Cuando Harry despierta, se encuentra a sí mismo desnudo y, completamente solo. Sin embargo, no se siente mal al respecto, sabe cuán importante es para Louis mantenerse orbitando ante la cerrada idea que tiene sobre el no sentirse atraído por él.
Le gustaría decir que sus recuerdos son un borrón de alcohol y sexo, pero para su mala suerte todo está fresco y claro en su mente; como si eso fuera poco, su cuerpo se está encargando de recordarle los detalles, se siente dolorido en algunas partes y, está algo pegajoso.
Si pudiera desglosar todo lo que ocurrió, Harry está seguro que no habría nada de lo que pueda arrepentirse, finalmente, todo lo que hizo fue porque lo deseo, porque quiere a Louis tanto como se pueda querer a alguien, pero luego recuerda a Johan, y todo se siente realmente mal.
Ahora, muy a parte de lo que Louis deba querer en este momento, del rechazo que seguramente debe estar sintiendo, de cualquier cosa que ahora extralimite, o límite, completamente su relación, lejos de ello, Harry todavía está intentando mantener la calma. Aún demasiado aturdido para pensar en las consecuencias que le traerá el haberse expuesto con Louis, tanto física como sentimentalmente, todo aún sabiendo cuán cruel puede llegar a ser cuando se siente presionado por cualquier situación en general.
Harry cree que no debería importarle, a pesar del sexo, de la intimidad que pudieron compartir, lo que hubo entre ellos no hace mayor diferencia en lo que pueda pasar en el futuro. Sin embargo, cuando a terminado de vestirse, mientras camina por el pasillo y se encuentra con los destrozos de la fiesta, esparcidos por cada superficie visible, Harry hace una comparación absurda entre su complejidad y está nueva realidad.
Esta mañana, después de haberse divertido, después de haber bebido y bailado hasta el cansancio, después de haber alcanzado el clímax máximo de la felicidad, ahora todo lo que queda es un desastre que alguien tiene que limpiar, a simple vista todo podría volver a quedar como lo estaba antes, pero esas manchas en las paredes no tendrán más solución que ser cubiertas con pintura, sin embargo, aún haciéndolo, todos saben que la mancha sigue debajo, extendiéndose por la pared como el moho, sabiendo que con el tiempo se volverá visible, porque sólo fue cubierta superficialmente, casi como vendar una herida y, fingir que realmente nada, nunca pasó.
Al final obtuvo una parte de lo que deseo tener por mucho tiempo, pero a cambio tendrá más noches de infelicidad de las que puede imaginar.
Envuelto en un mar de pensamientos, Harry camina hasta la avenida más cercana y ahí toma un taxi. Él se dirige al lugar menos indicado, al menos en este momento se siente así, sin embargo, es al único sitio al que puede ir; consciente de que por primera vez las cosas con Johan serán incómodas.
Harry no leyó los mensajes, no atendió sus llamadas, no se molestó en hacerle saber que estaba bien, no hizo nada más que traicionar a la única persona que se preocupa, genuinamente por él.
Más tarde, cuando está a punto de llamar a su puerta, Harry siente que puede aspirar en el aire la vergüenza, su propio descaro le molesta. Piensa en que dirá, o que pensara Johan cuando lo miré.
Tomando un respiro, él finalmente lo hace, para cuando la puerta suena y se destraba desde el otro lado, todo lo que puede hacer es quedarse quieto; expectante de lo que pueda pasar, sin embargo, Johan no es quien lo recibe, lo hace una sonriente y hermosa mujer, ella le da una mirada algo escéptica, pero no ve a Harry con desagradó.
-¿Eres amigo de, Johan? -ella le cuestiona, con un tono de voz agradable.
Atontado y un poco confundido, Harry asiente.
-Oh, él está tomando una ducha, pero puedes pasar, seguro que no tardará en salir -la mujer murmura, mientras se hace a un lado para cederle el paso.
-Gracias -susurra cuando pasa a su lado.
Sintiéndose avergonzado por su aspecto deplorable, Harry evita mirarla, tan cohibido como pocas veces en su vida.
Al entrar al departamento un aroma sazonado inunda sus fosas nasales, huele a hiervas, a carne en cocción, de esos olores agradables que despiertan el apetito.
-Le diré a, Johan, que estás aquí -ella dice, todo sonrisas y miradas amables.
A Harry se le hace familiar, es una mujer joven con bonitas facciones faciales, además de ser alta, tiene curvas en los lugares correctos, cabello castaño y ondulado, y unos ojos de un azul oscuro preciosos.
-Está bien, gracias -Harry musita, tardíamente.
Ella asiente, y luego comienza a alejarse en dirección de las habitaciones.
Finalmente solo, Harry suspira, no deseando que esta mujer sea alguien con quien Johan haya pasado la noche, porque de haberlo hecho, Harry tendría varias cosas que reprocharse, definitivamente, no a Johan.
Cuando la mujer regresa, ella todavía le sonríe con afabilidad.
-Puedes pasar a la habitación, Johan, dice que sabes cual es -le hace saber.
Él lo sabe, por lo que no le queda más que agradecer. Luego comienza a caminar, sintiéndose mareado, no quiere afrontarlo, le duele el estómago, y una sensación asfixiante se cierra en su garganta.
Cuando llega, Harry se da cuenta que la puerta está abierta, por lo que no tiene la posibilidad de perder unos cuentos minutos escondiéndose detrás de ella. Sentado al borde de la cama está Johan, vistiendo unos cómodos pans, con el torso descubierto, el cabello húmedo y los labios rosados, su mirada es más grisácea está mañana.
-Lo siento -murmura en voz baja, es lo único que se le ocurre decir, es lo único que siente debe decir.
Porque, Harry no quiere decir nada. Harry no quiere lastimar a nadie. Harry no quiere decepcionarlo. Harry no quiere quedarse solo. Harry quiere llorar.
Johan parece entenderlo, pero no sonríe, no le mira como antes, quizás porque lo sabe, y no quiere las explicaciones descaradas de Harry, probablemente sea por eso que no hay una pizca de alegría en él.
-Malena, nos está esperando para comer -comenta. -Supuse que querrías ducharte, así que dejé tus cosas en el baño -habiendo dicho eso, tomo la camiseta que descansaba a su lado, en la cama, y luego salió de la habitación.
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Hola, ¿cómo están? Les traje un capítulo corto, porque me apetecía que fuera así, el próximo será un poco más largo, y estará disponible este domingo.
¿Qué piensan sobre este?
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Nos leemos prontito.
Les quiero.
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SEDIENTO| L.S
RomantikLa vida de Louis Tomlinson se ha complicado durante los últimos años. En la actualidad acompaña a su padre en el proceso de su enfermedad, una lucha que les ha tomado demasiado tiempo y que ha terminado por causar grietas en su estado emocional. Ad...