Capítulo 2: La chica de los ojos de plata.

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Delante de mí tengo a una chica bastante normal, a simple vista, algo delgada y de cabello castaño claro casi rubio, lo más impactante de su presencia son esos ojos color plata que me miran con curiosidad, y también con un poco de ansiedad.

__ Hola, tú debes ser Nathalya Black, lo lamento iba de salida porque estabas retrasada.

__ Sí, ¡hola!, no se preocupe, de hecho, llevo aquí desde cinco minutos después de que usted llegara, pero me da un poco de miedo esto de la terapia y estaba indecisa sobre si entrar o no.

Le hice un gesto para que pasara y tomara asiento, me siento y dejo sobre el escritorio mi paquete de cigarros y mi encendedor, a fin de cuentas ya me ha visto con él en la mano.

__ Bueno Nathalya, cuéntame por qué vienes a terapia, eres muy joven para tener problemas en la vida.

La chica me mira con una sonrisa, aunque bastante fingida.

__ Dígame Nathy doctor.

__ Bueno, me puedes llamar Nate, pero yo a ti prefiero llamarte Nathalya.

__ Está bien doc.

Me dice y me hace una señal de acatamiento a la orden, como las del ejército, y sigue manteniendo la sonrisa fingida que trae desde que la vi por primera vez.

__ Y bueno Nathalya, dime por qué decidiste elegir esta consulta, tu padre Anthón Black es un hombre acomodado, podrías pagarte a un profesional más capacitado.

__ Ya, sí claro pero ninguno de los que vi en internet tenía mi edad o al menos una contemporánea, y tenían cara de juzgar mucho a los pacientes.

Inclina un poco la cabeza y vuelve a sonreír, tras esa sonrisa fingida estoy seguro que se esconde algo profundo.

__ Bueno entonces comencemos, háblame un poco de ti.

__ Jajajaj, bueno mi vida no es muy bonita o interesante, nací en otra parte de Seattle y me mudé aquí cuando mis padres se separaron, mi madre murió al poco tiempo y me quedé con mi padrastro, tuve que dejar de estudiar y bueno cuando murió mi padrastro mi padre me encontró me compró un apartamento y me está ayudando a pagar mis clases online para al menos poder terminar la secundaria.

Me dice de carretilla sin dejar de sonreír, pero obviamente su rostro muestra signos de incomodidad, hay algo que no me está contando.

__ Entonces, si te criaste con tu padrastro y él murió debiste sentirte muy mal.

__ Sí claro, me dolió mucho, aun lo hace.

Me muestra una sonrisa tan amplia junto a esas palabras tan falsas que no puedo evitar decirle lo que pienso.

__ Nathalya yo soy psicólogo, estudié para comprender las emociones y reacciones de una persona, incluso su lenguaje corporal, sé que me estás mintiendo, yo no le contaré nada de lo que hablamos a nadie, soy un profesional, si queremos que esto funcione y avances necesito que me cuentes la verdad, que te abras a mí.

Nathalya me mira y suspira, solo en ese instante relaja su expresión facial y por un segundo puedo ver una gran y profunda tristeza.

Vuele a sonreír y mira hacia otro lado.

__ Nathalya por favor ti...

__ No lo extraño.

__ ¿A quién te refieres?

__ A ese señor al que llamas mi padrastro. No lo extraño, ni siquiera me duele ni me dolió nunca lo que le ocurrió, y si volviera a pasar me sentiría feliz de que ocurriera.

Psicológicamente InestableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora