Los monstruos se crean, no nacen así. Y cualquier alma abusada y torturada no tendría tiempo de sanar.
•••
De niños escuchábamos historias y cuentos de hadas en los que el bueno siempre ganaba, pero nunca nos paramos a pensar en qué llevó al villano...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
21 de febrero de 1804
Estoy en mi primera reunión formal con las Cortes de Quaxon.
Una vez al mes se realiza una junta en la que participan las cuatro cortes del reino y el Consejo Real de Quaxon. Ya que mi coronación está cada vez más cerca, se me ha otorgado el permiso de participar en la reunión como un método de introducción y aproximación a lo que tendré que hacer cuando ascienda al trono.
Distribuidos en las sillas que rodean la gran mesa redonda, se encuentran los gobernantes de cada Corte: Lady Gaia representando a Terra, la Corte de Tierra. Lady Aria en representación de Air, la Corte de Aire. Y Lord Ashbel, el gobernante de la Corte de Fuego, también conocida como Ignis. Además de ellos se cuenta con la presencia de mis padres y dos nobles que pertenecen al Consejo Real.
— Majestad, solicito una vez más su ayuda para tratar el problema de la pobreza en Terra.—dice Lady Gaia.
Aunque se ha expresado con total respeto y siguiendo el protocolo, su mirada contiene ira y desprecio. A juzgar por la intensidad con que lo ve, como si se contuviese de lanzarle cuchillos, parece haber realizado la misma petición un sinfín de veces.
Grandes sectores de la población de Terra viven en situaciones de pobreza tan desesperadas, que literalmente no tienen qué comer. La Corte de Tierra basa su economía en la agricultura. Y resulta un tanto ilógico que los principales proveedores de alimento no posean alimentos para ellos.
— ¿Alguien desea presentar un asunto de mayor importancia o gravedad? —inquiere el consejero principal de mi padre.
— No creo que haya un asunto de mayor importancia o gravedad que gente muriendo de hambre. —espeta la gobernante de Terra.
Lady Gaia es una mujer negra con una cabellera repleta de pequeños rulos. Según Brais, es bastante temperamental y en más de una ocasión se ha metido en pleitos verbales e incluso físicos.
— Tal vez sí lo haya. —interviene mi madre.
— O tal vez solo intenten evadir el asunto para que no se les recuerde la deuda que Aqua tiene con Terra.
Mi madre no responde y el lugar se sume en un silencio absoluto. Lady Gaia observa a mis padres desafiante y ellos le devuelven la mirada con odio. Finalmente, papá se echa hacia atrás en su silla y recorre el lugar con la mirada antes de concentrarse en quien gobierna la Corte de Tierra.
— Considero que debería controlar su tono de voz, Lady Gaia. Al igual que su temperamento. No conseguirá nada con la violencia —no permite que ella le conteste y sigue hablando, esta vez dirigiéndose a mí —. Ivy, ¿qué tienes para aportar?
Ante las palabras de mi padre, todos posan su mirada en mí. Algunos de ellos parecen sorprendidos, supongo que no se esperaban mi participación en la reunión. Tal vez creían que permanecería aquí, sentada en silencio como en cada reunión anterior.
Me remuevo en mi asiento, incómoda, bajo la mirada pero vuelvo a levantarla al recordar las palabras de cada institutriz que tuve: “mentón en alto y mirada al frente”. Según ellas, una muestra de no dejarse intimidar. Aclaro mi garganta antes de hablar.
