INEFABLE. ( Pierce y Mason x Female)

XL JARABE PARA LA TOS.

Primero que nada este capitulo lo hice como un poco meloso y tierno porque me siento culpable de matarles sus mentecitas con los caps anteriores.

So, disfruten a este Pierce, Mason y Charlotte en modo tiernos.

NARRADOR EN TERCERA PERSONA.

NUEVE MESES ANTES DEL PSIQUIATRICO.

El sonoro bostezo de Charlotte resonó por la sala de su casa. Moviendo ágilmente sus manos en el teclado, trataba de terminar una de sus miles de tareas.

—Malditas... Tareas... De... Mierda—punteo cada palabra mientras golpeaba su cabeza con la pasta de un cuaderno.

Lloriqueo al ver que no llevaba ni la mitad del primer taller. Suspiró frustrada y se recostó fuertemente contra el respaldar de la silla, haciendo que esta se tambalease hacia atrás activando la adrenalina en ella.

—Casi me mato—rio agitada por el susto.

Miraba con atención cada palabra que había escrito, buscaba alguna falla, mala ortografía, etcétera. Volvió a quejarse, esta vez jalándose levemente el cabello.

Según ella estaba aburrida y no tenía nada que hacer —queriendo ignorar sus tareas a toda costa—, pero en el fondo sabía que si se detenía diciendo "la hago mañana" se arrepentiría totalmente porque era obvio que no la terminaría.

—Profesora, malparida—insulto a la mujer que le dictaba química y le había ordenado a ella y a sus compañeros hacer un trabajo en Word de mínimo tres mil palabras—. No es mi perra culpa que su marido no se la culee. Ojalá y se le queme su computador.

Fleur que iba pasando por la sala negó en desaprobación, su hermana era "súper educada", eso le recalcaban todos. Charlotte educada Dupont. Le apodaban.

Mirando a la pantalla, esperando que el espíritu santo llegara y le ayudase, comenzó a cuestionarse las estúpidas ideas que pasaban por su cabeza.

—¿Sera que sí? —susurro tocando su boca.

Abrió una pestaña en google, y empezó a teclear.

¿Me puedo drogar con acetaminofén?

Decepcionada por la respuesta del internet se levantó y fue a los cajones de la cocina buscando pastillas. Vigilaba que Fleur no la viera y comenzó a preguntarle a la caja inteligente si podía consumir esas pastillas para tener un efecto malo/bueno en su organismo.

—Maldita mierda—refunfuño al ver que tampoco podía doparse con pastillas para la tención—, y justo aquí no tenemos paracetamol—se cruzó de brazos pensando que más podría hacer—. Yo escuche que me podría drogar con lechuga—hablo paa si misma—¡Fleur! —grito llamando a su hermana.

—¿¡Que paso!? —respondió desde el segundo piso.

—¿¡Hay lechuga!? —espero atenta la respuesta.

—¿¡Para que!?

Pa' drogarme, mamacita.

—¿¡Hay o no!?

—¡No!

Mando su cabeza para atrás maldiciendo hasta la luna.

—Ojalá y me muera hoy—paso sus manos por su cara frustrada.

Recordó el jarabe para la tos que había en el armario de sus padres.

—¿Sera? —volvió a teclear en el buscador.

Celebro en silencio, haciendo un chistoso baile.

—Amen—dio un pequeño saltito y corrió a la habitación de los adultos.