Félix lanzó su Schorn y su arco en la funda de piel y terciopelo, cogió su bolso, su abrigo y salió pitando de ahí.
- ¡Mr. Graham, espere! Estuvo genial ahí fuera, ¿volverá a tocar con nosotros en el siguiente concierto? - le gritó el director, al verlo huir de ésa manera.
Lo que él menos quería era volver a tocar con ellos, no lo necesitaba, no veía beneficios. Pero contestar a esa pregunta le iba a tomar tiempo, así que para quitárselo encima, se detuvo unos segundos y sólo respondió con un escueto asentimiento de cabeza y le dijo:
-Sí. Debo irme. Adiós.-
- ¡Pero Mr Graham! acaso no viene con nosotros a cen...-
Félix no podía perder más tiempo, siguió hacia delante, mientras intentaba alcanzar su móvil en su bolso. Mierda, donde estás. Cuando lo encontró, lo desbloqueó con sus iris, y habló: Hey Bixby, abre el Instagram de Adrien Agreste. En dos segundos, tenía en su pantalla el perfil de su primo, fue al archivo y empezó a buscar.
- Marinette Dupain-Cheng- pronunció.
Y cuando dijo ese nombre, una cálida sensación le inundó el pecho, como si alguien pusiera una bolsa de agua caliente. Le parecía un nombre peculiar y a la vez, un nombre precioso.
- La novia de mi primo- continuó diciendo.
Exactamente no era su novia, nunca lo había sido, si mal no recordaba, la novia de Adrien había sido o seguía siendo, Kagami Tsurugi, la magnate japonesa.
Poco le importaba a Félix la situación sentimental de Adrien, así como a Adrien poco le importaba lo que le sucediera a Félix. Sus relaciones personales se habían ido deteriorando con el paso de los años y se habían agudizado cuando Adrien dejó París para largarse a Tokio con Tsurugi, después del escándalo Agreste. Dejando colgados a su madre y a él, así que le valía tres hectáreas de polvo el estado actual sentimental de su primo.
Bajó las escaleras prácticamente de un salto, tropezó del impulso y siguió corriendo. Notó que el público continuando saliendo del auditorio, formando un cuello de botella. Bien, muy bien, todavía no ha salido. Amainó el paso y con la mano del móvil, se intentó arreglar el bendito mechón que llevaba suelto. Debo arreglar mi maldito pelo. Suspiró, ya relajado, ahora sólo debía esperar y agudizar la vista.
Fue en ese instante en qué se preguntó la razón por la que estaba ahí, absolutamente desesperado y con prisas, esperando a una mujer casi desconocida para él.
No encontró ninguna.
Titubeó entonces, ¿debía quedarse?¿qué le diría?. Parpadeó y se miró, su abrigo mal puesto, el bolso malamente colgado, su Schorn metido con prisas en su funda, su pelo desordenado. Cuando subió la mirada al frente, Félix decidió que tomaría la salida de emergencia y no la principal, no tenía sentido ir a buscarla ¿para qué? ¿para pedirle perdón? ¿para preguntarle si se volvió a confesar? ¿para preguntarle si Adrien, el tonto, la habría rechazado y escogido a Tsurugi en vez de ella, a pesar de confesarse?
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Desde Londres, con amor---MLB---Felinette
RomansaMarinette se muda a Londres por razones personales. Mientras tanto, Félix ha vivido una vida, un poco alborotada. Depresión, soledad, frustración. Y un encuentro inesperado. Pero el amor es así, ¿no? ...Marinette, por lo tanto, deberá tomar decision...