Capítulo XXVI: Fuego

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ADVERTENCIAS: 

LEMON, LIME. 

Letras en cursivas, pensamientos. 

Prosa lírica. Tragedia.



Félix puso a enfriar un vino blanco espumante, y luego, zumo de manzana también

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Félix puso a enfriar un vino blanco espumante, y luego, zumo de manzana también. Abrió las masas de hojaldres refrigerados que había comprado, colocando una de ellas en un molde rectangular para horno, y untó mucho queso cremoso sobre ella, puso encima del queso bastantes trocitos de jamón y mucho tomate fresco picado, roció un poco de sal y pimienta, y cubrió el preparado con el otro hojaldre para luego sellar los bordes. Para terminar, con un pincel de cocina, embadurnó la capa superior con una yema de huevo. Inmediatamente, lo metió al horno y puso el temporizador en veinte minutos.

- Mari, ¿sigues enfadada?- murmuró tímidamente a su novia, quien acababa de entrar a la cocina.

Marinette cogió una naranja que había comprado y con fuerza digna de la Guardiana que era, le lanzó la maldita naranja a quemarropa. Félix logró esquivarla antes de verla estrellarse en la pared, explotando de la fuerza.

- ¡De todas la putas del mundo, Félix Graham de Vanily, de todas, te tuviste que meter con la peor! - gritó furibunda Marinette.

Félix mentalmente coincidió con Marinette, de hecho, su madre Amelie, también coincidía con Marinette. Porque Lila había sido el peor error de él con respecto a mujeres.

Lentamente, se agachó para recoger los pedazos de fruta que quedaron desparramados, luego cogió un paño y limpió sin prisas la pared de la cocina. Escuchó, como ruido de fondo, algunos sollozos en voz baja con gemidos e hipos, todos ellos procedentes de su novia.

- Marinette, algunas veces no somos lo que queríamos haber sido... Algunas veces, nuestros sueños se vuelven pesadillas... Yo sólo quería pasar buenos ratos, una buena vida, para luego, años después, hundirme en el trabajo como era mi destino. Pero no todos estamos llamados a ser santos, ni a ser inmaculados como un bebé, ni tampoco podemos ser puros en un mundo corrupto. - Se acercó lentamente a ella por detrás, abrazándola la cintura.

- Hubiese querido conocerte desde el principio, desde siempre, antes que a ella, antes que a nadie, desde el instituto o quizá antes...pero si eso hubiera pasado, ¿hubiéramos sido lo que somos?, ¿me hubieras amado, Marinette? ¿Así como me amas ahora? ¿lo hubieras hecho?- con mucho temor, le dio un beso en la mejilla muy cerca de su oreja.

Ella sólo cubría sus ojos con sus palmas, sollozando.

- Nos amamos porque nos encontramos en el momento preciso, Marinette, ni antes ni después. De eso no tengo dudas, quizá si hubiese sido antes me hubieras deslumbrado, pero quizá...quizá te hubiera dejado ir... o te hubiera hecho daño, o qué se yo...Marinette, yo nunca...yo nunca...pregunté...pregunté por tu pasado...no te pregunté por los que estuvieron antes que yo, no te pregunté por Luka, ni por Adrien, no...ni siquiera por él...y no me importa saberlo, no porque no lo valore, sino porque, me amas y yo te amo, y eso...es lo que de veras importa...que nos amemos, en este momento. Todos tenemos un pasado, el mío peor que el de muchos. Y Lila es parte de ese pasado, ella y otras muchas más. -

Desde Londres, con amor---MLB---FelinetteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora