-¿Qué te gusta hacer en tu tiempo libre? -Preguntó el japones después de haber terminado su pastel.
Alemania se removió incómodo en su asiento y no supo que responder. Obviamente, no podía decir que le encantaba correr por el bosque o simplemente descansar en una rama gruesa en las copas de los árboles.
-Me gusta leer -dijo en voz baja aunque eso logro sacarle una sonrisa a su contrario- Especialmente frente a la chimenea.
-Nunca he estado aquí durante el invierno, pero mi papá dice que puede hacer mucho frío y más por las noches.
No sabía si era un pregunta o solo una declaración, así que asintió con la cabeza en confirmación. Sintiéndose perdido, miró su comida intacta y decidió darle un bocado. Le quito el envoltorio de papel y olfateó con curiosidad antes de hundir los dientes en él. La masa blanca en la parte superior sabía a vainilla y dulce, mientras la masa estaba mezclada con chocolate.
-Esta ciudad es genial durante algunas semanas, pero creo que me volvería loco si tuviera que vivir todo el año aquí. Extrañaría mi hogar, los árboles de cerezo que crecían en mi patío y a mis amigos...-confesó el japones con una sonrisa ligera.
Alemania se rió torpemente y dio otro bocado para escapar de la vergonzosa responsabilidad de mantener la conversación. No tenía ganas de salir corriendo en ningún momento, pero estaba lejos de estar relajado. Hablar con Reich nunca fue tan dificil, simplemente fue algo natural.
En secreto, miró el reloj. Solo había pasado una hora, pero se había sentido como un día entero sentado aquí. ¿Estaria bien irse ahora?
Después de haber tragado todo el chocolate y vainilla se sentió enfermo y le picaba la piel.
-Creo que tengo que irme ahora..-dijo aunque con decir eso se ganaría una mirada molesta de su contrario, mostrandole un puchero frustrado pero trataría de disimularlo.
-¿En serio? Eso sería una lastima...-sonrió ligeramente con travesura- sabes, note que tenemos una conexión muy similar e interesante, ¿curioso no lo crees?~
Alemania solo atinó a sonrojarse furiosamente mirando sus manos nervioso- Bueno...
-Hey tranquilo, solo jugaba no te lo tomes en serio -río leve al ver su reacción para luego levantarse de su asiento. Alemania fue rápido en seguirlo y llevar sus platos al vendedor antes de salir de la panadería.
-Entonces..pensé, que tal vez podríamos encontrarnos de nuevo. Podría mostrarte mis libros la próxima vez -se detuvo un momento para sonreir con travesura y ligera lujuría en sus ojos - y tambien podría prepararte un poco de mi Latte Macchiato especial. ¿Qué te parece? ~
-S-suena bien -tartamudeó un poco desviando la mirada por unos momentos- Te avisaré cuando esté en la ciudad de nuevo.
-Esta bien. Fue un placer verte de nuevo, ドイツ.
-Lo fue -coincidió el alemán con una sonrisa incómoda y dio un paso atrás al notar el repentino acercamiento del contrario, volviendo a sonrojarse con fuerza- E-entonces..eh, adiós..
-Nos vemos, Ale ~ -Él japones sonrió y aprovechando la cercanía le dio un beso sorpresivo en la mejilla de su contrario para luego girarse y dirigirse por otra calle.
Alemania sintió el impulso de golpearse la cabeza contra una pared. ¡Había sído tan dolorosamente incómodo! Aunque lo del beso lo dejo con duda y aún más sonrojado de lo que ya estaba.
Se apresuró a regresar al callejón, se quitó la ropa y adoptó su forma puma. Inmediatamente, con la mochila firmemente encajada entre los dientes, dejó la ciudas atrás. Fuera lo que fuera lo que Japón había querido decir con lo de Latte Macchiato especial, no tenía la intención de averiguar que era.