SOLUM (+18) I COMPLETA I

CAPÍTULO 16

SAMAY

-¿Por qué me miras tanto?- pregunta el chico rubio, dejando lo que hace de lado para fulminarme con una oscura mirada.

Aún cruzada de brazos, cierro y abro la boca sin saber qué responder. Creo que no he disimulado mucho a la hora observarlo.

-Lo siento, no era mi intención incomodarte.- le aseguro, pero él vuelve a afilar su cuchillo, ignorándome- Me pareció extraño que no te sumaras a ellos- señalo el grupo que rodea a Killian- Sucedió una tragedia...

-Abby...- pronuncia su nombre antes de largar una risa ronca- Sí, esa chica tenía muchos problemas. Era muy inestable, no me sorprende que se suicidara.

¿Y si él ya sabía que ella pretendía hacerlo?

-No fue así.- le explico sentándome en el tronco frente a él- Alguien la ha empujado.

Ante mi declaración, sus ojos vagaron en el suelo y estoy bastante segura de que se desconcentró de lo que hacía. No fue capaz de disimularlo. Carraspeó la garganta antes de levantarse. El chico no es muy alto. De hecho, apenas me sobrepasa por algunos centímetros. Lleva pantalones negros y una camiseta gris más grande que la de su talla correspondiente. Ahora parece un poco más nervioso.

-¿Tú qué haces aquí?- suelta la pregunta de manera brusca, esquivando el tema. ¿Y lo curioso? No me ha preguntado quién soy, simplemente me habló como si fuera una conocida suya. La cual no le cae muy bien, o al menos eso me demuestra al hablarme de esa forma.

-Um... Quiero presentar mis condolencias a Abby.

Me mira con asco- Irónico.- masculla antes de darme la espalda y dirigirse a lo que parece ser su tienda.

Me quedo recalculando en mi lugar. ¿Qué rayos le pasa a ese tipo? A primera vista, por supuesto, parece un sospechoso, con esa actitud autodefensiva y malhumorada. No puedo determinar cómo habrá sido su relación con Abby ni quiénes forman parte de su círculo de amigos como para saber si el problema solo lo tiene conmigo o con el mundo. Y tampoco parece interesarle el alboroto que hay detrás de mí, considerando que ella era una compañera suya, ¿cómo se atreve a ni siquiera sentir la más mínima pena?

Antes de volver con Killian, no puedo evitar observar el famoso campamento Crawford, al que tanto quería conocer. O bueno, como dijo Abby, uno de ellos. Es realmente hermoso, parece una especie de pueblito, pero bien pequeño. Las tiendas son grandes, casi tanto como una caravana. Hay distintas estaciones para todo, como la de la cocina que se compone de una mesa grande de madera con distintos tipos de utensilios y hornos. Hay unos cubículos de madera al fondo del campamento, que supongo son los baños. Todo esto me lleva a pensar... ¿Estas personas viven aquí? ¿O solo se trata de un verano?

Veo a Killian, finalmente, moverse por el campamento. En cuanto conectamos miradas, me hace un gesto con la cabeza, indicándome que siga su camino. Obedezco en un segundo porque ahora solo me siento segura a su lado, dado que todas estas personas me miran como si fuera un bicho raro, o con muecas que no puedo explicar. Siento que me están juzgando incluso sin conocerme.

-¿Y?- me pregunta una vez que llego a su lado- ¿Alguien que se mostrara sospechoso?

-Uno en especial. Un chico rubio que ni siquiera le puso atención a lo que pasaba- le comento con detalles mi conversación con tal tipo- No sé cómo se llamaba.

-Tenemos pocos rubios y el único que encaja con la descripción que me diste, es Marvin- niega con la cabeza- Joder, podría ser posible. Pero odio echar culpas sin pruebas. Esta gente es prácticamente mi familia, personas con las que crecí a lo largo de mi vida.

Coloco una mano en su hombro- Entiendo. ¿Y qué ha pasado allí contigo? ¿Les contaste lo que pasó?

-No, no era la forma. Primero enterraremos a Abby y luego explicaré lo sucedido en la gran fogata, como debe ser.