abrumada y completamente atraída hacia él.

-Charlie, me puede llamar Alessandro o Al, como usted prefiera. -

Dijo saboreando cada palabra del nombre de aquella hermosa joven de nombre Charlotte, mientras en el castillo Seviathan se encontraba caminando de un lado a otro.

-Has visto que manjar has traído ante la reina, ahora la princesa debe estar babeando por él-

Dijo Stolas mofándose de aquel que en algún momento había dicho lo echaría del reino a penas fuese rey.

- ¿Por qué no vas a atragantarte con el pene de tu amante Stolas? –

El joven brujo rió a carcajadas bastante sonoras, mientras tomaba asiento.

-Me temo que por ahora se ve mucho más entretenido ver cómo te quitan la corona y se la dan al plebeyo-

Dijo mientras hacía figuras de humo interpretándolos a ellos tres y como la tercera se llevaba a la princesa.

-Eso no va a pasar, aunque lo desees estúpido homosexual-

Dijo mientras dejaba solo al brujo.

-Oh querido seré el único que sepa la verdad sobre nuestro querido y camuflado príncipe, ¿Qué harás si realmente la secuestra y se la lleva fuera de este hogar? -

Dijo el mismo de manera baja y en un dialecto que solo el entendería, mientras visualizaba el resto del reino mirando con curiosidad a la joven princesa hablar con el "cuenta cuentos"

-Es un desperdicio, pero bueno es decisión de ellos-

Sabía que aun la reina tenía sus dudas y a veces quería decir lo que vio en visiones, pero prefería que el destino se encargara de quitarle la oportunidad a ese estúpido de Seviathan de ser un rey, se quedaría con las ganas si aquel miserable lograba conquistarla.

-Desde ahora hago mi apuesta Seviathan. -

Dijo para marcharse del pasillo con sus secretos.

EL REY DE LAS MENTIRASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora