SOLUM (+18) I COMPLETA I

CAPÍTULO 28

SAMAY

Le apliqué la ley del hielo a Killian literalmente durante toda nuestra búsqueda. Según mi reloj, hemos recorrido más de dos horas el bosque, llamando a Brianna con gritos y buscando hasta en el rincón más oscuro.

A través de la radio, me comunicaba con los demás. Marvin y Maddie ya se habían manifestado, asegurando que todavía no habían encontrado ni un más mísero rastro. Por suerte, ninguno de ellos dio señales de derrota. Continuamos investigando.

¿Lo más gracioso? Bueno, Killian demostraba una gran inquietud ante mi actitud con Marvin. Su ataque de celos para mi era digno de un show, pues mientras él se hacía ideas equivocadas, yo sé perfectamente que Marvin y yo simplemente tenemos un objetivo en común y queremos cumplirlo lo antes posible.

Podría explicarle eso a Killian, pero como aún sigo molesta con él, lo dejo sufrir un ratito.

-Samay, insisto en que volvamos a la cabaña.

Decido finalmente romper mi muro de silencio para hacerle entender por qué me parece una idea sin sentido- Ya fuimos allí una vez. Claramente abandonaron el sitio.

-Pero encontraste su anillo entre las cenizas. Ahora estamos seguros de que ella estuvo allí y podemos buscar con más detenimiento. Tal vez encontrar algo que se nos haya pasado por alto.

Con un suspiro, apunto la luz de mi linterna en su cara- Okey. Podemos hacer una visita rápida.

Dicho eso, cambiamos nuestra dirección hacia la cabaña. Killian roza su brazo con el mío.

-No tiene que ser rápida. Podríamos pasar la noche allí y descansar.

-Ni lo pienses. Te dije que tengo un objetivo y no quiero ninguna distracción.

-¿Por qué la prisa?- pregunta alzando los hombros- Nadie nos apura, Sam.

-Yo misma lo hago. Mientras más rápido encuentre a Brianna, más rápido sabré la verdad y podré finalmente irme de aquí.

Una vez soltadas las palabras, Killian no tarda un segundo en detener mi paso, utilizando su brazo para agarrarme de la cintura. Ruedo los ojos pero no lo miro en ningún instante. De sus fosas nasales, parece salir humo.

-¿Qué rayos has dicho?- su mirada busca la mía pero no le doy el gusto. Me quedo allí callada, con la cabeza gacha, pero Killian no se rinde. Sacude mi cuerpo ligeramente en busca de una respuesta.

No es que no quiera dársela, es que no sé qué es exactamente lo que quiero contestar. Sigo enamorada de él por lo tanto el hecho de dejarlo también me duele. Estaba tan enojada con él que al momento de tomar la decisión, la ira no me permitió ver que dejar Solum implicaba dejarlo a él también. Y con ello, todo lo que pasamos, olvidar mis sentimientos por él.

-No quiero hablar de eso ahora- con mis brazos alrededor de mi cuerpo, lo empujo para quitármelo de encima y salirme de su agarre. Acelero el paso, a pesar de que para él no es problema alcanzarme.

-Aún puedes quedarte un mes más. Dijiste que cumplirías los cuatro meses.- su voz se oye más grave de lo normal, más molesta y desesperada- Me equivoqué, ¿bueno? Ignórame, golpéame, haz lo que sea, pero no te vayas.

-Esto iba a pasar en algún momento. Un mes más no hará la diferencia. De hecho, lo hará más doloroso.- lo miro de reojo- No voy a quedarme para siempre aquí.

No sé qué es lo que espera. Seguir sustituyendo los días solo provocará que el momento en el que tenga que decirle adiós, se vuelva uno de los más difíciles de mi vida. Verlo a los ojos y comprender que no nos volveríamos a cruzar porque su camino y el mío son muy distintos, en especial ahora que sé que necesito empezar a crear mi vida.