SOLUM (+18) I COMPLETA I

CAPÍTULO 27

SAMAY

Marvin permanece completamente quieto, a unos metros de mí. Está vestido de negro en su totalidad, y con ello fácilmente pudo haberse camuflado en la oscuridad, lo que me explica por qué no noté su presencia cuando me seguía a través del bosque.

Lo miro con cautela, sosteniendo aún la banda de Brianna en mis brazos. Pienso quedármela y llegar al fondo de esto.

El chico frente a mi es el mismo que actuó de forma sospechosa en el campamento en el momento en que Killian y yo llevamos el cuerpo de Abby. En ese momento, recuerdo que me encontraba tan confundida e intrigada por su forma de llevar la situación, que ni siquiera me había percatado de una cosa.

Su rostro... Su rostro se me hacía muy familiar. Y ahora entiendo por qué. Él es el chico que me dio el volante del empleo. El que se apareció aquel día en el parque, en medio de la noche, para darme la oportunidad que creí necesitar.

Marvin hace un ademán de querer acercarse pero rápidamente alzo mi brazo para detenerlo. Con el ceño fruncido que se trae, no lo quiero ni a tres centímetros de mi. Sus manos están hechas puños, su rostro peligrosamente tenso, y su posición muestra seguridad y señales de un posible ataque. Estoy, seriamente, planeando salir corriendo y atravesar los árboles hasta encontrar alguna otra alma viviente, pues Marvin realmente no se ve amistoso en este momento.

-¿Qué quieres?- pregunto rompiendo el silencio. Este tipo por poco no saca humo de su boca, tal como un maldito animal.

-Estoy harto de que compliques las cosas.

Trago saliva- Mira, Marvin, ya me has demostrado que no te agrado, el otro día en el campamento. Y por la forma en que me miras, hasta me atrevo a decir que me deseas la muerte o algo peor- él no dice nada- Pero lo que quisiera entender es el por qué. Ni siquiera nos conocemos.

-Tal vez tú no me conozcas, pero yo a ti sí, y muy bien.- abandona su pose defensiva para poner sus manos en sus bolsillos y adoptar una más natural- Eres Samay Miracle, la jodida chica que lo complicó todo- a continuación, deja salir una risa ronca- Si ya entiendes que nadie te quiere aquí, ¿por qué no te has ido?

-No sé tú, pero a mi me importa un carajo lo que piensen los demás.- gruño en respuesta- Te he preguntado qué quieres. Responde o déjame ir en paz.

-Quiero que esto se acabe de una vez por todas.

Su próximo movimiento enciende mis alarmas. Rebusca algo en su bolsillo, lo que hace que yo, inmediatamente, dé varios pasos atrás. Por instinto, reviso en la caja y mis manos en busca de algo para defenderme, pero lamentablemente una linterna no creo que sea de mucha ayuda.

-Relájate- dice rodando los ojos y sacando por fin el objeto a la luz. Es un pedazo de papel- Ven aquí y tómalo. Créeme, quieres ver esto.

Lamo mis labios e intento limpiar mi frente sudorosa. Pero no quiero mostrarle a este tipo que realmente me intimida. Intercalo la mirada entre él y el papel, debatiéndome qué hacer. Claramente quiero tomarlo y saber de qué se trata, pero puede ser una simple trampa para que en cuanto me tenga a centímetros de distancia, me ataque o algo peor.

Después de presenciar el asesinato de Abby, comprendí que no hay nadie en quién confiar.

-Joder, sólo toma el jodido papel.

-Lamento si tu cara de psicópata no me da la suficiente confianza- suelto sin poder evitarlo.

Suelta un suspiro cansado y luego alza los hombros. Da unos tres pasos cortos antes de dejar caer el papel. Luego de ello, se cruza de brazos y me señala el sitio con la cabeza, demostrándome que se quedará justo donde está.