Capítulo 30

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Nos sobresaltamos ante aquella voz y volteamos con rapidez

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Nos sobresaltamos ante aquella voz y volteamos con rapidez. Gian empuña su espada al tiempo que Neisan toma una de sus flechas. Mis ojos se posan en la dueña de la voz, a quien reconozco como Ashia: Mi amiga y antigua dama.

Luce agotada, hay ojeras debajo de sus ojos y su entrecejo se encuentra levemente fruncido, observa a los muchachos con confusión e incluso miedo.

Cuando deposita su mirada en mí, la expresión de confusión en su rostro es reemplazada por una mezcla de alegría y sorpresa.


—Princesa… —susurra sorprendida.


Avanza a paso rápido hacia mí y me envuelve en un abrazo que correspondo dudando luego de unos momentos. Han pasado años desde la última vez que recibí una muestra de afecto como esta, ya no sé cómo reaccionar ante un acto de amor o cariño. Me han destrozado tanto que he llegado al punto de sentir incomodidad o asco al ser receptora de una muestra de afecto como esta.

Pasados unos minutos me separo de ella y doy un paso atrás. Su sonrisa es aún más amplia mientras me recorre con la mirada y, al llegar a mis ojos, le correspondo con una sonrisa forzada e incómoda.


—¿Qué hace usted aquí? Si algún guardia la ve o descubren que está aquí…

—No tienen por qué enterarse —interrumpe Gian —, y si lo hacen, ya sabremos quién nos delató.

—Calla, Gian —le ordena Neisan mientras sonríe embobado a Ashia —. Mi nombre es Neisan. Es un placer conocerla, mi lady. Disculpe el mal humor de mi amigo.


Gian pone los ojos en blanco. A pesar de mis esfuerzos, una pequeña sonrisa se forma en mi rostro. La nostalgia me invade, recordando aquellos momentos en que Finn coqueteaba con Ashia y tenían sus discusiones con las que solía divertirme. Ojalá todo volviese a ser como antes.


—Mi nombre es Ashia, y no soy una lady…

—Eso no quita que sea hermosa.


Ella abre los ojos con sorpresa y Gian contiene una risa.


—Gracias. —murmura finalmente.

—Ashia —llamo su atención —. Hemos venido a llevar a cabo una misión importante. Claramente, nadie debe saber que estamos aquí. Puedo confiar en ti ¿cierto?

—Claro. Por supuesto que sí, Majestad. —responde mientras asiente con la cabeza.


¿Lo malo de haber sido traicionada? Que se te dificulta confiar en las personas. La confianza es como una gran torre construida con cartas; toma tiempo construirla y un solo soplido basta para destruirla. Cuando has sido traicionada por miembros de tu propia familia ya no confías en nadie, porque si tu propia sangre te falló ¿qué esperar de los demás? Ashia asegura que puedo confiar en ella, pero eso no es tan sencillo.

Fuego y Cenizas ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora