EL REY DE LAS MENTIRAS

EL PRÍNCIPE CAÍDO

Hace mucho tiempo había un hermoso reino, el cual era gobernado por una hermosa reina de piel morena, un hermoso y seductor cuerpo, la misma se habría casado con forajido que huía de un reino donde habitaba un Tirano de Nombre Luzbel o Lucifer como se le conocía, de esta unión nació un niño varón de piel trigueña con la mayoría de rasgos de su padre.

En una noche de invierno el padre del niño, se marchó sin más lejos de aquel reino, la dama lloró su partida luego de leer por qué se marchaba.

Los años pasaron, el niño habría crecido, a sus 5 años el mismo era amado por su pueblo y consentido por su madre y la niñera del mismo de nombre Rossie.

Al niño se le brindó un escudero el cual era como su hermano, el mismo tenía por nombre Moxxie, parecía que aquel reino se volvería la herencia del niño o eso se creía hasta que un día la tragedia tocó a las grandes puertas de aquel hermoso reino rodeado por los bosques.

El Reino se sumía en el caos, la reina escondió a su pequeño bajo el piso, aquel horrible hombre de cabellos blancos, tez oscura y unos horribles ojos color verde sin pupila alguna, dientes filosos y brillantemente verdes como los variados detalles de su vestimenta, era un espanto, esas criaturas no eran normales, eso lo comprendió el pequeño, cuando escuchó el forcejeo y los gritos de su madre, pronto la sangre de su amada y querida madre escurría de las rendijas de aquel piso de madera, Rossie llegó hasta Alastor por medio de los pasadizos secretos y lo sacó en silencio de aquel horror en el que hora su Reino se sumía, fueron pocos los que habían logrado escapar de las llamas del infierno Verduzco creado por la mano derecha del tirano Luzbel.

Al día siguiente cuando volvieron al reino, notaron las ruinas del mismo, Alastor lloró sobre los pedazos de aquel castillo donde el cadáver de su querida madre yacía, jurando al cielo vengarse de aquel a quien su madre habría matado.

Pasaron 5 años el reino de Woodstock se encontraba trabajando en el anonimato y en el secreto, mientras el Reino Morningstar donde el tiránico Luzbel reinaba habría nacido una hermosa princesa, la esposa del Rey habría engendrado a su unigénita Charlotte I Morningstar, todos en aquel horrible reino se habrían alegrado al oír la noticia pues aunque odiaren al rey amaban a su reina, la cual siempre era justa, a veces fría pero justa a diferencia de su infame esposo con el que habría sido obligada a casarse, la pequeña niña era una réplica de su padre pero con la belleza de su madre.

Durante la ceremonia del primer año de la pequeñita, el Barón Frederick Von Eldritch y Luzbel se encargaron de presentar a sus hijos y comprometerlos, el pequeño Seviathan apenas tendría 3 años si acaso por lo que ni enterado estaba sobre la situación.

Por otra parte, el joven Príncipe se aventuraba a su primera cruzada en busca de un poder que fuere mayor para poder desafiar al reino de los Morningstar, el joven tendría 11 años ya cumplidos.

Rosie esperaría el regreso del joven quien habría sido como su hijo.

Han pasado ya 17 años desde la partida del joven príncipe de Woodstock, Rosie aún seguía preocupada por el bienestar del joven, pero con la esperanza de que regresaría, la puerta se abrió sobresaltándola y haciéndola encogerse ante el frio invernal.

- ¿Aún no ha regresado Alastor? –

Preguntaba la Condesa Claire.

Los varones habrían seguido a su príncipe mientras algunas de las damas habrían decidido quedarse a vigilar y proteger el invisible pueblo de Woodstock.

-No, aun no regresa, no tengo, ni la más mínima idea de adonde ha ido, lo peor es que dijo que vendría a socavar algunas de las ideas para su venganza-

Dijo Rossie mientras invitaba a la Condesa a tomar asiento cerca del fuego para mantener el calor, Claire aun no entendía el ¿Por qué aquel hermoso príncipe se encerraba en el pasado?, teniendo un futuro con cualquier dama que él eligiere, lo que no entendía la condesa que lo hacía para limpiar el honor mancillado de su hermosa madre, pronto la puerta se abrió de golpe, el príncipe Alastor habría vuelto, la dama Rosie quien lo habría cuidado y criado como a su hijo se puso de pie y corrió hacia los brazos del pelirrojo.