*Reto Omegacember con el universo mágico de Harry Potter.
31 días, 31 situaciones con los personajes del universo de Harry Potter.
La mayoría de Shipps son LGBTQ+
*Participo en el reto de la fanpage @Es de Fanfics.
*Los personajes no son míos, desca...
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Día 10 "Parche"
Draco observaba fascinado el cuello de Harry. El pequeño oji-verde había caído dormido apenas se separó de él, Draco no tardó en seguirlo.
Pero ahora, que según el tempus son las 6 AM, él ya estaba despierto, y no había dejado de ver a Harry.
Al fin era suyo.
Para siempre.
La idea lo mareó un poco, jamás creyó que llegaría el día en que se uniera a alguien por... Amor.
Se sentía raro.
Tenía la idea de casarse con alguien a quien sus padres consideran lo suficientemente puro e importante, como para seguir con el legado Malfoy y esas cosas.
Le sorprendió que hayan aceptado su relación con Harry, aunque, si tomamos en cuenta que sus padres se unieron por amor, no debió haber sido sorpresa.
Hasta Lucius le había dado algunos consejos para el cortejo, y Narcissa le había hablado sobre futuras cenas familiares entre los Potter, Black e incluso Crouch, ya que todos ellos eran la familia de Harry -y parte de la suya-.
Recuerda también, que su madre le había dicho que después de ser marcados, los omegas necesitan dar atención a la herida, para que no se infecte y pueda cicatrizar bien, ademas de que dormirán mucho.
Con algo de renuencia salió de la cama y fue a darse una ducha rápida, cuando salió, Harry seguía dormido, dejó un último beso en la maraña revoltosa de cabellos negros y salió de la habitación.
Como era de esperar, todo estaba en silencio.
Caminó a paso suave por los pasillos, en silencio, solo quejándose un poco por el frío que hay en esta parte del castillo.
—¡Hola Draco!— perdido en pensamientos como iba, ni siquiera escuchó a la otra persona.
Alzó la mirada, se tensó cuando reconoció la melena pelirroja y los ojos verdes, que parecían brillar aún entre la oscuridad.
—Profesora...¿Cómo se encuentra?— saludó, con aparente tranquilidad a su suegra.
—Oh, muy bien, vengo de desayunar con Sev, le encanta desayunar al alba, yo no entiendo porqué pero es bueno pasar tiempo con mi mejor amigo— comentó, con una encantadora sonrisa, tan parecida a la de su Harry. Draco asintió, solo porque sí—¿Y Harry?— preguntó la mujer, mientras se asomaba detrás de él, buscando a su hijo.
—Está en- am- en el cuarto— respondió, nervioso. Sonrojándose un poco por la vergüenza.
Lily le miró interrogativamente, pero entonces pareció entender algo, pues sus ojos se abrieron por un breve instante, luego le volvió a hablar.
