XX LA CAMA.

2.1K 229 5
                                    


LA NOCHE ANTERIOR.

MASON.

Salí del psiquiátrico por la ventana del baño de chicas. Corrí unos dos kilómetros y un auto iba pasando, hice una seña para que parara y el anciano al volante hizo caso.

—Muchacho ¿Necesita que lo lleve? —asentí. Fingí estar asustado, respiré entrecortadamente—. Suba, se ve enfermo, lo llevare a la ciudad.

Pobre iluso.

Al dar un paso me tire en el suelo imitando un desmayo. El hombre se bajó del auto y se arrodillo tomándome el pulso.

Con sigilo saque una daga de mi pantalón. Cuando lo tuve más cerca salte y clave con fuerza el arma en su cabeza, siendo específico en la sien.

—No debe confiarse de los demás, anciano—lo tome de las muñecas y lo arrastre al bosque y metí un gran palo afilado por donde la daga había atravesado su cabeza. La gente pensaría que se había caído al ser un hombre de edad.

Sacudí mis manos contra el pantalón negro que llevaba puesto.

—Diría que lo siento, pero no es así—sonreí viendo mi trabajo—. Lo siento, tengo que salvar a alguien y su auto me va a ayudar.

Salí del bosque y manejé hasta la antigua casa de los Dupont. Aún seguían sus cosas ahí, no habían vaciado la propiedad.

Con la daga forje la cerradura.

Esa arma se la había obsequiado a Juliette en su cumpleaños. >>Oh, me encanta<< exclamo cuando se la di.

La noche que sus padres murieron fui a su cuarto y la guardé.

Después se la devuelvo.

—Ahora a lo que vine—hablé para mí mismo.

Empecé por lo cajones de la planta baja, revolví cada lugar. Golpee las paredes buscando una hueca al igual que el piso.

Subí al segundo piso. No iba perder mi tiempo buscando en las habitaciones de las chicas cuando sabía que no iban a estar ahí.

Entre al cuarto principal y mire detalladamente cada rincón.

—Mhm...

Me acerque al reloj antiguo que había en una esquina. Rompí la madera y empecé a buscar. Sería un buen escondite que yo utilizaría.

Nada.

—Bueno, fue una idea mía esconder algo ahí, probablemente sus cerebros tan ingenuos no lo pensaron—me encogí de hombros.

Recuerda Mason, fíjate en los detalles más pequeños, tu plan fallo por pensar en grande y no fijarte de lo más insignificante.

Me recordé y viajé a mis recuerdos.

Charlotte me extendió el paquete de doritos que estaba comiendo. Acepte y tome dos.

—Si tuvieras que esconder algo muy importante ¿Dónde lo esconderías? —preguntó de repente y se recostó en su brazo mirándome.

Acostado en la cama me gire a verla.

—Mi mejor opción sería esconderlo en un reloj antiguo—mire como sus ojos me analizaban—. Nadie sospecharía.

Ella asintió.

—No comparto tu ideal—comentó—, sería muy predecible, cualquiera podría descubrirlo—pausó la película y se volvió a mirarme—. Piensas como si fueras el único que tuviera cerebro en este mundo, Mason—la mire atento—, tú crees que lo que elaboras nunca se le ha ocurrido a nadie y te sientes invencible cuando accionas con tus pocos conocimientos—sus palabras tenían razón, pero no quería dársela—. Eres muy inteligente, Mason, pero tu ego te ciega y hace que falles en algunas ocasiones. Crees saberlo todo, pero siempre va a haber alguien que va delante de ti—y esa persona eres tu—, y puede destruirte porque sabe que solo tomas lo superficial ya que tu mente piensa que solo con esa información ya puede ganar—no respondí nada—. Más adelante eso va a meterte en un gran lio.

Analicé sus palabras y estas me hicieron dudar por un segundo.

No es cierto, solo trata manipularme para que le dé la razón.

Evadí sus palabras con su misma pregunta—Si tuvieras que esconder algo muy importante ¿Dónde lo esconderías?

—Mhm... Mandaría a elaborar una cama con un cajón oculto en la parte baja—respondió—, pero cuando digo oculto es oculto. Si es tan importante esa cosa, sellaría ese cajón para que no se pudiera abrir nunca.

Muy buena respuesta, bonita.

No se me paso por la cabeza buscar en la cama, no lo vi necesario, pero al recordar las palabras de Charlotte levante la cobija y golpee la madera guiándome por el sonido.

—Voy a tomarme tus palabras más en serio, bonita—golpeé fuertemente el pedazo de madera para que se zafara.

Saque el mini cajón y en este había un sobre de papel y una pequeña libreta.

—¡Bingo! —empecé a abrir el sobre y en él había fotos.

Saqué con cuidado cada una de ellas y todas eran de una mujer muy blanca de cabello castaño y ojos amarillos. Las fotos mostraban como ella comía, salía de su casa, paseaba por las calles y salía del parking. Y todo esto sin que ella lo notara.

El padre enfermo la vigilaba.

La ultima foto era de una casa de estilo victoriano rodeada de campo y bosque.

—Necesito más—dejé las fotos a un lado y abrí la libreta.

Revise cual era la cantidad de hojas tenía que leer y para mi sorpresa solo había una página escrita con pocas palabras.

Más bien una dirección.

Balokovo-Rusia.

Vereda Кошачий глаз- Ojo de gato.

Vivienda vigilada las 24 horas por doce guardias.

Mi mente hizo click. Todo cuadraba, mis sospechas eran ciertas. Ahora más que nunca tenía que cambiar todo el plan anterior y crear uno nuevo en poco tiempo, pero para eso debía ir a esa casa y averiguar el por qué.

Ahora todo cambiaba y tenía que estar más alerta. Mi plan iba a triunfar y así podría rescatar a Charlotte y los secretos que venían con ella.

Desde el momento en el que te vi, bonita, me diste curiosidad y todavía no puedo saber cómo funciona tu mente.

NOTA: Les dejo uno corto para dejar el suspenso.

Comenten y voten.

¿Que será lo que descubrio Mason?

-Rie malevola-

INEFABLE. ( Pierce y Mason x Female)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora