Inesperada Melodía ✔

Capítulo 26

Shawn Mendes - This Is What It Takes

Alice

Estoy sentada junto a Sebastián en el sillón.

Elena está nerviosa —Va a venir Asher —y Tyler está cotilleando en su celular.

—Creo que deberíamos salir a un lugar a tomar aire fresco —Propone Sebastián —

—Estás en un bosque, solo abre la puerta. —Tyler dice quitándole importancia al asunto —

—Yo creo que sería una buena idea, podríamos llevar a la abuela a descansar un poco de la ciudad en el campo de papá —Aporta Elena —

—Pues se van ustedes.

Ambos me lanzan una mirada de apoyo.

Mi turno de intervenir.

—¿Su papá vive en un campo?

—Sí, es un bastante lejos de la ciudad y tiene algunos animales.

—Hace demasiado calor allá. —Tyler refuta —

—Hace mucho que no voy al campo y no estaría taaaaan mal.

Tengo el efecto que quiero cuando él deja de ver el teléfono y ahora me mira a mí.

—¿Quieres ir?

—No estaría mal. —Alzo los hombros —

Elena y Sebastián pasan una mirada entre los dos.

—Entonces hay que organizar el viaje.

—Pero hace un rato dijiste que no.

—Sebastián, la gente cambia de opinión.

Y así nos deja solos a los tres.

—Gracias, Alice.

Chocamos los puños, pero antes de que lo hagamos con Elena la puerta se abre y entra Asher.

—Hola ¿Cómo estás? —Se acerca a Elena para dejarle un beso en los labios —

—Yo estoy bien, no te preocupes. —Intervengo —

—Cállate tú. —Me lanza un cojín —

********

Voy subiendo la escalera de lo más tranquila, sin embargo, apenas pongo un pie en la planta alta veo como Asher está besando, no, se está comiendo a Elena.

—Vayan a una habitación, que asco. —Asher me hace un gesto con la mano para que me vaya — Tyler está en la habitación al final del pasillo.

—¿Qué? Pensé que se había ido. —Elena se separa rápidamente y él me mira con mala cara —¿Le vas a decir ahora?

—No, no tengo que contarle su secreto.

Los dejo solos para entrar en mi guarida.

 Tyler está acostado junto al piano, en el suelo escuchando música.

Le doy un ligero golpe en su muslo con la punta de mi pie. Abre los ojos y se levanta para darme un beso de esos que te tienes que agarrar de esa persona para no caerte para atrás. Me alza agarrándome desde el trasero y yo enrollo mis piernas en su cintura. Me separo de su boca para tomar aire.

—¿Se puede saber que te pasa? —Digo, divertida —

—Vamos a tu habitación. —Me va dejando besos por el cuello que me hacen suspirar —