SAMAY
-Te has quedado.
Paso las manos por mis ojos ante la repentina voz masculina que habla cerca de mi. Desorientada, fijo la mirada en la de Killian. Él se encontraba sentado a mi lado, observándome como si no pudiera creerse que continúo aquí, o como si estuviera planeando mi homicidio. Difícil saberlo.
-No, me he ido.
-Ni siquiera tu sarcasmo pueda amargarme ahora.- dice riendo y levantándose de la cama, en lo que yo me incorporo- Te he hecho el desayuno.
Sorprendida por el gesto, sonrío- Guau, es muy lindo de tu par...-me callo rápidamente cuando veo la misma maldita flor que la otra vez en su mano- No comeré esa cosa.
-Si te quedas, tienes que empezar a adaptarte. No puedes solo racionar lo que trajiste para estos cuatro meses.
-Genial, tengo un entrenador del bosque.- mascullo rodando los ojos. En cuanto me levanto de la cama para estirar mi cuerpo, frunzo el ceño. Su mirada se ha quedado por debajo de mi rostro- ¿Qué?
-Lindas bragas.
Oh dios.
Chillo más alto que cualquier ave en este bosque, buscando rápidamente la sábana y cubriéndome mis caderas y piernas. Hacen más de treinta grados, por supuesto que necesitaba descansar fresca para, al día siguiente, estar renovada. Y, sinceramente, no me había tomado la molestia de imaginar que alguien tendría la audacia de venir a invadir mi espacio personal. Lo fulmino, molesta.
-Y-yo no creí que tendría visitas inesperadas. De hecho, no puedes venir así cuando quieres.
-Mi bosque, mis reglas- se cruzó de brazos. Ignoré la forma en la que sus bíceps multiplicaron su tamaño.
-Mi torre, mis reglas.
-Tu torre está en mi bosque.
-No, tu bosque está en mi torre.- aunque eso no tenga ni el más mínimo sentido, lo miro con superioridad.
Ahora es él quien rueda los ojos- Volvamos al desayuno. Como tenía previsto que te quejarías de la flor, te he hecho un té. Tomé un saquito de tu bolsa de suministros. Espero que no te importe.
Tomo asiento en en la cama, pero con un pantalón corto ya puesto. Recibo la taza caliente y se lo agradezco. Realmente apreciaba que se tomara la molestia de prepararlo. Pero pasaré por alto mi enfado, obviamente.
-La próxima vez, consideraré tomarlo frío. Hace demasiado calor para esto- admito mirando el humo que sale de la taza.
-¿Té frío?- me dio una mueca de asco- Qué cosa rara.
-Tú eres raro- ataqué esperando que eso lo afectara de alguna forma por meterse con el té helado. Pero, al parecer, lo que le he dicho le ha causado más gracia que cualquier otra cosa.
Él se sienta a mi lado, apoyando la espalda contra el respaldo de la pared y sosteniendo su preciada flor. Resopla.
-Tienes que escucharme cuando te digo que esta flor te vendría bien, tiene un alto contenido de vitamina C y puede ser medicinal. Se llama...
-Taco de reina- lo interrumpo- aunque también se le dice Capuchina.- tomo un sorbito de té.
Me mira asombrado con la boca abierta, como si el hecho de que algo inteligente saliera de mi boca fuera un milagro.
-He estado leyendo.- le explico- Días después de esa fiesta, volví aquí, y comencé a leer dado que estaba decidida a quedarme y necesitaba tener más conocimientos sobre Solum. Aprendí mucho, la verdad. Si este empleo hubiese sido real, lo habría hecho increíble. En serio me lo había tomado muy en serio para hacer las cosas bien.
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SOLUM (+18) I COMPLETA I
Mystery / ThrillerAsí como existen límites en la vida, existen en las personas. Y a veces creo que sólo uno mismo es capaz de ponerlos. Llegó un punto en el que sentí que debía hacer algo con respecto a lo que me estaba sucediendo. Con cada día que pasaba, más destru...