Capítulo 18

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[Gánate a su familia]

Estuve viendo videos tutoriales hasta el agotamiento, pero seguía sin poder pintar un árbol de Ginkgo que se distinguiera de un perejil.

Faltaban horas para la muestra benéfica, donde los chicos del Club y yo por fin exhibiríamos nuestros trabajos. Estaba terminando mi obra en el último momento, algo poco característico de Izuku. Añadí una mancha de pintura azul a una de las ramas. Cuando se lo mostré a Katsuki, hacia unos días, él me había explicado, con tooooda la paciencia del mundo, que uno puede ver los colores inesperados en todo sin tan solo apaga por un ratito las percepciones literales del mundo que lo rodea. Por desgracia, estaba demasiado acostumbrado a ver las cosas en su forma literal.

La alarma del teléfono me avisó: ¡Muestra de Arte! Apareció en la pantalla. Puse un ventilador apuntando hacia la pintura para ayudar a acelerar el proceso de secado, luego corrí escaleras arriba y consideré las opciones que tenía para vestirme. No se trataba solo de la exhibición de arte, también iba a conocer a la madre y al padrastro de Katsuki. Llevábamos saliendo unas semanas y yo había insistido en conocerlos. Sentía mucha curiosidad por esa madre cretina a la que Katsuki odiaba.

Mi madre estaría trabajando hasta la hora de la muestra, así que tenía la casa solo para mí antes de que Katsuki pasara a recogerme. Puse música a todo volumen, y tras media hora arreglándome, estaba afuera esperándolo. El coche de su madre apareció en mi vista y lo saludé con la mano. Me alisé la camisa, mientras con la otra mano sostenía la pintura.

-Qué guapo -dijo una vez que coloqué la pintura en el asiento trasero.

Luego se inclinó para besarme y acomodarme un mechón de pelo.

-Gracias. No sabía qué ponerme. -Me sonrojé, no estaba acostumbrado a la extravagancia de ser el novio.

-El código de vestimenta es "elegante". -hizo un gesto apuntándose a él mismo.

-Está claro -contesté mientras reía.

Se estiró para cogerme la mano y la sostuvo mientras conducía. Dejamos el cuadro en la galería del profesor y luego nos dirigimos hacia la casa de la madre de Katsuki.

-Uuuauuu -resoplé en cuanto la casa quedó a la vista. Era de estilo europeo. Muchos árboles rodeaban la finca. -Es realmente bonita.

-No tengo nada en contra de la casa, se trata de la propietaria.

Subimos por el camino hacia la entrada y me preparé para conocer a la idiota más grande del mundo: mami Mitsuki. Las puertas dobles de madera se abrieron.

-¡Izuku, querido! ¡Me alegra tanto conocerte por fin!

La mujer que me daba la bienvenida no era lo que había esperado. Más que una estirada vestida de Versaxx, la que me saludaba era.... bueno, algo parecido a una nerd sexy.

Alta, el cabello corto cenizo como su hijo. Un rostro con una estructura ósea fantástica. Tenía una complección fibrosa, como una atleta de élite y exudaba gran cantidad de energía. Cuando me envolvió en un abrazo cálido, sentí un aroma dulce.

Antes de que pudiera recuperarme, un hombre delgado y alto sujetaba dos pomeranios me saludó desde la distancia.

-¡Hola, Izuku!

Se veía estiloso incluso mientras sostenía a esos dos perros reboltosos. Tenía el pelo liso y rubio. Cuando los perros se calmaron se acercó hasta la puerta.

Aquel hombre alto me sonrió y extendiéndome una mano con la manicura perfecta.

-Yo soy Tsunagu. ¡Me alegro tanto de conocerte!

A Dorama for IzukuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora