Inesperada Melodía ✔

Capítulo 24

Taylor Swift - Love Story (Taylor's Version)

Tyler

Estoy acostado en mi cama leyendo Orgullo y prejuicio me va gustando, aunque se me hace un poco pesado por la narración. No me acostumbro.

Tocan la puerta, de seguro es servicio al cuarto y digo que pasen.

—Hola.

—¿Ocurre algo?

—Probablemente.

Samara se tira a mi lado, la miro de reojo y tiene una bata de seda.

—No quiero ser grosero, pero estoy leyendo.

Que fastidio cuando quieren hablar contigo cuando lees.

—Eso es aburrido, tengo una cosa más divertida que hacer.

—No lo creo.

Me arrebata el libro, por suerte alcanzo a marcar la página.

Cuando la miro me doy cuenta de que tiene lencería puesta, aparto la mirada.

Con su mano en mi mandíbula me acerca a sus labios hasta un punto en que se rozan y nuestras respiraciones chocan.

—¿No quieres jugar un poco?

Pongo mi mano en su mejilla, ella suelta una risa victoriosa y antes de que pudiera acercarse más... la aparto.

—No.

Agarro mi libro para pararme junto a la puerta.

—Puedes irte.

Sale molesta de mi habitación.

Dejo todo cerrado para bajar por el ascensor e irme a otro lado y evitar problemas o podría ir a visitar a cierta pelirroja.

Mucha mejor idea.

Marco su número.

—Hola ¿Ocurre...?.

—Acabo de ver a Samara en lencería. —Suelto —

—¿De acuerdo?

—Te estoy contando.

—Pero al menos me hubieras respondido hola. —Dice, divertida —

—Ah, hola.

—Ya no cuenta. ¿Debería preocuparme de que viste a tu querida esposa en bragas?

—No, en realidad estoy huyendo. Voy bajando en el ascensor.

—Okey ¿Quieres venir acá? Puede ser tu guarida.

—Ya que insistes.

—No estoy...

—Te veo en unos minutos, adiós.

Cuelgo para tomar camino a la casa de su mamá.

A lo que llego la veo sentada en la escalera que está afuera. Tiene la sudadera que le di ese día en el parque.

—¿Llevas mucho tiempo esperando? —Le dejo un beso en la frente —

—No, recién me siento.

Entramos a la casa, a lo que cierro la puerta a mis espaldas ella me agarra del abrigo para darme un beso en los labios.

Pone sus manos en mi pelo y lo hace más intenso a lo que me recuesta en la pared. La rodeo con mis brazos.

—¿Qué tienes en las manos?