Capítulo 14: Cual caja de Pandora.

8 6 2
                                    

El gimnasio del padre de Nathalya, Anthon Black, está de maravilla, tienes unas instalaciones bastante modernas y funcionales, pero están prácticamente vacías, solo hay dos entrenadores y Nat me ha contado que no son muy buenos y por eso no han dado muchas membrecías últimamente. 

Bajamos a un sótano en penumbras y en medio hay un ring de boxeo viejo, y a los costados algunos sacos de arena y casilleros. 

__ Vamos, póntelos y demuéstrame lo que sabes hacer. – Me pasa unas gazas y un par de guantes.-

Mientras me pongo las gazas y los guantes, Nathalya se cambia, se quita la sudadera gris ancha y deja a la vista su esbelta figura con únicamente un top rosa fucsia y las mallas de hacer fitness negras que llevaba desde antes, se pone sus gazas y los guantes rojos.

__ Vamos. – Sube al ring y yo la sigo.- ¿Vas a hacer esto con esas fachas?

__ No traigo nada debajo de esto. – Señalo mi sudadera negra.-    

__ Pues quítatela, no hace frío aquí dentro. 

Le sonrío y me quito la sudadera por la cabeza dejando al descubierto mi torso marcado y algo bronceado. 

__ Vamos allá. – Chocamos los guantes.-

__ No seré muy duro contigo. 

__ Mala jugada.

De repente Nathalya me ataca, me encesta golpes uno detrás de otro que van desde mi mandíbula hasta mi abdomen dejándome con un poco de falta de aire. Me da un respiro y comienza a saltar en círculos por el ring, yo me le uno y después nos volvemos a atacar, le tiro un puñetazo a la cara pero ella lo bloquea y aprovecho para golpearla por el estómago con la otra mano, se tambalea hacia atrás y se recupera. 

__ Buena jugada. – Vuelve a tomar la guardia y me ataca.- 

Nathalya me da un golpe que no puedo esquivar en el costado derecho y pierdo mi equilibrio por el dolor, entonces hace algo que no me esperaba, me asesta un golpe con su rodilla en el estómago y me caigo al suelo sin fuerzas, entonces ella me gira hasta quedar boca arriba y se sienta a horcajadas sobre mí.

__ Quién dices que necesitaba que la trataran con delicadeza.

__ Yo no dije eso. – Me recupero un poco y ella me amenaza con su puño.-

__ No, solo que no serías tan duro conmigo, cómo si lo necesitara. 

__ Hiciste trampa. 

__ No tienes pruebas. – Me guiña un ojo.-

Cuando dejo de pensar en el dolor o la falta de aire me doy cuenta de que está sentada justo sobre mi entrepierna, la imagen de ella así, pero sin ropa viene a mi mente algo distorsionada, ¨ ¿cómo se sentiría estar dentro de ella?¨ Dejo de lado mis pensamientos y la levanto de encima de mí para levantarme yo.

__ Quiero la revancha. 

__ Ya, pero no podemos, dentro de unas dos horas es el servicio funerario de Bella. – Se quita sus guantes.- Debemos ir, y yo tengo que hasta comprarme algo porque no tengo nada apropiado para ir. 

__ Yo también, si quieres vamos juntos a comprar algo y nos cambiamos en tu casa.

__ Buena idea, pero, ¿no te piensas bañar? Estás todo sudado. – Señala las gotas de sudor que corren por mi abdomen marcado.- 

__ Buen punto, aunque no creo que me alcance el tiempo para todo. 

__ Te puedes bañar en mi casa.

__ No creo que eso sea buena idea. 

__ No te voy a comer, confía en mí.

¨Si no es en ti en quien no confío.¨

Psicológicamente InestableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora