ADVERTENCIA: Este capitulo contiene escenas no tan explicitas, pero si no te gusta este tipo de cosas no creo que puedas seguir leyendo mis escritos porque de aqui en adelante todo se va a volver muy sanguinario y turbio.
Pido discrecion y cero traumas.
Todo esto sale de lo mas profundo de mi retorcida mente y voy a ocar temas muy delicados que para alguno/as puede ser incomodo.
NO ESTAS OBLIGADO/A A LEER ESTO, PERO SI QUIERES SEGUIR LEYENDO ESTE FAN-FIC ES MEJOR QUE TE INYECTES MORFINA PORQUE EL DOLOR DE CHARLOTTE LO VAN A SENTIR A TRAVEZ DE LA PANTALLA. Ok no, pero es lo mas probable.
Se viene lo bueno (rie con malicia)
Mi cabeza palpitaba y dolía como si la noche anterior hubiera tomado una botella de tequila entera.
Abrí mis ojos lentamente. La pequeña y sucia lámpara colgante alumbraba pequeños espacios del aterrador lugar donde estaba. Cerré mis ojos deseando que esto fuera una pesadilla.
Volví a mirar el lugar donde estaba. Alrededor de toda la habitación había gente amordazada y atada de pies y manos con cadenas de metal, pude reconocer a algunas personas. Chicos del psiquiátrico.
Además de ellos había siete adultos y un bebe extendido en una manta en el húmedo suelo.
Me removí bruscamente tratando de soltarme. Solo logre lastimar mis muñecas.
No podía gritar por el trapo que tenía dentro de la boca. Me empecé a desesperar y los ojos de todos estaban puestos en mí.
La puerta de abrió de golpe dejando ver a cuatro hombres con máscaras, me quede quieta y dos de ellos se acercaron a mí y a un chico moreno y de pelo rizado.
—Czy to ta suka będziemy torturować? —fruncí el ceño al escuchar el idioma en el que hablaban.
Su compañero asintió y quitaron mis cadenas.
Al estar de pie pensé en escapar, pero un fuerte puño en mis costillas me tiro al piso.
El ardor me hizo chillar. Rápidamente me volví a levantar y los miré cambiando mi expresión a una de tranquilidad.
—Vamos, maldita perra—el hombre más delgado hablo con un acento que me hizo notar de que no era de por aquí.
Me tomo del cabello y me arrastro.
Mire al chico moreno y a este lo estaban golpeando. Cerré mis ojos con fuerza y traté de olvidar lo que estaba viendo.
Los pasillos eran alumbrados por bombillas amarillas que se apagaban una que otra vez dando un estilo gótico y escalofriante.
Pasamos muchas habitaciones y por las pequeñas ventanillas podía ver a mujeres y hombres siendo mutilados o golpeados brutalmente.
Tenía miedo, no sabía lo que iba a pasarme y quienes eran ellos.
El hombre musculoso y alto que iba a mi lado derecho saco una llave abriendo una puerta de metal desgastado, esta chillo al moverla y a la fuerza me entraron a ese cuarto.
Las paredes eran grises y la pintura estaba desgastada, el piso tenia manchas de sangre y estaba húmedo por las tuberías de agua que pasaban por encima de esta.
No había ventanas y la una iluminación era la de una lámpara de techo que no iluminaba ni una mierda.
Por el fuerte empujón de uno de los hombres caí de rodillas al piso. Me quejé.
—No te muevas—hablo con voz firme el que me llevaba del pelo.
Obedecí y me quedé quieta.
—¿Quiénes son ustedes? —me atreví a preguntar y en ningún momento mi voz tembló. Tenía que ser fuerte.
—Nadie te dio permiso de hablar—el ardor del azote me hizo palidecer.
Con fuerza y sin anestesia uno de ellos —no podía saber cuál— me azotaba con rejo de cuero.
Apreté mis labios con fuerza para no llorar, pero las lágrimas de desbordaban por el fuerte dolor. Sentía como mi piel se rajaba por cada azote, mi espalda temblaba y no podía moverme.
—Aquí tú haces lo que te digamos—habló uno de ellos.
Me quede unos segundos quieta procesando lo que había pasado, tenía que ser un sueño.
—Ya es suficiente, Darko—hablo el que creía que era el más flacucho—. Ahora va suplicar que la matemos—se burló.
El tal Darko me hizo levantar tomándome de las orejas.
—Czas zjeść Andromedę.
Bajamos muchas escaleras y la luz de la luna me recibió.
Por cada movimiento brusco que hacia sentía como mi espalda se rasgaba mucho más.
—Las reglas son muy simples en este juego—el otro hablo—. Tú tienes que buscar tu comida.
Temblé ante sus palabras, pero unos minutos después de salir de la habitación me prometí ser fuerte y no dejar que vieran como sus golpeas me destrozaban.
—Buena suerte—Darko beso mi cuello y un gran asco invadió mi cuerpo.
Volvieron a entrar dejándome sola.
¿Podré escapar?
Morir no era una opción.
Yo iba a vivir.
NOTA: Los siguientes capitulos van a ser muy explicitos en el sentido de torturas y demas.
Progablemnte en unos momentos actualize, pero no un capitulo sino que un cast para este fan-fic y una sipnosis.
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INEFABLE. ( Pierce y Mason x Female)
Fiksi PenggemarFan-fic de mi desesperada decisión. Pierce y Mason x Female.