El joven de cabellera rubia observaba a la muchacha caminar de mesa en mesa tomando órdenes y entregando pedidos. Le gustaba verte sonreír y también el cómo te disculpabas con nerviosismo al tropezar con algún cliente. Por eso siempre solicitaba ser voluntario para hacer las compras, con el fin de poder pasar por aquella cafetería que poseía una pequeña librería con toda clase libros. }
Cada vez que te veía interactuar con un chico que se le insinuaba sentía un malestar en su interior, ajeno a este sentimiento, se conformaba en asesinarlos en algún callejón. No sabía que era lo que le atraía de ti, quizás tu sonrisa, como tus ojos se achicaban cuando te emocionabas, O como te ves con el cabello suelto luego de quitarte el uniforme.
Te seguía hasta que llegaras sana a tu hogar, Inclusive se quedaba observando tu ventana que cayeras dormida. Después, volvía a su cabaña en el bosque.
Aunque su sonrisa iba escondida en un pasamontañas, su querido amigo con máscara afeminada podía sentir su alegre aura.
—¿Por qué tardaste tanto?
—Había una larga fila, ya sabes, el aforo de los supermercados.
—Amigo... Hace meses que el aforo de personas subió, ahora permiten a 180 o más en un recinto lo suficientemente grande como un supermercado. — La sorna llenaba su tono de voz, aunque su amigo de sudadera anaranjada sonaba tranquilo, sintió su nerviosismo.
—Bueno... Hoy estaba lleno porque era día de paga, había una fila infernal.—
—Eres un asco mintiendo.—
Brian suspira con frustración, se quita su pasamontañas al llegar a la habitación que compartían, luego se lanza a su cama donde se quedó contemplando el techo mientras te imaginaba a ti, junto a él.
—Creo que me enamoré...
El mayor se atraganta con su propia al comenzar a reír a carcajadas. Sus grandes manos descansaron en sus costillas al sentir el dolor punzante ante toda esa estruendosa risotada.
—¿Tú? ¿Enamorado? Tienes que estar bromeando.
Brian empuja a Tim provocando que cayera del filo del mueble en el que se encontraba sentado, por eso no le gustaba contarle sobre cosas sentimentales al que hace llamar amigo. Otro suspiro de exasperación se escapa por sus labios.
—¿Cómo es ella? —La voz de su compañero lo incita a que vuelva a abrir los ojos.
—Es... Preciosa, alegre, encantadora a su manera, graciosa... Simplemente espectacular.
El castaño asiente ante los adjetivos que salían de los labios de Brian, embelesado solo con recordar a esa chica. Tim deja que su mentón caiga en su palma mientras contemplaba a su amigo que expulsaba corazones, nunca lo había visto tan entusiasmado, siempre era el más tranquilo de los tres.
—¿Has hablado con ella?—Decidió finalmente interrumpirlo, porque si no él nunca dejaría de parlotear sobre ti. Gruño, pero aun así respondió.
—Un par de veces... Muy pocas, siempre que me acercó para pedirle su número o al menos presentarme, termino pidiéndole un Mocaccino junto a una dona de crema pastelera.
—Vaya, que especifico.
Su pecho volvió a sentirse cálido al recordar como tus dedos rozaban con los suyos cada vez que le entregabas aquellos pedidos. Sus manos cosquillaban y su estómago se llenaban de hormigas, caminando por todos lados provocando un sin fin de cosquillas, no de las insoportables, tú no le dabas ese sentimiento para nada.
—Bueno, suena como una preciosidad, así que si tú no le pides la cita lo terminaré haciendo yo.
Hoodie se sienta al borde de la cama en un santiamén, observa como Masky corre a la puerta mientras ríe a carcajadas, claramente en son de burla así que ignora su amenaza. Aunque igual le dejo un mal sabor de boca.
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𝐎𝐍𝐄 𝐒𝐇𝐎𝐓𝐒 𝐂𝐑𝐄𝐄𝐏𝐘𝐏𝐀𝐒𝐓𝐀𝐒
Fanfictionʜɪsᴛᴏʀɪᴀs ᴄᴏʀᴛᴀs sᴏʙʀᴇ ᴄʀᴇᴇᴘʏᴘᴀsᴛᴀs ʏ ʟᴇᴄᴛᴏʀᴀ. □ᴄᵘᵃⁿᵈᵒ ᵈᵉˢᵉᵉⁿ ᵖᵘᵉᵈᵉⁿ ʰᵃᶜᵉʳ ᵖᵉᵈⁱᵈᵒˢ ᵈᵉ ᶜᵒⁿ ᵠᵘⁱᵉⁿ ᵠᵘⁱᵉʳᵉⁿ ᵘⁿᵃ ᶜᵒʳᵗᵃ ʰⁱˢᵗᵒʳⁱᵃ.