SEDIENTO| L.S

16▪︎ Divagar en sí mismo

Interactúen mucho, así les subo el próximo, mañana.

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Aburrido y cansado, Harry suspira, y luego observa la hora en el reloj de la computadora en el mostrador de la tienda.

En los últimos días, su vida no está yendo peor de lo que esperaba. Pero cada vez que recuerda a Louis, y todo lo que sucedió aquella noche, su estómago se revuelve, y no puede dejar de sentirse desdichado.

Lo tuvo todo, besos y caricias, finalmente obtuvo más atención de la que había esperado tener, sin importar que lo momentáneo que fue, Harry no se arrepiente, aunque lamenta haber reducido los sentimientos de Johan, y haberle provocado un sufrimiento que no merecía. Y sin embargo, ahora lo ha perdido todo, mientras los días pasan con tanta rapidez, Harry entiende cuán equivocado estuvo.

Últimamente, se siente triste todo el tiempo, y su personalidad energética ahora no es más que un simple recuerdo.

Harry lo odia. Odia que su vida no merezca la pena, y que su familia sea un completo desastre. Odia que su padre le recalque día a día el ser homosexual. Y, se odia a sí mismo por se tan miserable y débil.

Es desgastante para él, llegar a casa y recibir un gran sermón, ir a la cama, y no hacer más que mirar el techo con el pensamiento nublado. Es deprimente tener que trabajar junto a los dos hombres, por los cuales su desgraciado corazón no deja de sentirse desdichado.

Por las mañanas, sentado detrás del mostrador, Harry observa a Louis.

Es un hombre obstinado, demasiado amargado para su edad. Pasa el día ordenando cosas por aquí y por allá, habla de vez en cuando con Joseph, aunque eso casi siempre parece ponerlo de peor humor. En cuanto a su comportamiento, Louis no cambió mucho después de esa noche, pero Harry lo siente, percibe su rechazo, incluso más de lo que lo hacía antes.

Respecto a Johan, él sigue siendo igual de amable, saluda a Harry con una grandiosa sonrisa, y su mirada gris todavía es brillante y cariñosa; aunque a diferencia de antes, ahora se mantiene distante. No indiferente, pero parece estar huyendo de la situación, de Harry, de sus sentimientos, de cada cosa que los relacione.

Harry lo entiende, puede entenderlo a él más que a nadie, pero le duele, de cierta forma ahora que dejo de tener su afecto, se dio cuenta de que sus sentimientos por Johan son más fuertes de lo que creía, sin embargo, sigue estando esa distancia abismal que no tiene similitud alguna con lo que siente por Louis.

-Deja de pensar en ellos -se ordena a sí mismo, y luego finge una sonrisa cuando nota a una mujer observarlo con extrañeza.

Más tarde. En la hora de la comida, Harry se acurruca en la esquina de un viejo sofá, mientras el resto de sus compañeros mantienen una conversación trivial.

Simultáneamente, mientras come trozos de pollo y espárragos, comparte disimuladas miradas con Johan, e increíblemente, algunas otras con Louis.

Ambas miradas son diferentes, casi puede leer la necesidad en Johan, y en Louis, todo se siente tan confuso, e irracional.

Cuando alguien ocupa un lugar a su lado, Harry desvía su atención a dicho sujeto, pronto registra a Joseph, que le sonríe con amabilidad.

-En tu lugar, yo estaría volviéndome loco -Joseph dice, y luego toma un trago del jugo que lleva en la mano derecha.

Harry sonríe, apenas un estímulo a su agotado ser.

-¿No lo aparento?-murmura, dándole una mirada complicada. -Porque realmente me siento así.