SEDIENTO| L.S

17▪︎ Una necesidad delirante

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Los comentarios y votos han bajado un montón :(

Lamento no actualizar tan seguido, doy cuento puedo, y me duele perder lectores y las interacciones por no mantenerme activa, trataré de subir capítulos seguidos.

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El techo de su habitación no es blanco, hay manchan en las esquinas y, ciertas partes lucen amarillentas a comparación del resto. Harry llegó a esa conclusión luego de pasar al menos una hora observándolo. Así que esta pensando en hacer algo al respecto, sin embargo, no puede hacerlo ahora, porque tiene que ir a trabajar.

Paso la noche en vela, lamentándose por su miserable vida, llorando por cosas que no tendrá jamás y, deseando ser amado cuando sabe perfectamente que ha jodido una posible sana relación con un buen hombre al que a pesar de haber lastimado sigue comportándose de la misma manera. Y después de haber tenido suficiente dolor, se pasó la madrugada viendo una serie de televisión mientras comía cualquier comida chatarra que consiguió en los rincones de la cocina.

Ahora, cuando falta nada más media hora para que su padre toque la puerta para decirle que es momento de desayunar, Harry decide que tomara una ducha corta, que lavara sus dientes y cepillara su cabello. Quizá, puede que hoy use un atuendo lindo y, si tiene suerte lucirá tan bonito que no le hará falta recibir la atención de alguien más para sentirse bien.

Finalmente desnudo y, habiendo vaciado su vejiga en el retrete, Harry se mete bajo el chorro de agua tibia que rápidamente reduce el estrés que cargaba en el cuello y los hombros. Luego, toma en su mano una pequeña porción de jabón líquido con el que masajea su cuero cabelludo hasta que se siente limpio.

En la bocina que reside en uno de los estantes del baño se reproduce Turning page, la melodía lo aísla de su realidad y, al mismo tiempo lo hunde tan profundo que su cuerpo y alma y corazón se sienten frágiles, a la merced de un monstruo que se burla de la necesidad con la que anhela el poder dejar de sentir que la vida duele más con cada respiración.

Mientras el agua enjuaga la suciedad de su cuerpo, Harry padece una cruel agonía que quema y deja heridas en su corazón. Esta mañana las lágrimas corren por sus mejillas sin que pueda saborearlas, pero su rostro se siente caliente y su garganta duele tanto que quiere gritar para aliviar el dolor.

Más tarde, cuando ha terminado su rutina de aseo personal, busca en el clóset algo que pueda usar. Termina decidiéndose por un pantalón ancho de pinza en color beige que va a juego con un blazer en el mismo tono y, que usa sobre una camisa blanca informal. Deja los zapatos para después, aunque esta seguro que terminará usando las converse blancas que descansan junto a la cama.

Se observa en el espejo y, agradece que el reflejo sea lo que esperaba.

Él también usa algunos accesorios, como un par de anillos y una pequeña cadena con un dije de estrella.

Su piel no luce tan bien como le hubiese gustado, pero se ayuda con un poco de crema humectante que la hace brillar, además se aplica un poco de colorete en las mejillas aunque es lo suficientemente sutil para que su padre siquiera lo note. En los labios lo único que usa es un hidratante con olor a mango pero que no tiene color. Por último, cepilla su cabello y, luego lo acomoda con los dedos hacia un costado de madera en la que su rostro quede descubierto.

Algunos minutos más tarde, sentado a la mesa mientras su madre sirve el desayuno, Harry se siente como un extraño.

A comenzado a olvidar como se siente mantener una conversación con su madre, su voz es tan lejana ahora que no puede sentir un afecto cálido al recordarla.