Paso 10

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Descubre el secreto mejor guardado del chico, perfectamente por medio de recuerdos vergonzosos recurrentes y repetitivos.

A pesar de que odiaba cada uno de los días que pasaba sin poder ver a Katsuki, y que tampoco podía poner en práctica los pasos de las series, el receso pasó rápido entre el envío de solicitudes para entrar en la universidad, un par de viajes a la nieve con Denki y Shoto y ver series con mi madre.

La noche anterior a que comenzaran las clases, estaba viendo una serie con mi madre en el salón.

-¿A papá también le gustaban las series?

-¿A tu padre? No, ja ja. Tu padre, él solo veía las noticias o documentales de animales. Siempre se burlaba de mis programas. Igual que tú. Pero ahora te encantan los doramas, como a mami.

No pude evitar sonreír. Era cierto. Estaba obsesionado, tanto que estás navidades mi madre me regaló unas cajas de las series en DVD y las BSO.

-Me parezco mucho a él ¿verdad?

-Sí. Estudias mucho, como papá. Siempre tienes que ser el mejor, como papá. Impaciente y nada romántico, como papá.

-¡¿Qué?! ¿Qué significa eso?

-Lo que quiero decir es que a ti no te gusta nadie porque siempre estás estudiando. Bueno. Tampoco era bueno para mamá cuando ella iba a la escuela con papá.

Cuando iban a la escuela secundaria, mi padre era el primero en la clase, mi madre una chica dulce con un corazón de oro, ella lo siguió hasta cuando lo admitieron en la facultad de medicina en Tokio. Se casaron no mucho después y se mudaron cuando mi padre comenzó la residencia aquí.

Vivieron un romance de los que suceden una sola vez en la vida. Fue cuando crecí, y al oír cómo mi madre hablaba de él, cuando me di cuenta de que habían tenido algo único, eso que en los dramas construyen como lo ideal. Algo que no desaparece aunque uno de los dos deje de existir.

-Mami, no es que yo no sea romántico. Solo... me concentró en otras cosas -le mentí.

-Ya, señor Concentrado ¿y qué haces viendo esto? Mañana tienes clases. Vete a la cama.

-De acuerdo, pero ¡no se te ocurra seguir viendo esto sin mí! -exclamé mientras me iba de mala gana a mi habitación.

Cogí la lista de mi billetera y leí el paso número diez. Sabía que era un artista y ya me había contado lo del arresto. Lo que aún no podía entender era por qué no quería salir con nadie. Me estaré en la cama y escribí ambas notas en el cuaderno.

Luego abrí el ordenador para adentrarme en una buena sesión de acecho. Aunque ya lo había buscado varias veces durante las vacaciones, volví a escribir: "novia de Katsuki Bakugo". Nada. Pero sabía que tenía que hacer más sobre esa historia.

Entré en su perfil, el que ya había visitado miles de millones de veces. Sin embargo, en esa ocasión repasé todas las fotos en las que había sido etiquetado, para encontrar cualquier señal que indicará la existencia de una novia. Abrí tantas fotos. Demasiadas.

Y finalmente, allí estaba. Una foto de hacia dos años. Él y una chica en un parque. Se me formó un nudo en el estómago. Hice clic en el nombre que salía etiquetado en la foto: "BloodyBlonde". Ese nombre, irreal, me dirigió a su perfil, un verdadero tesoro al alcance de mis dedos gracias a aquella sesión de acecho. Sin embargo, antes de que pudiera clicar en algunas de sus fotos, vi su último post.

Último respiro de aire en XX antes de irme a atar algunos cabos sueltos.

Fui bajando por su perfil y fui viendo post con dibujos abstractos de vez en cuando con frases profundas o misteriosas. Otra artista, al parecer.

A Dorama for IzukuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora