04▪︎Visitas inesperadas

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Como estuvieron muy activos en el capítulo anterior, les dejo este de regalo <3

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Harry no piensa en absolutamente nada después de la tercera cerveza, ha comido demasiado y su cuerpo está en el punto de relajación en el que no puede, ni quiere moverse de la suavidad de la alfombra. El apartamento de Johan es cálido, esta decorado sutilmente elegante, en distintos colores otoñales, es lo suficientemente espacioso para dos personas, y la sala de estar es realmente cómoda.

-Siempre fue muy obvio tu interés por él- Johan murmura desde el otro extremo de la alfombra.

Suspirando Harry asiente, ni siquiera recuerda en qué momento comenzó hablar de Louis, aún cuando había pensando en no hacerlo, no quiere pensar en él sin embargo esta tan dolido que no puede sólo no hacerlo, a pesar de todo, de todas las cosas que ha dicho Johan se ha mantenido al margen, dándole comentarios acertados sin sobrepasar el límite, es tan educado y amable que Harry no entiende como es que no se fijo en él durante todo este tiempo, se la paso tanto tiempo mirando a una sola persona que casi borra al resto de su panorama.

-Lo sé, fui demasiado ridículo a su alrededor ¿no es cierto?- sonríe arrastrando los labios en el borde de la cerveza antes de tomar un largo trago.

Johan niega, hay un brillo cálido en su mirada.

-Todos somos un poco insistentes cuando alguien realmente nos gusta.-Intenta tranquilizar, pero en el fondo Harry sabe que no es cierto.

-Solía observarlo los primeros días, me agradaba pasar el tiempo escuchándolo tararear.- Recuerda forzosamente, hay una molestia distante instalada en su pecho.

-Es un tipo agradable-. Johan dice.

Harry no sabe si reírse porque Louis nunca fue agradable con él, o llorar por la misma razón.

-Sí, es sólo que yo no le agradó- admite en voz baja. -Siempre fue claro al respecto, nunca me dio ninguna emoción positiva cuando le saludaba, cuando estaba cerca en general.

Odiándose por sonar tan débil, Harry se traga el malestar, y suprime en un suspiro cuando Johan se acerca, no le incomoda, de hecho le agrada sentirse escuchado al menos por una vez, no espera tener más que esto, no quiere sentirse diferente a esto, pero cuando él le abraza suavemente, disponiendo toda su tranquilidad, Harry se acurruca sin pensarlo, como si estuviera acostumbrado a ello, y es en realidad que tiene tanto tiempo sin ser abrazado que jodidamente esta necesitando que lo hagan, por un momento, sólo unos segundos y estará bien.

-Simplemente no es para ti, no tienes que rogar por atención, la persona correcta te la daría sin que tuvieras que pedirla.- Johan Susurra contra oído.

Harry quiere responder, pero a parte de no tener palabras, hay un nudo en su garganta que le limita, lagrimas calientes mojando sus mejillas y un sentimiento de desilusión acariciando su corazón, entonces esta bien llorar un poco, sentirse miserable, reconocer su propia infelicidad no le molesta.

Fue tan osado en el pasado que es realmente vergonzoso, no se trata del tiempo perdido, sino de la persona en la que se ha convertido, en un pobre tonto que se amolda a todos, a cada petición del resto por simplemente agradar, para evitar malos momentos, últimamente su vida misma es un desastre, así que no puede sentirse peor, no hay nada tan malo como sentir que no hay valor en tus acciones, es por eso que se aferra a la única persona que a tomado sus sonrisas fingidas y las ha correspondido con sinceridad.

-Soy un desastre- susurra con la voz cortada.-Odio haber nacido de esta manera.

Recordarse en aquellos tiempos cuando su padre aún le sonreía, y su madre le abrazaba por las noches duele más que cualquier otra cosa, sin embargo hay una astilla firme en su cabeza recordándole que a pesar de todos sus intentos no fue lo suficientemente bueno para Louis.

SEDIENTO|  L.S Donde viven las historias. Descúbrelo ahora