UN AÑO ANTES DEL PSIQUIATRICO.
CHARLOTTE.
Bostece y con pereza mande mi cabeza hacia atrás. Estire mis brazos por encima de mis hombros y me queje al oír mis huesos crujir.
Esta semana no había sido del todo buena ─en realidad fue muy mala─, tenía varios trabajos de la universidad, era el primer semestre de medicina y ya tenía una gran pila de papeles para rellenar, pero claro que no me molestaba, la carrera que había elegido me apasionaba y me gustaba, solo que no sabía manejar mi tiempo y eso no ayudaba mucho.
─ ¿No tenías que ir donde Laurent? ─la rubia cabellera de Fleur se asomó por el pasillo. Aún estaba en pijamas y sostenía su laptop con delicadeza.
Wau, es tan atractiva ¿Qué demonios me paso a mí?
─Mierda, si─ di un pequeño salto y comencé a buscar mis tenis para ir a su casa, que claramente quedaba en el culo del mundo.
Me metí debajo de la mesa buscándolos, sin embargo, no había rastro de ninguno. Juraba que cuando me había sentado en el comedor lo había dejado ahí, ni modo que hubieran sacado patas y saliesen corriendo.
El fuerte golpe en mi cabeza me hizo maldecir fuertemente, sobe el lugar afectado con mis manos. Ya era como una costumbre el pegarme con la mesa todos los días, bueno, no solo con la mesa, prácticamente con todo a mi alrededor.
─ ¡Fleur! ¿Viste mis zapatos? ─hable entre muelas lo suficientemente alto como para que me escuchara. Aun me dolía el golpe.
─No son mis zapatos, son tuyos─ respondió desde el sofá.
Maldita.
─Gracias, fue de mucha ayuda─ ironicé levantándome y grandes zancadas dirigiéndome a la escalera.
No me iba a poner a buscar esos zapatos, mejor me ponía otros, conociéndome duraría eternidades buscándolos y al final siempre estarían frente a mis narices, además, yo sufría de pereza excesiva.
Me mire al espejo una vez más y volvía la sala donde se encontraba Fleur. Juraba que parecía Taylor Swift con sus gafas negras y pijama juvenil.
─No me tardo, solo voy a recoger los documentos y vuelvo─ avise y tome las llaves que estaban sobre la mesa de centro.
─Si, si─ Fleur le restó importancia y siguió tecleando con concentración.
Con el SkateBoard en mi mano salí de la propiedad y comencé a andar en él, iba tan entretenida en la música que reproducían mis auriculares y siquiera tuve tiempo de frenar repentina mente cuando el claxon de un carro sonó.
─Joder, amigo, ¡fíjate la próxima! ─exclamé y al momento de girar hacia el auto sonreí con nerviosismo.
─Un día de estos vas a terminar como el chico rubio de ese libro─ Adam saco su cabeza por la ventana con su ceño fruncido.
Me santigüé con diversión y respondí─ Que así sea─ sonreí con picardía y alce una ceja.
─ ¿A dónde ibas? ─Mason pregunto y vi cómo me analizaba a través del parabrisas.
─A buscar mi dignidad ¿Y ustedes?
─A tu casa ¿No es obvio? ─esta vez fue Pierce quien respondió.
─Aa, que chévere, se me cuidan─ rodé los ojos y volví a encaminarme hacia la casa de Laurent.
Ignoré sus palabras y seguí en lo mío, era relajante sentir la brisa golpear con mi cara y las canciones de Morat sonando a todo volumen hasta el punto en el que dolían mis tímpanos. La verdad eso ni me importaba, solo me gustaba vivir el momento, por así decirlo, era liberador andar por la carretera y además en una tarde fría con unos pantalones anchos y una sudadera calentita, ojalá y esto fuera una profesión.
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INEFABLE. ( Pierce y Mason x Female)
FanfictionFan-fic de mi desesperada decisión. Pierce y Mason x Female.