• Sama Semi Hot •

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Alguna vez, en mi cabeza surgió la idea de Samatoki teniendo cerca de él a una persona que trabajará para él, e irremediablemente se enamorara.

Simple y originalmente, esto terminaría con un Sama dando una indirecta muy directa a Rayita, y ambos terminarían riendo.

Pero, entonces la idea de Jyuto provocandolo a aceptar su sentimientos, pudo más que yo xd

Y es otro de esos que, su final es una joya 😂👌

(Y ojo, que a veces meta comedia, no significa que sea Sasara... o bueno, puede que si un poquito xd)

▪︎☆▪︎

La llegada de una chica a la organización de Samatoki podía ser raro, sin embargo, también significaba una gran ventaja.

Ella era una chica sumamente bella. La mayor parte de Yokohama la conocía y estaba literalmente a sus pies.

Los negocios se concretaba gracias a sus encantos, aunque eso sí, Samatoki se encargaba de que nadie se atreviera a tocarla. Pues, a pesar de que lo negara, había desarrollado ciertos sentimientos hacia ella.

______, por su parte, había buscado la manera de ser parte de la organización para conquistar al líder. Y no, no era espía o algo parecido, no. Era una chica común y corriente que, en algún momento de su juventud lo vio, cuando aún era parte de TDD y quedó perdidamente enamorada.

Su objetivo era claro, enamorarlo.

En poco tiempo se convirtió en su mano derecha. Samatoki dejó de usarla para cerrar tratos y la usó de, algo así como una asistente. Lo que él quería era tenerla cerca en todo momento.

Aunque, cuando se reunía con su división, no la dejaba estar presente, pues al considerarlos sus amigos, les contaba sobre sus sentimientos hacia ella, por ende, no quería que escuchara.

—Ya, Samatoki. Dile. ¿Qué es lo peor que podría pasar?— dijo Jyuto recargado en el sofá, antes de darle una calada a su cigarrillo.

—Que lo golpeé, tal vez— contesto Río.

—¡Por favor! No creo que alguien como ella se atreva a golpearlo. Si yo fuera chica y un líder Yakuza me dijera que lo traigo vuelto loco, claro que diría que si.

—¿Y no crees que sólo lo haría por miedo a que le haga algo?

—Bueno, si Samatoki no se atreve, lo haré yo.

—¿¡Hah!?

—Si. Si ella no quiere estar con un Yakuza, por lo menos con un sargento de la policía si.

—Ya, largo de aquí. Sólo me hacen enojar.— Jyuto rió y se levantó del sofá junto a Rio.

Cuando estaba por cerrar la puerta, Jyuto habló.

—¿Sabes Rio? Espero que nos encontremos a ______-san para poder despedirme de ella. Si me golpea por darle un beso, no me molestaría...

—¡Jyuto Idiota!— dijo Samatoki entre dientes, a lo que Jyuto soltó una carcajada.

Samatoki sabía que el policía no bromeaba al decir que él aprovecharía la oportunidad con la chica.

Así que, tendría que luchar contra su orgullo para dejarle en claro a todos en su organización, y a los de su división, que aquella chica que tenía por asistente, era suya y de nadie más.

  

(...)

  

La división de Yokohama hoy tendría una pequeña reunión, pues las batallas de división estaban próximas.

Samatoki entró a la sala, encontrándose con la chica haciendo alguna cosa en su laptop. En cuanto lo notó en su campo de visión, le dedicó una sonrisa.

—¿Nadie ha llegado?— preguntó en el tono más neutro que pudo y se sentó frente a ella.

—La puntualidad no es una de sus virtudes.

—Cierto, esos idiotas impuntuales.— ambos rieron.

Samatoki, por alguna extraña razón podía convertirse en una persona más cálida cuando se encontraba con ella. Le transmitía tranquilidad y confianza, una de las tantas razones por las que se enamoró.

Le diría todo, aquí y ahora.

—______...— o quizá no del todo.

En cuanto la chica lo miro, perdió toda valentía de decirle.

—¿Samatoki-sama?— él se aclaró la garganta.

—¿Podrías traer un par de bebidas? No han de tardar en llegar.

—Oh, tiene razón.— cerró su laptop y la dejó sobre la mesa de centro —Voy por ellas.

Se levantó del sofá y se dirigió a la cocina. Abrió el refrigerador en busca de las bebidas favoritas de la división, pero, sintió una presencia tras ella. Se enderezó de golpe y miró a sus espaldas.

Era Samatoki.

Estaba por preguntar que necesitaba, pero él la pegó al refrigerador sin darle oportunidad de decir algo.

—Estamos solos, y tú, viéndote tan jodidamente sexy en ese vestido... ¿Tienes idea de la cantidad de cosas que pasan por mi cabeza en esta situación y desde hace cuánto tiempo?

Sus rostros estaban a una escasa cantidad de milímetros. Ambos podían sentir la respiración del otro. Y la necesidad de probar sus labios, era demasiado grande.

—N-no tengo idea. P-pero, usted mismo dijo que no han de tardar en llegar...

—Que lo hagan.— rozó sus labios —No me importa.

La tomo de la cintura y juntó finalmente sus labios.

Ella deseaba ese beso tanto como él, por lo que correspondió al instante. Intensificó el beso tomándolo del cuello y eso a él le fascinó.

El beso, claramente estaba tomando un rumbo mucho más candente. Poco falto para que Samatoki la desnudara ahí mismo.

—¿Qué están haciendo?— la voz era de Jyuto, quien había preguntado eso con un tono coqueto.

______ y Samatoki se separaron de golpe con la respiración agitada y el color en sus mejillas un poco intenso.

—Se estaba ahogando— se excusó Samatoki, provocando la risa de sus compañeros, y también la de la chica.

—Si, eso pasó. Gracias por salvarme la vida.

—Si, claro...

—Que forma tan rara de dar RCP— comentó Rio soltando una risa.

—Ya callense. Vamos a la sala, tenemos que hablar.

—¿No terminarás lo que estabas haciendo?— bromeó Jyuto antes de que Samatoki diera un paso fuera de la cocina.

—Eso lo haré más tarde. Ella no tiene problema,— la miró. La tomó de cintura y la acercó a él para besarla. —¿Verdad?

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