Paso 24

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Consigue el final feliz.

¿Cómo diablos era posible que Katsuki no supiera nadar? Su madre tenía un barco ¡por el amor de Dios!

Katsuki se hundía con rapidez hacia el fondo de la piscina. Nadé hasta él con habilidad, a pesar del peso de mi traje.

Alcé su cuerpo, que se retorcía bajo el agua, pero cuando intenté sujetarlo, nos empujó hacia abajo. Tenía los ojos muy abiertos y podía notar en su estado de pánico que estaba tragando grandes cantidades de agua.

Me estaba quedando sin aire, así que nada hasta la superficie y cogí una bocanada profunda. Por un breve segundo oí los gritos de la gente y a un par de personas (creo que uno de ellos era Shoto) saltando a la piscina. Había retrocedido de nuevo para coger el brazo de Katsuki y me di cuenta de manera alarmante de que ya no se movía. Tenía los ojos cerrados.

Fui capaz de arrastras su cuerpo inmóvil hasta el extremo menos profundo, y desde allí salimos a la superficie. La gente comenzó a rodearnos de inmediato y unas manos me arrancaron a Katsuki de los brazos para sacarlo fuera del agua. Shoto y Denki corrieron a mi lado.

—¿Estás bien?

—¡Estoy bien! ¡Tengo que ayudar a Katsuki!

Mi traje parecía de plomo y me dificultaba salir de la piscina. Shoto y Denki me ayudaron para que pudiera salir más rápido. Momo y Hanta esperaban en el borde para tirarme hacia arriba.

—¡Está allí! —Momo señaló la zona de césped que había junto a la piscina.

Me dejé caer de rodillas a su lado.

—¡Kacchan! —grité mientras le buscaba el pulso.

—¿Sabes hacer la RCP? —preguntó Momo.

Desde la primaria. Coloqué el borde de mi mano izquierda en el centro de su pecho y luego mi mano derecho encima. Rápidamente presioné y repetí el mismo movimiento cada pocos segundos. Pero Katsuki no reaccionaba y comenzó a invadirme el pánico.

Estaba a punto de inclinarse la cabeza hacia atrás para practicarle el boca a boca cuando abrió los ojos y comenzó a toser agua.

Un grito de alegría se elevó entre la multitud. Katsuki rodó y vomitó más agua sobre la hierba.

—¿Estás bien? —le pregunté mientras lo golpeaba con suavidad en la espalda y él escupía el resto del agua.

—¿Qué... qué ha pasado?

—¡Casi te ahogas! —gritó alguien.

Miró la piscina y pareció darse cuenta de lo que había ocurrido.

—¿Estás bien? ¿Alguien te ha ayudado a salir? —preguntó Katsuki.

Luego se volvió rápidamente y me sujetó los brazos mientras me escaneaba el rostro.

A medida que todos empezaron a comprender lo que estaba pasando, se produjo un silencio incómodo.

Asentí con la cabeza y los ojos se me empezaron a llenar de lágrimas.

—Estoy bien ¿y tú?

—También... Creía que... —Katsuki seguía intentando entenderlo todo.

—Izuku te ha salvado —respondió alguien— Es como una especie de socorrista entrenado.

—¿Qué? —Katsuki me miró, con el cabello enmarañado y el agua cayéndole en los ojos—. Te has caído, te estabas ahogando.

Me quedé en silencio. Su confusión fue reemplazada por la furia más pura.

A Dorama for IzukuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora