CAPÍTULO 22

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SAMAY

¿Tienen idea de lo difícil que es controlar el cabello rizado con tanta humedad? Bueno, yo les digo, es jodidamente complicado, molesto e irritante. En especial en el bosque, donde el mejor producto de belleza que tengo a mi disposición es mi pequeño jabón.

La lluvia me ha dejado cada mechón rubio más horrible que el otro y digamos que las mañanas tampoco son el mejor momento para mi cabellera. Siempre fue difícil para mí controlar mis rizos, ningún producto podía lograr que estos se mantuvieran normales. De hecho, eran pocos los que con suerte los dejaban bonitos y sedosos. Una de mis pocas soluciones era juntarlo en una media cola, o completamente. Disimulaba mi gran melena de león.

No digo que odio mi cabello, inevitablemente es parte de mi y aprendí a quererme con ello. Pero no voy a negar que hay días en los que envidiaba a mis amigas por su cabello lacio y brilloso, y que quería ser como ellas en ocasiones.

-Solo plánchalo- era lo que me decía Brianna todo el tiempo- No puedes andar por ahí pareciendo un león en cacería.

-Pero es muy caro, el proceso tarda mucho, y hacerlo muchas veces puede dañar mi cabello- respondía yo.

-Pues tal vez es preferible que te quedes calva a seguir con esa maraña- ella reía a carcajadas, pero al ver que ni yo ni Courtney le seguíamos la corriente, rodó los ojos y me miró- Es un chiste, joder.

Sí, así eran sus chistes, todo el maldito tiempo.

Joder. ¿Cómo no veía las señales? Claramente tenía que dejar a esa bruja que me trataba como si fuera su cachorro. En cambio, allí estaba yo, apoyándola incluso en sus peores momentos, como las rupturas con sus novios, sus notas finales... todo. En cambio, cuando a mi me rechazaba un chico, lo que hacía ella era reírse de mí.

Supongo que tenía miedo. Miedo de lo que fuera a pasar si le levantaba la voz, si le ponía un alto por fin. Miedo a lo que ella me haría.

Miedo a quedarme sola si se molestaba conmigo. Miedo a... la soledad.

Porque sí, ella y Courtney eran el único grupo que yo tenía, y gracias a la reputación que me había dejado Brianna, no había muchos candidatos para ser mis amigos. Tenía miedo de que de repente, me quedara sola comiendo mi almuerzo, haciendo mi tarea, saliendo al centro, hablando por mensajes.

Fui estúpida, claramente, y recién ahora es cuando lo veo. En cuanto llegué a Solum por mi cuenta para afrontar mi mayor miedo: la soledad.

Al principio fue difícil, aceptar que no tendría a nadie y que tenía que sobrevivir por mis propios medios, ser independiente y no necesitar de nadie más. Aprender a utilizar mis mejores habilidades, beneficiarme de mi alrededor. Aceptar que la única persona con la que debía sentirme satisfechas, era conmigo misma.

Así fue, de a poco lo fui comprendiendo. Y gracias a eso, entendí cómo disfrutarlo.

Y entre estar mal acompañada con una chica que solo se dedicaba a menospreciarme, y estar sola pero feliz, prefería quedarme sola.

Claro que luego apareció un sujeto en mi vida para revolver mis sentimientos y asustarme con su presencia en medio de la oscuridad. Para el colmo, dicho sujeto, luego de un par de semanas, se convirtió en la persona con la que estoy teniendo sexo.

Su nombre es Killian Moore, y ahora se encuentra pescando en el lago con una caña vieja que encontramos en la torre y que según él, había pertenecido a un anterior campista. La arreglamos como pudimos para ahora poder obtener un almuerzo decente. Yo tenía comida, claro, pero estaba planeada para una persona. No tenía problema en compartir con Killian pero si seguíamos así, las raciones no durarían mucho más y las necesito al menos por dos meses más. Por esa misma razón, ambos estuvimos de acuerdo en buscar la comida por nuestros propios medios.

SOLUM (+18) I COMPLETA IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora