Te veía salir del trabajo como siempre, a las 19:50, caminabas rápidamente mientras bajabas disimuladamente tu falda, que parecía ser ajustada, tu cabello suelto y tus labios que aún que no soy muy fan del lápiz labial, en ti se ven excesivamente bien, y más si es un rojo. Caminas a paso rápido hacia tu apartamento supongo que quieres llegar rápido para alimentar a tu perro o por que quieres quitarte esos zapatos incómodos, uno que otro hombre asqueroso te tiraba piropos pero los ignorabas.
Que estúpido... tu no me conoces (O eso es lo que creo) y yo parezco un psicópata... suspiro frustrado y camino detrás de ti (Pero en la otra cuadra, no quiero que te percates de mi presencia, no aún) asegurando de que llegues a salvo, no entiendo el por qué, pero tengo un deseo... una necesidad de que estes a salvo.
Recibes una llamada y comienzas a caminar rápido, trato de seguirte el paso pero te pierdo en una esquina, quizás sea ese chico con el que siempre sales y terminas llorando al final de la noche, por que el se va sin despertarte y no es por que te ves tierna durmiendo, lo cual encuentro una locura por que realmente te ves tierna, si no por que no le interesa nada más que él.
Sigo sin entender el por qué lo perdonas, no creo que realmente lo ames tiene cara de ser un don nadie, llegas a tu casa y yo me quedo detrás de un gran muro que conectaba con un callejón que estaba una calle frente a tu apartamento, así que podía ver perfectamente lo que sucedía fuera de este. Ahí estaba el esperándote, parecía furioso, que hipócrita...
Te acercas con una sonrisa al chico, pero se borra rápidamente, se puede ver como discuten. No es por ser chismoso, pero realmente quiero ver a que se debe su discusión, el te grita y tu te encoges en tu sitio, parecías rellene asustada. Él levanta su mano listo para golpearte, me exaltó y me dispongo a acercarme pero, tu le tomas la muñeca evitando el golpe, lo observas con severidad y le dices algo que parece desconcertante para él. Te acercas a la puerta del edificio y desapareces por esta, el chico suelta el aire que parece que contuvo desde que le tomaste la muñeca y se aleja extrañado.
Subo por unas escaleras que me llevan al tejado del edificio en que estaba escondido, veo tu ventana asegurando que estés tranquila, te quitas los zapatos y limpias tus lágrimas, de verdad te lastimó, me quedo observando como cierras las cortinas. Me quedo un rato ahí hasta que veo que apagas todas las luces, 20:40, tomo aire ya decidido a lo hare ahora.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
-Es de muy... hijo de perra maltratar a una mujer. -juego con mi cuchillo mientras observaba el rostro atemorizado y, notablemente sudado del chico.
-No- No sé de lo que hablas amigo. -Se veía nervioso
-Oh... Vaya que lo sabes, "Amigo". -
Él chico se trató de levantar del suelo en el que se encontraba por el golpe que le había dado. Reaccione rápido y le clavé el cuchillo en su pantorrilla, grita de dolor pero coloqué mi mano en su boca para que no lo escuchara alguien más, se podía ver sus lágrimas.
