III AMO TUS OJOS

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Resumiendo todo... En la tarde me vi con Cameron y me propuso ir a husmear al tercer piso.

¿Qué es lo malo que podría pasar?

Acepte y él dijo que había conseguido lograr dormir a los guardias del tercer piso, pero los del segundo no, así que el plan era ir hoy en la noche a la fogata, quedarnos un rato ahí y después escaparnos.

No era tan difícil, hasta yo había colaborado consiguiendo dos linternas.

Ya el reloj iba a marcar las doce y tres golpes en mi puerta me avisaron que Cameron ya estaba aquí.

—Lola.

—Cami.

—¿Qué no era Camburger? —pregunto divertido.

—Muy largo.

Sonreí.

—Vámonos.

Salimos de mi habitación y empezamos a caminar tranquilamente por los pasillos.

El llevaba una camisa blanca—como mil tallas más grandes que la suya— y unos pantalones negros con bolsillos en las piernas; su peculiar cabello estaba peinado como librito separando sus dos colores. Morado y rosa.

Yo por mi parte me puse unos jeans muy anchos y con las rodillas rasgadas, una camisa de tiras, encima de ella un camisón de cuadros que tapaba casi hasta mis rodillas y unos converse negros.

—Hable con un amigo que está internado en el segundo piso, él dijo que podría ayudarnos—empezó a explicar—. En el baño de chicos del segundo piso la ventana no tiene rejas y mi amigo me dijo que podía atar todas sus sabanas y cobijas para que podamos subir y no sea tan fácil que los guardias nos atrapen.

—La vida es de riesgos y yo no voy a desaprovechar esta oportunidad de ver los secretos del tercer piso—está claro que me estoy aburriendo de la misma rutina, necesito algo con que entretenerme para no caer en la demencia.

—Perfecto—aplaudió en silencio—. Tenemos una hora para estar en la fogata y después treparemos las pareces como el hombre araña.

—Más bien como Rapunzel—tape mi boca para no reír.

Guau, Fleur, cada día me sorprendes más.

Vi a mi hermana y a una chica saliendo del psiquiátrico.

—Esa es mi hermana.

—¿La rubia?

—Si—alargue la i—. Vamos.

Corrimos a la puerta y salimos al hermoso frio.

Nos adentramos en el bosque y al tener a Fleur de espaldas le grite.

—Où vas-tu, petite fleur de demain? —¿A dónde vas florecita del mañana?

—Char... ¿Vienes a la fogata? —se giro y me miro con las mejillas sonrojadas.

Esta chica siempre me hace reír.

—No me lo perdería. ¡Andando! —exclame.

Ya habían pasado como unos treinta minutos y un chico propuso que jugáramos a las escondidas. La persona que te encontrase podría pedirte un favor y tú no podrías negárselo.

El juego empezó y corrí a través de los árboles. Cuando sentí que ya estaba muy alejada pare y me senté en la corteza de un gran roble a esperar que el juego terminara.

—Te encontré.

La voz.

Yo la conocía.

Me levante y mire a un lindo chico. Ojos grises, cabello negro y una gran altura.

INEFABLE. ( Pierce y Mason x Female)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora