Mis Shots Favoritos 🥰

• Cómplices •

¡Ah~!

Ver a los dos hermanitos ayudar al hermanote a conquistar a Rayis es una joya. Y los comentarios obvios de Jiro, pues mejor sjsjjs.

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Los momentos que pasaban juntos, para los hermanos menores de Ichiro eran ya muy extraños. Los abrazos que los más grandes se daban y su manera de mirarse, eran señal de que, ambos estaban enamorados.

Puede que fueran pequeños, pero entendían muchas cosas y percibían otras tantas.

Su hermano mayor y la chica, se conocían desde hace ya mucho tiempo. Saburo, vagamente recordaba haberla visto antes; Jiro sólo sabia que, ahora, la conocía. Por lo regular sólo se veían ella y su hermano solos, hasta que hace poco, ella comenzó a frecuentar la casa Yamada.

—Te gusta, ¿verdad?— preguntaba el menor a la chica con gran curiosidad.

Las razones de la chica al comenzar a visitarlos, fue que quería convivir con los hermanos de su, por ahora, mejor amigo. 

Si, le gustaba Ichiro y lo quería más que su vida.

—Deja de divagar, niño.— contestó revolviendo el cabello del menor.

Su cometido se cumplió, pues se había hecho muy buena amiga de ambos hermanos. Aunque claro, siempre hay uno con el que más congenió; ese fue Saburo.

Lo consideraba su confidente; se tenían mutua confianza, por eso, ella no reaccionó de una manera esperada al escuchar la pregunta. Sabia que, le contestara lo que fuera, él no lo diría. Con Jiro era diferente.

—¿Por qué no se lo dices?

—¿Qué? ¿Estás loco?

—Yo estoy seguro de que a Ichi-nii le gustas.

—Eso no lo sabes.

—Tú tampoco, eres un niño.— él puso cara de enojado, a lo que ella rió —Puede que tengas razón, pero, también puedes no tenerla. No voy a arruinar mi relación con Ichiro sólo por decirle lo que siento. Puedo perder como ganar, y no, gracias.

—Que cliché.— se quejó —Pero si le gustas.

—Ya, Saburo. Olvídalo o te mando a dormir. Te recuerdo que soy como tu hermana mayor.— bufó y se levantó para irse del comedor.

Se suponía, estaban esperando a los dos hermanos restantes, quienes habían ido por algo para comer. 

—¡Llegamos!— gritaron Ichiro y Jiro al entrar a casa.

Como buenos hermanos mayores, mandaron a los pequeños a lavarse las manos. Estos, después de quejarse un rato, obedecieron, pero sólo para intercambiar información.

—¿Qué te dijo ella a ti?

—Lo mismo de siempre. "No quiero arruinar mi relación con Ichiro". ¡Eso es una tontería!— gritó y Jiro lo golpeó.

—Cállate. Te pueden escuchar.— Saburo se iba a quejar, pero prefirió seguir escuchando información.

—¿A ti que te dijo Ichi-nii?

—Que ella nunca se fijaría en él.— ambos rodaron los ojos, expresando la frustración por las palabras de su hermano.

Para ellos, su hermano era perfecto; y ella perfecta para él.

¡¿¡¿Cómo es que ambos son tan estúpidos como para no notarlo?!?!

—Tenemos que hacer algo.