Capítulo 28

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Después de besarnos un rato, dejamos de hacerlo cuando el resto de las personas empezaron a salir.

Comimos afuera y Francisco se dedicó a avergonzar a sus hijos con apoyo de Ava.

—Me acuerdo que después de eso no pude caminar bien por una semana, fue una caída horrible y todo por culpa de Tyler. —Sebas admite con diversión —

Ese día intentaron entrar a casa de uno de los exnovios de Elena para cobrar venganza por romperle el corazón, lo que no esperaban era tener que subir hasta un segundo piso y como había llovido se cayeron de culo.

—Nadie te dijo que me sigas.

—En realidad casi lo obligaste. —Elena lo señala de manera acusadora —

—Alguien tenía que defender tu honor.

—De seguro ella solita le daba una patada en la entrepierna y lo dejaba sin descendencia. —Asher aporta —

—Solo lo dices porque es tu novia. —Lo molesto —

—Según tú Tyler no cocina tan mal.

—No lo hago tan mal. —Refuta —

Todos le lanzamos una mirada significativa que lo hace resoplar.

—Un poco sí.

La noche es algo fría, aunque es soportable.

Mi mirada cae en Asher y Elena, el primero no deja de mirarla mientras ella habla con Sebas. Se lo ve feliz.

¿Quién diría que veríamos a un Asher enamorado?

Es raro, pero me alegro de que ahora esté bien.

Volteo cuando mi suegrito vuelve.

—Conseguí alcohol, es hora de emborracharse. —Francisco habla con un poco de emoción —

—Hora de rondas. —Ava lo apoya —

Francisco nos sirve el líquido a todos, menos a Tyler que se negó a tomar.

—Primero los nuevos integrantes de la familia. —Ava sonríe con malicia —

—No sé qué piense Elena, pero no quiero que emborrachen a mi pareja.

—Estoy de acuerdo con Tyler.

—Niños, no sean aburridos.

Asher y yo tomamos todo el contenido de golpe para evitar más peleas.

La garganta me arde a lo que resbala el líquido, pero no sabe tan mal como esperaba.

—Esa es la actitud. —Francisco nos sirve más —

—No quiero que mañana tengas una resaca.

—Estaré bien.

Él pasa un brazo por mis hombros para atraerme más hacia su cuerpo.

Seguimos bebiendo hasta que quedamos Francisco, Asher, Tyler y yo.

Los demás se fueron a dormir porque ya estaban muy cansados.

—Deberíamos ir a descansar.

Francisco nos da golpecito en la espalda para luego irse.

—Estoy de acuerdo.

Tyler me soba la pierna, pero solo me levanto para tomar asiento cerca de mi amigo.

—Voy a quedarme aquí con Asher.

—Los dos están muy tomados.

—No es cierto.

Estoy un poco mareada que incluso me cuesta enfocar lo que veo.

Inesperada Melodía ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora