Paso 5

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Mantén en secreto un sueño que te acerque más al chico.

Denki llegaba tarde y hacía frío. Abracé mi termo de chocolate caliente, que apenas me estaba ayudando a soportar mis cero horas de sueño, mientras lo esperaba en la entrada del garaje. Di un vistazo a mi móvil y la aplicación del tiempo me mostró que la temperatura era de diez grados. Estaba a punto de enviarle mi cólera a Denki en un mensaje cuando oí un fuerte ruido metálico justo cuando la muerte sobre ruedas color amarillo, a la que él apodaba cariñosamente Rayo, doblaba la esquina. En ese instante pude sentir cómo todos mis estirados vecinos corrían sus cortinas para ver aquel automóvil tan ruidoso.

Denki llevaba la música a todo volumen, pero el traqueteo del coche no me permitió notarlo hasta que estación frente a mí. Subí y al momento le bajé el volumen al electrodance.

-Dios, vas a quedarte sordo. Ya sea por la música horrible o por tu chatarra de coche. ¿Te has dado cuenta de que Rayo tiene roto el escape?

-El otro día me llevé por delante el patinete del vecino, tal vez sea por eso.
¿Has estado hibernando por el incidente del pantalón?

-En parte.

-Bueno, me alegra comprobar que no estás muerto. Si no fuera por la misteriosa publicación que colgaste ayer por la noche en Insta, ya habría enviado a la policía -dijo mientras golpeteaba el volante con sus uñas de color negro.

-Lo sé, lo siento. Es que he estado supermetido en algo este fin de semana.

-Y mírate hoy, todo elegante.

Llevaba el uniforme de invierno y un chaquetón.

-Denki, es el uniforme.

Por su parte, Denki llevaba el mismo uniforme pero customizado y un abrigo vintage de color brillante. Los labios pintados y el pelo revuelto y cardado.

Me miré a hurtadillas en el espejo lateral. Había logrado domar mis rizos con unas ondas suaves enmarcado mi rostro. De repente , me vino a la cabeza una imagen del dibujo que Katsuki había hecho de mí, con el cabello peinado hacia un costado.

-Tengo algo que decirte.

-Vaaaale, te escucho.

-Bien, siempre me ha parecido una tontería que, a pesar de lo bien que me va en tantos otros ámbitos, no pueda conseguir novio debido a mis flirchazos. Es evidente que necesito cierto toque, ese que todos vosotros, amantes extremadamente desarrollados, parecéis poseer.

-Gracias.

-De nada. Pues bien... ya sabes que mi madre ve un montón de esas series coreanas.

-Sí, me parece adorable.

-Vale, pues después de que un chico me viera la ropa interior de All Might el viernes, me lancé a ver un montón de series. Unas tres.

-¿Tres episodios?

-No, series. Series completas.

-¿Has visto tres series completas en un fin de semana? ¿No tienen como cien capítulos cada una? -Me preguntó incrédulo mientras doblaba por la calle principal.

-¡No! Estas son diferentes: solo tienen unos diez o veinte capítulos.

-¡¿Cómo?! ¿Estás tomando drogas o qué?

-Me vi empujado por el flirchazo tan épico que sufrí. Y llámame loco, pero que Katsuki y yo tuvimos un momento serio.

-¿Hablas de cuando se te cayeron los pantalones?

-¡Denki!

Llegamos al instituto.

-Vaaaaale. ¿Un momento serio? Pero ¿no lo conociste unos treinta minutos antes de... lo que ya sabes?

A Dorama for IzukuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora