INEFABLE. ( Pierce y Mason x Female)

XXI ROSE.

MASON.

Tire agua a mi cara tratando de quitarme el sueño, mis ojeras negras, mis ojos rojos y el pálido color de mi piel, me hacían ver enfermo.

La noche anterior tuve que saltar de la ventana del cuarto de Charlotte. Una señora que vivía cerca de la casa se percató de las luces que había dejado encendidas y llamo a la policía pensando que era un ladrón.

Gracias al diablo dejé todo muy organizado antes de subir al cuarto de los padres. Puse todo en su lugar y no traje nada de lo que encontré al psiquiátrico.

—Te ves horrible—mi hermano adoptivo entro al baño a cepillarse los dientes.

Ni me lo recuerdes.

—¿Acaso además de la psicopatía, ahora también sufres de insomnio? —pregunto y se giró a mirarme.

—Ni me hables que no quiero dirigirte la palabra—paz, paz, necesito paz.

—Ahora con lo que paso—suspiro y a través del espejo pude ver como su expresión cambio a una de preocupación—¿Vamos a seguir con el plan principal?

Maldita mierda. Tengo tanto en la cabeza que no pensé en eso.

Una idea llego a mi cabeza y me ilumino.

Me acerque a Adam y di un beso sonoro en su frente—En estos momentos te quiero mucho—el me miraba como si fuera un duende—. Cuando termine de pensar te informaré.

El sueño se me quito y corrí hacia el sótano. Que mejor lugar para pensar que el prado de flores.

Antes de entrar Fleur giraba el pasillo con unas ojeras más grandes que las que yo cargaba en mis ojos, sus ojos estaban hinchados y sus pasos los daba con desgano.

Culpa.

Ella se percató de mi presencia.

Si las miradas mataran yo ya estaría cuatro metros bajo tierra.

Pasó por mi lado y camino rápido hacia el pasillo que la llevaba a su habitación.

Bufé y entre al sótano. Moví las cajas y me arrastré hasta lograr salir.

No era muy prudente hacer esto a la luz del día, pero necesitaba idear algo para que mi plana no fallara, así que salte la malla y corrí hasta desaparecer por los grandes árboles.

El viento choco con mi cara y mi ropa se movió junto a mi cabello que ahora estaba más largo de lo habitual.

Como para que Charlotte me hiciera trencitas.

Suspire y baje hacia las flores tratando de lo resbalarme.

—Bien—alcé mis brazos—, ¡ideas vengan a mí! —me tiré de espaladas aplastando una que otra florecita.

Lo que habíamos planeado principalmente era hacer que tomaran confianza de mí y fingiría ser el asesino para que corrieran hacia el segundo piso, pero las cosas se complicaron y ahora tendrían que buscarme en el primero.

Pierce, Adam y yo nos las ingeniamos para tomar ese pequeño detalle y seguir el curso de nuestro magnifico plan.

Cuando las tuviéramos en la casa y Charlotte y Fleur me odiaran llegaría Pierce a "salvarlas" y ahí Adam les explicaría que todo había sido un plan de los tres.

Pero las cosas nunca salen cuando pones hasta tu último aliento en ellas. Siempre va a haber un puto problema que va a acabar con tu idea. Y esa era la razón por la cual se nos complicó hasta el respirar. Y el error lo tuve yo por confiar en mí mismo.