Inesperada Melodía ✔

Extra 1

Aviso: El contenido de este extra puede llegar a ser incómodo para varias personas.

Taylor Swift - You're not sorry (Taylor's versión)

Alice

Años atrás

Estoy sentada en el mesón de la cocina, mientras que la persona frente mío está colado entre mis piernas.

—No estoy segura de que sea lo correcto.

Paso mis manos por la barba que tiene Diego, con delicadeza.

—¿Por qué?

—Me estás diciendo que Asher tiene intenciones conmigo y no creo eso.

—No lo ves porque lo consideras tu mejor amigo, pero como tu novio veo sus dobles intenciones.

—¿Cuáles?

—Siempre quiere verte en todos lados y solo pasa viéndote la falda, claro, si siempre te gusta andar enseñando.

Ya me había dicho que no le gustaba que usara ropa con escote o corta porque no quería que me vieran otros hombres.

—Eso no es cierto, además, también dices cosas feas de Cristal y no me gus...

—Los defiendes porque te han lavado el cerebro. Ellos quieren separarnos ¿Quieres que nos separen?

Lágrimas bajan por mi mejilla, él se encarga de quitarlas.

—No quiero eso, de verdad. Soy feliz contigo.

—Eso lo sé.

Me asusto un poco cuando me toca la mejilla. Aún recuerdo la bofetada que me dio después de que le reclamara de que habían salido fotos suyas con una chica. Quizás le presioné mucho para que me dijera algo tan estúpido, es obvio que me quiere.

—¿Todavía con eso? Ya me disculpé contigo, se me fue la mano. —Habla con tono agrio —

—Lo sé, solo que...

—¿Qué? —Frunce el ceño —

Oh, no. Hace eso cuando está enojado.

Dejo un beso en su labio que parece calmarlo un poco.

—Nada, es una ridiculez.

—¿Vas a alejarte de los que dicen ser tus amigos?

—Son los únicos que tengo.

—¿Me amas?

—No entiendo que tiene que ver una cosa con la otra.

—¿Me amas? —Repite —

—Por supuesto.

—Entonces, si de verdad me amas, harás lo mejor para mantener esta relación. Son ellos o yo, a la final los dos te dejarán sola... yo no.

Lo pienso por un tiempo.

—Supongo que es verdad lo que dices.

—Es que la tengo.

Da un beso un poco tosco para mi gusto. Sus grandes manos acarician mis muslos, hasta llegar al borde de mi blusa.

—Quiero tener un polvo contigo.

Sus besos bajan por mi cuello hasta llegar a mis tetas. Solamente que no quería que siguiera, solo quería que se vaya.

—No le digas polvo, suena horrible.