EL REY DE LAS MENTIRAS

SUPLICA

La joven seguía a la dama de nombre Rossie, la princesa estaba maravillada ante la clase de castillo del príncipe Alastor, tenía un gusto muy rustico, pero fino sin llegar a ser ostentoso como el de su padre, había alguno que otro trofeo de caza colgando en algunas de las paredes.

-veo que al príncipe le gustan los trofeos de caza-

Dijo la joven de manera inocente, Rossie solo sonrió.

-no querida todos esos trofeos fueron cazados por el príncipe en persona, él no es inútil puede defenderse por su cuenta-

Pronto llegaron a las habitaciones, las cuales eran innumerables, la joven Rossie señalo una, la cual era de madera de cedro roja, las demás eran de madera de ébano.

-esa de ahí es la habitación del príncipe, el vendrá a usted más tarde me imagino-

Se volteo abriendo la puerta de la habitación de enfrente.

-esta habitación será la suya, no hay polvo no se preocupe, Niffty se ha encargado de que se mantengan limpias todas las habitaciones del castillo-

La dama toco dos veces una de las campanas pronto una hermosa dama de cabellos cortos y rojos se hizo presente.

-sí, dígame señora Rossie en ¿Qué puedo serle de ayuda? -

La dama observó con agrado a Niffty.

-querida debo decirte que el señor Alastor, trajo una invitada se quedará aquí por unos días por lo que necesito que llames a la condesa Claire para que me traiga algunos de los vestidos que tengo en la tienda, incluida algunos camisones.

La joven alzó su vista y vio a la hermosa dama de rubios rizos.

-un gusto conocerle señorita mi nombre es Charlotte-

Dijo la dama dando una leve reverencia, imitada por Niffty.

-un placer poder servirle hermosa dama-

Niffty habría notado los finos ropajes de la dama por lo que podía asegurar que la misma se trataba de una dama de nobleza, con una última reverencia la joven se retiró rápidamente.

-por mi parte señorita debo ir a prepararle el baño-

Dijo dándole un espacio que la joven aprovecho para salir con cuidado de la habitación en la que estaría hospedada, toco suavemente le puerta de la habitación del príncipe notando que se abrió de inmediato, por lo que ingresó con cautela, la habitación era aún más hermosa que en la que estaba hospedada, todo tenía un aroma delicioso como a pino, escucho unos pasos por lo que decidió esconderse bajo la cama, la puerta se abrió el que ingresó era el mismísimo príncipe en persona seguido por su fiel escudero Moxxie.

-Milord he escuchado que la dama en la que estoy interesado ha sido condenada por traición-

Alastor ponía atención mientras se quitaba poco a poco los ropajes que cubrían su torso.
-no me sorprende viniendo de alguien como el rey era de suponérselo.-

Moxxie sabía que Alastor no era injusto por lo que debía ayudarlo a convencerse que los matarían por causa de él.

-Mi lord no sea yo impertinente, pero ellos son inocentes. -

Alastor arqueo una de sus cejas.

- ¿ellos? ¿acaso hay más personas próximas en la ejecución? -

El joven asintió.

-si mi lord, los dos acompañantes de la princesa-

La joven no lo resistió salió de debajo de la cama y se arrodillo frente a Alastor.

-por favor, te lo ruego Alastor, toma lo que quieras de mí como pago, pero por favor salva a mis amigos. -

Alastor tomó la joven haciéndola ponerse de pie, Moxxie por su parte se retiró dejándoles solos, quedándose frente a la habitación.

-el lugar de una princesa no es a los pies del príncipe. -

Dijo el joven de manera calma y serena.

-jamás te pediría ningún tipo de pago por esto que voy a hacer querida mía, salvaré a tus amigos no porque me ofrezcas pago si no por el bien de ellos-

Los ojos de la joven se iluminaron y de la alegría abrazó al joven olvidando que este se encontraba con el torso completamente al desnudo, mientras fuera de la habitación se encontraba Moxxie quien vio salir de la habitación del frente a Rossie algo agitada.

- ¿has visto a la joven que el príncipe trajo aquí? -

Moxxie sonrió y se acercó a Rossie.

-se encuentra en la habitación con el príncipe. –

Los colores se le subieron al rostro, no podía permitir que ese seductor por muy príncipe que fuere consumara el acto antes del matrimonio, pronto entro con prisa haciendo que Alastor y Charlie se separaran.

- ¿Qué sucede aquí par de inmorales? -

Alastor estaba riéndose por la chistosa mirada reprobatoria que Rossie les brindaba y solo así Charlotte se habría dado cuenta de que el joven carecía de ropajes en su torso, haciéndola cubrirse el rostro con ambas manos, claramente no del todo bien ya que ese torso del joven la habría cautivado desde aquel día en el rio.

-no pasa nada Rossie, aunque no te niego que si es lo que piensas me hubiese encantado que pasara-

La dama tomó uno de sus zapatos y se lo tiró al príncipe quien rápidamente lo esquivo.

-eres un desvergonzado Alastor, yo no te eduque de esta manera, ¿Qué diría la pobre de tu madre si estuviere viva-

Pronto los toquidos en la habitación de enfrente alertaron a Rossie, Niffty por fin había regresado, la dama salió de manera rápida de aquella habitación, pero antes de que Charlotte le siguiera, Alastor tomó a la rubia de la mano atrayéndola hacia el robándole un fugaz beso.

-Buenas noches querida mía. -

Luego de ello Alastor se volvió a colocar sus ropajes, debían correr si querían a salvar a aquellos a los que el imbécil de Lucifer había condenado.

-Moxxie llama a cuatro de los guardas iremos a salvar a tu chica. -

El joven se alisto para armar un plan y llevar a sus secuaces a la victoria, mientras en la habitación a Rossie le esperaba la fulana condesa.

-buenas noches Rossie-

La dama sonrió con suavidad y reverencio a la fulana.

-buenas noches Condesa Claire Lanchester

La joven rubia entró observando a la condesa y a Rossie, la primera observando a tan hermosa invitada, sus rubios cabellos, su piel blanca cual porcelana, el leve rubor de sus mejillas, sus hermosos labios rojos cual cereza y aquellos brillante y hermosos zafiros que tenía por ojos.

-veo que tienen visitas-

Rossie rio nerviosa, siempre supo de las intenciones de Claire con ser desposada por el príncipe, pero sabía que Alastor era muy caprichoso por lo que veía algo casi imposible que el joven posara su vista en cualquier dama y ahí frente a ellas se encontraba la evidencia de que asi era.

-disculpe mis modales, un gusto conocerle condesa Claire, mi nombre es Charlotte-

La joven observó el ademán además de las vestimentas de la joven.

-un gusto conocerla joven Charlotte, no puedo evitar notar que usted parece de alta alcurnia-

La joven iba a responder, pero Rossie no se lo permitió.

-veo que haces muchas preguntas Condesa, por favor Charlotte querida el baño ya se encuentra listo, puedes asearte y pronto te ayudaré a vestirte. -

La joven hizo otra reverencia e ingresó al baño.

-¿Quién es esa? Y ¿Qué hace aquí? - 

Pregunta la joven condesa, la dama de nombre Rossie sonríe solo para decir.

 -pídele al príncipe la explicación. -