Capítulo 7: ¿Primera Cita?

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Nota: Estoy preocupada, no sé si ya me abandonaron, (ojalá y no 🙏) o simplemente no les avisaron del cap anterior, como sea actualizaré, besitos 😘💞

Dedicado a alecm9610- la mejor del mundo, te adoro 😍😍😍

__ Pues bien, ya más tranquilo o ahora peor que antes. - Se acomoda y recuesta a mi escritorio mirándome fijamente.-

__ Pues mira que no, ahora me preocupa que por ir de acosadora escondiéndote quién sabe dónde para que yo no te vea, te vaya a encontrar a ti el asesino ese, el tal Aserrador silencioso.

__ Pues me puedo pasar a dar una vuelta para hacer fotos mientras haces todas las consultas y después tú mismo me puedes llevar a mi casa y así te aseguras de que no me pase nada.

__ Nathalya, yo no creo qué...

__ No me digas que no, te prometo una cena deliciosa como pago y verás que no te arrepentirás.

__ Es mi imaginación o me estás pidiendo una cita, niña.

__ Pues mira que no iba por ahí, pero, ya que me has dicho niña te haré tragarte tus palabras anciano. - Se acerca a mi cara y me mira profundamente a los ojos.-

__ Reto aceptado, y empecemos porque me demuestres que puedes ser madura y hablarme de tus problemas para avanzar con esta terapia.

__ Ok, prometido.

Está tan cerca de mis labios que puedo sentir como se mezclan nuestras respiraciones, la veo humedecerse los labios y trago saliva ante tal gesto, siento un sentimiento extraño dentro de mí y aparto la mirada de ellos.

__ Bueno, siéntate y cuéntame tú misma porque estás aquí en terapia, un gran paso es reconocer lo que está mal con nosotros mismos para así poder avanzar como personas.

__ A ver, después de lo que pasó con ese señor yo estaba en una situación difícil y mi padre me encontró por casualidad, estaba caminando sin rumbo por el centro, después de que, después de que...

__ Después de qué, Nathalya.

__ Yo estaba en casa cocinando y ese hombre llegó borracho, entonces sentí un dolor muy fuerte en el abdomen y se me resbaló de las manos una olla llena de arroz y él, bueno...

__ Yo no te juzgaré por nada de lo que haya pasado, créeme no soy quién para hacerlo, continúa y confía en mí, mi querida acosadora. - Su expresión se relaja y un destello de una sonrisa tan radiante como el sol aparece y desaparece en su cara cuando vuelve a hablar.-

__ Él me golpeó, una y otra y otra vez en el estómago, mi dolor aumentaba con cada patada hasta que me dejó de doler lo que me hacía porque algo mucho más doloroso comenzaba a pasar dentro de mí. - Unos segundos de silencio.- Cuando me logré poner en pie, él me quería quemar con uno de sus cigarros porque golpearme no le parecía suficiente castigo y yo...

__ ¿Sí?

__ Bueno, - duda un momento- salí corriendo, y entonces fue cuando mi padre tropezó conmigo por casualidad y yo me desmayé en sus brazos, luego desperté en el hospital y me dijeron que los golpes habían reventado mi apéndice y causado una peritonitis, que habían pasado cinco días y que casi no lo había conseguido.

__ Y qué pasó con tu padrastro, ¿volvió a por ti al hospital? - Mis músculos se tensaban y podía notar como mis nudillos se ponían blancos.- ¿Te volvió a hacer daño? - Ella se puso tensa y apartó la mirada.-

__ No, justo después fue cuando me dijeron que fue encontrado muerto en la casa por una sobredosis que le causó un paro respiratorio. - Su voz fría e inaccesible.-

Había escuchado atentamente todo lo que me dijo Nathalya y me revelaba parte de las zonas neblinosas de su historia, pero había aun tantas lagunas, podía sentir que me ocultaba algo acerca de eso y sobre todo algo del porqué tenía tantos problemas con su padrastro. Decido centrarme en ayudarla a procesar todo lo que me había contado en vez de presionarla con lo que aun sabía que me ocultaba.

__ Nathalya, siento muchísimo todo lo que te pasó ese día. Ahora debes entender que no está mal que pienses de esa manera sobre ese hombre, tú tienes derecho a sentir tanto dolor y rabia como desees, pero no puedes permitir que eso arruine tu vida y tu futuro, lo que pasó ya no lo podemos cambiar, pero si manejarlo y quitarle una importancia que para nada merece, porque en esta historia tú no eres una persona a la cual se pueda juzgar por guardarle rencor a alguien tan despreciable, solo eres una víctima más de la vida a la cual debemos, y me incluyo, hacer recuperar las ganas y el motivo de vivir. Como tú misma me dijiste, si no marcas la vida de alguna persona, ¿qué constancia quedará de que exististe? Yo estoy seguro de que tú pues marcar la vida de muchos, de que puedes salvarte de esa obscuridad que hasta ahora te consume y encontrar a alguien que quiera vivir una vida mejor a tu lado.

Podía ver como la chica me miraba embelesada, analizando cada una de mis palabras y fijándose en los gestos que hacía, su respiración se agitaba y se contenía sin ninguna regularidad, y sus mejillas se encendían con un dulce tono rojizo mientras se acomodaba nerviosa un mechón de cabello detrás de la oreja.

__Vaya, me has impresionado con tus palabras, creí que eras solo una cara bonita. Y cuerpo, obviamente jjj.

__ Como dice alguien a quien le tengo muchísimo cariño, a veces se me sale la vena filosófica.

__ Bueno, pero a todo lo que dijiste, la verdad es difícil tratar de vivir una vida mejor y sentirse bien, a salvo y conforme con uno mismo cuando has hecho algo muy grave y en vez de sentir pena o culpa, sientes una tranquilidad y una satisfacción que te catalogarían como sociópata.

__ Debes sentirte merecedora de cosas buenas sencillamente porque estás viva, y todo ser humano merece felicidad.

__ Y no me vas a preguntar qué es eso tan malo que no me hace sentir culpable. - Me mira inquisitiva.-

__ Ya me lo contarás, cuando estés lista, porque como te dije, yo me incluyo cuando te digo que vas a recuperar la vida que merecías desde un principio, yo no te dejaré sola y estaré ahí para ti cuando necesites hablar, llorar o reír, porque me has hechos sentir tan bien y a la expectativa de lo que podría suceder a continuación desde que entraste a mi vida, acosándome silenciosamente desde detrás del cristal tintado de tu casco, o del lente caro de tu cámara, que ahora no puedo renunciar a la alegría que me hace ver tu sonrisa verdadera, una que es tan radiante como el sol, porque por primera vez en mucho tiempo me has hechos sentirme feliz y merecedor de algo más que una alucinación aterradora y sofocante sobre los momentos más oscuros de mi vida.

__ Pues espero que algún día, cuando estés listo, tú también abras a mí la oscuridad que alberga tu alma y me dejes entrar para alegrar tus días.

Nos sonreímos mutuamente y nos despedimos con una silenciosa mirada cuando suena la alarma de fin de sesión. Hoy Nathalya se abrió a mí por primera vez, y siento como que todo ha valido la pena.

Al finalizar el día Nathalya vuelve a mi consultorio por mí y nos disponemos a salir juntos cuando pasa algo que definitivamente no me esperaba, siento algo frío y duro sobre mi nuca y un clic que indiscutiblemente es de un arma:

__ Apuesto a que no me esperabas.

Psicológicamente InestableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora