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-Fue un animal de circo durante algún tiempo, así que sabe cómo montar un gran espectáculo -explicó Russia cuando Alemania se negaba a entrar a la casa. Sentía que no saldría vivo de allí.

-¿Y qué? -Alemania siseó rígidamente, sin embargo, inmediatamente sintió pena por ser un idiota- Mira, estoy muy nervioso. Y él nos vio..-se sonrojó ferozmente- besarnos, ¡eso fue tan vergonzoso!

-No creo que le llegue a importar, podría hasta decirle que abusé de ti. -ofreció Russia con indiferencia y el enrojecimiento de las mejillas de Alemania se profundizó aún más.

-No creo que sea una buena idea -respondió con cautela y se mordió el labio inferior pensativo. Realmente no quería entrar y volver a ver al finlandés. ¿Y si hiciera algunos comentarios frente a los demás?

Sin previo aviso, Russia lo levantó y llevó adentro mientras Alemania trataba de liberarse para escapar.

-Eikö ole liian aikaista työntää poikaystäväsi kynnyksen yli? ( ¿No es demasiado pronto para llevar a tu novio por el umbral? )-preguntó el finlandés y Alemania se quedó paralizado y mortificado. Quería que el suelo se lo tragara en ese momento, pero en cambio sus instintos lo golpearon y chilló oculto entre el cuello del ruso.

Russia frotó su espalda con dulzura y lo dejó en el suelo, aunque Alemania se negó a abandonar su escondite. El olor de varios osos y uno que algún animal distinto asalto sus sentidos y el pánico hizo que su garganta se contrajera dolorosamente mientras su piel se erizaba en preparación para el turno. Lo perseguirían sin piedad hasta que se tumbara indefenso de espaldas o estuviera lejos de su territorio.

-Mikä häntä vaivaa? ( ¿Qué pasa con él? ) -preguntó la misma voz confundida y tan pronto como sintió el peso de una mano desconocida en su hombro, se dio la vuelta, con los colmillos al descubierto y un siseó de advertencia fue dirigido al finlandés que fue lo suficiente para darle a entender que no volviera a tocarlo.

-Lo asustaste -dijo Russia inexpresivo y llevo al alemán hacia la cocina, donde sus dos hermanas Moldavia y Bielorrusia agregaban los toques finales a la comida y golpearon las manos que se aventuraban demasiado a la comida.

-Hola -los saludo kazajistán con una sonrisa mientras se frotaba la mano que Bielorrusia había rechazado para proteger la comida con éxito con un tenedor.

Russia asintió con la cabeza a su hermano y vio como su padre se acercaba a ellos haciendo que le de un ataque de pánico a Alemania.

Honestamente, esperaba todo. Que lo abofeteé o incluso lo acuse de convertir a su hijo en una abeja especial. No esperaba que él sovietico lo abrazara, sin embargo, eso fue exactamente lo que hizo. Se sentía jodidamente extraño y no tenía ni idea de qué hacer, así que se quedo allí mudo y rezó para que terminara.

-Me alegro de que estés aqui, Alemania -dijo amistosamente- No pensé que mi hijo te dejaría salir de su guarida tan pronto.

Alemania se sonrojo y miró a dicho ruso en busca de ayuda, quien puso los ojos en blanco- No soy tan bárbaro como crees, padre.

-Por supuesto que no -le aseguro su padre burlonamente.

-¿Qué no es bárbaro? -El finlandés se burló y se dejo caer en su silla- Prácticamente devoraba a ese pequeño alemán afuera.

-Y tú nunca hiciste eso con Estonia. Eras demasiado modesto para algo así, ¿no es así? Finland. -El padre de Russia intervino irónicamente y el otro solo refunfuño molesto.

-Eso no es lo mismo.

-¿Por qué? ¿Por qué es hombre? -Russia preguntó bruscamente y dio un paso más cerca de Alemania, teniendo en mente en protegerlo si las cosas se salían de control.

Todos estaban callados, incluso kazajistán detuvo sus intentos de robar la comida.

Los segundos pasaban sin que nadie se atreviera a moverse ni un centimetro.

-Por supuesto que no. No estoy en contra de eso aunque tampoco podría decir que si, solo digo que si llegara a tener algo con alguien al menos hablaria con los padres antes de hacer algo serio - respondió el finlandés con calma y toda la habitación pareció dar un suspiro de alivio.

Alemania se abstuvo de decirle que habían hecho cosas más serias que las que él había interrumpido antes. Cuando miró a Russia, supo que el ruso había pensado lo mismo y una pequeña sonrisa se dibujó en su rostro.

Aunque ofreció su ayuda, Moldavia le prohibió la entrada a la cocinal para que pudiera "acurrucarse un poco más" hasta que llegaran los invitados. Confundido, dejó que Russia lo arrastrara hasta la sala de estar y luego, bajo la atenta mirada del finlandés, se colocó en el regazo de Russia. Pasaron los minutos y el silencio fue tan malditamente incómodo que pensó que podría derretirse en un charco de nerviosismo.

México, quien interrumpió descuidadamente por la puerta principal, detuvo su silencioso ambiente y se dejó caer en el sofá ( de alguna manera se las arregló para lucir elegante al hacerlo ) después de haber saludado a los demás en la cocina con la mano.

-Te ves bien -le felicitó después de inspeccionar al alemán a fondo.

-Gracias -murmuró Alemania agradecido.

-Deberías dejar de pensar solo en ropa y buscar pareja, México -Finland lo reprendió- Incluso Russia encontró a alguien.

-Eso suena como si pensaras que nunca llegare a encontrar a alguien -comentó México manteniendo su mirada en el ruso quien estaba actualmente ocupado frotando su mejilla contra la espalda del alemán.

-Yo al menos ya tengo pareja -se defendió obstinadamente- Ahora es tu turno.

México parecía que ya se había arrepentido de haber venido allí, un sentimiento que Alemania entendía perfectamente.

-No discutiré mi vida amorosa contigo.

-O talvez ya te rechazaron -agregó el finlandés con una sonrisa burlona recibiendo un gruñido molesto de parte del mexicano.

Alemania ronroneó en voz baja cuando Russia envolvió sus brazos alrededor de su cintura y comenzó a masajear suavemente su vientre. Se sentía sorprendentemente bien.

-¿Se siente bien? -preguntó el ruso con una sonrisa divertida y Alemania asintió apreciativamente.

-No mames mamón...¿Qué clase de hechizo chino le lanzaste a este poste gruñon? -lo miró boquiabierto impactado por lo que veían sus ojos aunque luego las entrecerro mirando al alemán sospechosamente. Alemania solo se encogio de hombros con timidez.

-No es tan molesto como tú -respondió secamente Russia y México se llevó una mano al pecho en señal de dolor.

-¡Todos me aman!

-Tus amigos imaginarios no son "todo el mundo" -contradijo Russia y el mexicano hizo un puchero con rabia.

El mexicano nuevamente parecia un modelo fotográfico, aunque todavía pensaba que Russia era más guapo. Pero mientras que su alfa era más atractivo, México tenía esa belleza clásica que se puede encontrar en todas las revistas. Combinado con ropa cuidadosamente escogida, seguramente era irresistible para cualquiera.

Nuevamente Alemania pensó que su amada tenía que estar muy feliz, y se preguntó quién era porque México había llegado solo pero tal vez su compañera llegue más tarde como todoa los demás miembros de la manada.

Alemania se acómodo contra el pecho de su alfa y trató de relajarse.

-¡Ay! -la voz de kazajistán se escuchó desde la cocina y ambos rieron divertido.

𝐌𝐈 𝐃𝐄𝐒𝐓𝐈𝐍𝐀𝐃𝐎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora