¨Fue ese hijo de puta.¨ Me levanto del sofá, exasperado. Llevo mis manos a la cabeza y me estiro el cabello con rabia, siento como algunos me los arranco y hago una mueca de dolor, pero no físico sino psicológico. Ese hijo de puta con sus violaciones, abusos y maltratos la dejó estéril. Ese hombre en todos los sentidos le arrebató la vida, Nathalya no pudo decidir cómo ser, como crecer, con quién tener su primera vez, y ahora me entero de que mucho menos podrá tener una familia.
En ese momento lo entiendo todo.
__ Por eso te afectó tanto que Martina quedara embarazada de mí, porque tú nunca podrás tener un bebé, ni conmigo ni con nadie.
__ No, a ver, espérame un segundo. – Se levanta, totalmente desnuda.- A mi me afectó porque yo no quería que te acostara con ella, ni con nadie la verdad, es que yo quiero que seas simplemente mío. – Me hace un gesto de espera con la mano y coge de una cómoda una llave, cierra la puerta del departamento y me pide con la mano que la siga.-
Nathalya me lleva por un pasillo que nunca había visitado, llegamos a una puerta y la abre con la llave. La habitación está en total penumbra, entonces ella cierra la puerta y enciende la luz.
Me quedo pasmado al ver que la luz que se enciende es roja, es una habitación de revelación de fotos. Colgando de hilos por toda la habitación hay muchísimas fotos, pero no fotos de paisajes comunes, o de lo que sea, son todas fotos mías. Todas y cada una de las fotos, salgo yo en el balcón, en la universidad, en el hospital, en el motocross, con poca ropa, desnudo, de todo.
__ ¿Qué coño…? – La miro, y toda la confusión, enojo o lo que sea que estaba sintiendo se esfuma.- Pequeña acosadora, cada vez me sorprendes más.
__ Yo te dije que eres mi obsesión, lo que pienso a todas horas y el único que me hace sentir esto que siento, que no sé cómo explicarlo.
__ ¿Cómo te hago sentir? – Me acerco a ella un poco más, peligrosamente.- Respóndeme, mi pequeña acosadora.
__ Yo… es que no sé cómo es enamorarse, para mí esa palabra nunca tuvo sentido, pero puedo afirmarte mi doc. que yo, a mi manera, te amo.
__ No sabes cómo me pone que me digas doc.
La agarro del trasero y la cargo haciéndola envolver las piernas a mí alrededor, entonces la beso con deseo. Nuestras lenguas danzan y nuestros labios se acarician con cariño y pasión, sus manos acarician mi pelo, tiran suavemente de él y me aprieta más contra sí misma. La llevo, cargada aun, hasta una meseta junto a los lavamanos en los que revela las fotografías y la siento.
Nat abre sus piernas para mí, me mira intensamente y me atrae hasta que entro otra vez en ella, se siente espectacular. Lo que siento con ella nunca lo sentí, nunca me quise permitir sentirlo, pero tengo que admitir que es maravilloso. Lo hacemos otra vez, como dos personas que se complementan a la perfección pero a la vez dos animales que sienten un deseo carnal tan fuerte, inevitable.
__ ¿Entonces me tienes un regalo? – Me pregunta desde el asiento del copiloto, con una cara de malicia que no es muy propia de ella.
__ Sí, por hoy, como amigos o lo que sea que seamos porque no quisiera poner etiquetas pero tampoco eres solo una amiga.
__ Mira, a mí solo me importa una cosa, tú eres mío y yo soy tuya, así de simple, lo demás me importa una mierda.
__ Perfecto.
Llegamos al departamento y entramos, ella se sienta en el gran sofá y se pone cómoda, entonces yo le coloco una gran caja de regalo sobre el regazo.
__ Vaya. – Me mira con descaro y la abre.- Mi perfume favorito… ¡Dios! – Saca el vestido azul y se queda boquiabierta.- Nate esto está impresionante, es precioso. Gracias.
__ Por nada, qué bueno que te gustó.
__ Pues sí, y mucho, pero yo no te compré nada.
__ Para mí con lo que me hiciste sentir hoy es más que suficiente. – Agacha la mirada avergonzada y sonríe.- Oye, no quiero arruinar el momento, pero qué me dices del chico ese, ¿Adrian?
__ Adrien.
Su mirada cambia al momento, se pone de pie y deja caer la caja con todo y frasco de perfume, el cual se rompe en mil pedazos que se atascan en la tela del vestido. Mira a todos lados, como desconcertada. Reconoce dónde estamos y me mira, entonces se vuelve a confundir.
__ Nate, qué hago aquí. – Mira al suelo y tuerce el seño.- ¿Qué pasa?
Me levanto confundido y le voy a acariciar la mejilla, pero me rechaza echándose hacia atrás.
__ Nat, ¿qué te pasa? – La miro y su expresión me desconcierta aun más. Su mirada está fija en el vestido en el suelo.- ¿Estás bien?
__ Nate, te juro que no recuerdo que estábamos haciendo, lo último que recuerdo fue que llegué a casa después de ver a Adrien, planificamos salir este San Valentín a cenar y pues ya, todo lo demás está en blanco, como si estuviera durmiendo y el sonido de algo romperse me despertara.
Mi cabeza da vueltas, que ella quedó de verse con Adrien por San Valentín, entonces, ¿están juntos? Pero más importante aun, no recuerda nada de lo que pasó entre nosotros. ¨No puede ser, no puede.¨
__ Nat, no te asustes, siéntate. – Ella me hace caso.- ¿Qué es lo último que recuerdas de nosotros?
__ Uf, a ver, creo que fue cuando la pelea con Adrien, ya después de eso no supe nada más de ti hasta ahora, ¿por qué?
__ ¿Últimamente eso te pasa muy seguido?
__ Bueno, a veces me asusto un poco, empezó como que no recordaba donde había dejado algunas cosas o pensaba que las había puesto en algún lugar y luego no era así. Pero, después todo se hizo más tenebroso, a veces encontraba hojas escritas con mi letra que yo no había escrito, decían fechas, horas, lugares. Y también está eso de que me quedo en blanco a veces.
__ Nathalya, no quiero que te alteres, tendría que hacerte más pruebas para comprobarlo, pero, creo que has desarrollado un trastorno de personalidad múltiple.
__ O sea…
__ Nat, creo que tienes una doble personalidad.
__ ¿Qué? – Se levanta de golpe.- ¿Pero como coño pasó eso?
__ Eso mismo quisiera saber yo, por qué no me contaste de estos problemas en las últimas sesiones que tuvimos.
__ Nunca me parecieron relevantes.
__ Pues lo son Nathalya.
__ Espera, ¿qué tan malo puede ser?
__ ¿Que qué tan malo puede ser? – Pregunto exasperado.- En serio, Nathalya.
__ Digo, si no hago nada malo en ese tiempo, qué más da.
__ Nat, - por un momento flaqueo y mis ojos se ponen borrosos por las lágrimas- ¿de verdad no recuerdas que pasó con nosotros hoy?
__ ¡¿Qué hicimos Nathael?! – Entrecierra los ojos.-
__ Nathalya, tú y yo nos acostamos.
__ ¡¿Pero qué?! – Pega un brinco de la impresión.-
__ Te llamé, fui a tu casa, nos acostamos, incluso me hiciste terminar dentro de ti porque eres estéril.
__ ¡No, no eso no es posible! ¡No recuerdo nada de eso! – Se lleva las manos a la cabeza y se jala el cabello, desesperada.- Pero si yo estoy con Adrien, estoy enamorada de él…
__ Espera, ¿qué?
__ Que estoy enamorada de él. – Pone las manos sobre su cintura y levanta la barbilla.- Te lo dije antes Nate, empecé a salir con él, ya no quiero que te obligues a intentar algo conmigo, él es todo lo que necesito.
__ Nathalya… Tú me dijiste que me amas no hace ni una hora, hicimos de todo en tu casa, me mostraste tu cuarto oscuro con todas mis fotos, sé que soy tu gran obsesión mi pequeña acosadora.
__ No, eso no es verdad, yo no te amo, no eres mi obsesión.
__ De la otra tú sí, y ella también es parte de ti.
__ ¡Qué yo quiero a Adrien joder! No intentes confundirme, estás intentando confundirme.
__ ¡Joder! – Grito.- No vuelvas a decir que estás enamorada de él, tú eres solo mía. – Agarro con fuerza sus brazos y la miro a los ojos.- Eres mía.- La beso con posesividad.-
Entonces Nathalya se suelta de mi agarre y su mano cruza mi cara haciéndome palpitar la mejilla.
__ ¡Aléjate de mí, puto psicópata! – Agarra uno de los adornos de cristal y me lo avienta, este se estrella a centímetros de mí en la pared haciéndose añicos en un estruendoso instante.
__ ¡Mierda!
Grito desesperado y me abalanzo sobre la mesa haciendo caer al suelo y romperse toda una colección de adornos de cristal. Después cojo el florero de la cómoda y lo lanzo contra la pared más cercana a Nathalya, los trozos de vidrio y los príncipes negros adornan el suelo con un desastroso estropicio. Aun viendo rojo, escucho las risas, risas y voces en mi cabeza: ¨Carcajadas distorsionadas¨ ¨ ¿En serio creías que te amaba? ¨ ¨Eres un idiota si pensabas que ella sentía algo por ti.¨
__ ¡Ella me ama joder! – Nathalya me mira asustada.- ¡Tú me amas! – Niega con la cabeza desesperada.-
Estrello mi mano sobre el cristal de la mesa y este se vuelve añicos, los trozos caen al suelo, manchados de sangre.
__ Yo sí te amo joder. – Caigo de rodillas, rendido.- Me enamoré de ti.
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Psicológicamente Inestable
Ficção AdolescenteÉl no se siente merecedor de amor, nunca ninguna mujer le llamó verdaderamente su atención, hasta q vio esos ojos como la plata y esa sonrisa peculiarmemte fingida. Nathael Stewart esconde un secreto, el mayor de los pecados bajo la piel de un psic...